Uribe no se quedó de brazos cruzados

Uribe no se quedó de brazos cruzados

"La propuesta de un referéndum constitucional inicia el verdadero debate político". Una perspectiva sobre la reforma planteada por el expresidente

Por: Martin Eduardo Botero
noviembre 05, 2020
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Uribe no se quedó de brazos cruzados
Foto: Instagram @alvarouribevelez

La voluntad popular no siempre coincide con la voluntad de los Estados y, para conocerla, no existe otra alternativa que celebrar un referéndum constitucional libre y limpio, justo e imparcial en el que el pueblo vote y después se respete su resultado. La confianza en este instrumento de los ciudadanos, la sociedad civil organizada y las partes interesadas dependerá del grado de seguridad que se pueda transmitir en su utilización. En particular, un reto significativo en este sentido es hacer que el conjunto de propuestas resulte tan comprensible como sea posible, bien elaboradas y, sobre todo, repito, preguntas simples lo suficientemente claras y brindar a los ciudadanos la información que necesitan.

El presidente Álvaro Uribe Vélez, ciertamente, no se ha quedado mirando de brazos cruzados. Por ejemplo, ha emprendido un conjunto de propuestas de reformas jurídicas, institucionales y normativas en términos claros y nada ambiguos, equilibrado y experto basado en la constitución, encaminadas a incrementar la transparencia y garantizar el ejercicio pleno de la ciudadanía, la protección de sus derechos y libertades y la participación de las partes interesadas en la aplicación y supervisión de las políticas públicas y la eficacia del gasto público, abordando otras cuestiones de fondo que permiten avanzar hacia una reconciliación nacional duradera, como las relativas a las reformas constitucionales y políticas o proceso constitutivo que se somete a un referéndum o votación popular en el que todos los ciudadanos estarían invitados a pronunciarse.

La propuesta de un referéndum constitucional de Uribe Vélez, a partir del nuevo borrador 1, que considero necesario para brindar a los ciudadanos la oportunidad de expresar su opinión acerca de cuestiones que son de crucial importancia para ellos, inicia el verdadero debate político, democrático y participativo. Este borrador de referendo sobre la propuesta proporciona una base para pensar a las reformas, una alternativa verdadera para madurar un compromiso y conseguir el consenso sobre un documento destacado, sin ningún tipo de acuerdo débil; un documento que permitiría a la Colombia funcionar, a la vez que restaurar la confianza de los ciudadanos en el futuro –un compromiso honroso–, al tiempo que ofrece una hoja de ruta para garantizar el imperio de la ley y consolidar la paz, en especial la seguridad y la justicia. No se trata simplemente de corregir una serie de abusos específicos, sino también de la base jurídica y social de la que surgen los abusos.

Las soluciones de este tipo forman parte de la tradición de Uribe Vélez, de su sabiduría política, de su visión de futuro y su experiencia ―y estamos muy familiarizados con sus puntos de vista― y, si echamos la vista atrás, podremos ver que tales soluciones surgen en primer lugar cuando las cosas han llegado hasta los momentos más difíciles y complejos como la única respuesta factible a los retos de la historia y la política. Esto indica claramente que el país ha puesto rumbo al cambio, como también demuestra, sobre todo, el cambio de su clima político. Considero esto una iniciativa importante por su parte, porque para nosotros lo esencial es principalmente la aplicación de todos estos cambios. Nuestra enhorabuena, por su buena voluntad, declaramos nuestra determinación de la necesidad de su existencia y debemos esforzarnos para lograr una lo más rápido posible, puesto que, sin un proceso constitutivo con la voluntad democrática del pueblo para defender nuestros valores comunes y a nuestros ciudadanos, Colombia no tiene futuro en el siglo XXI; se trata de la única base para nuestro avance pacífico por este siglo.

Defendamos lo que hemos conseguido en Colombia en lugar de ponerlo en peligro. Así pues, estas son buenas noticias para Colombia, y sé que el presidente Uribe y el Centro Democrático tendrán un papel más importante en el proceso decisorio en general y con el apoyo adicional y concreto de otros partidos y movimientos sociales que comparten responsabilidad respecto del nuevo paradigma de estudio y prácticas de participación, debate, decisión y acción colectiva. Creo que podemos decir que Colombia ha escuchado a las críticas, lo que nos permitirá ser más democráticos, eficientes y transparentes. Sabemos que no se ha visto cumplida la esperanza común de concluir las reformas constitucionales políticas y legales y democratización para la buena gobernanza. Debemos aceptar este hecho con calma, sin dramatismo ni recriminaciones mutuas, a la vez que mantenemos una perspectiva clara de cómo debemos actuar ahora. No obstante, compartir la culpa no es suficiente.

Ahora debemos explicarles a los ciudadanos cuál es la mejor forma de proteger su futuro. ¿Juntos o por separado? ¿Divididos o unidos? Solo hay una respuesta: necesitamos abrir los ojos. Nos sentimos decepcionados, aunque, en nuestra desilusión, en la oscuridad, hay una luz que brilla. Actualmente no podemos prever la fecha exacta en que se convocara el referendo y, como es lógico, estamos a la espera de esta señal. Estoy plenamente convencido de que no tenemos tiempo que perder. Por ese motivo diré que es muy importante que colaboremos de forma estrecha y constructiva en este proceso. Creo que el resultado del referéndum tendrá efectos importantes sobre la manera en que construimos Colombia, sobre todo en los próximos meses y años, en la medida en que demuestra el profundo apego de nuestros pueblos a los valores que representa la democracia y el estado de derecho.

Lo importante ahora es decidir cómo actuar en esta transición política. Lo que a mi juicio, queridos lectores, hay que descartar es lo siguiente: primero, la peregrina idea de aplazar el debate hasta después de las elecciones presidenciales; segundo, la pretensión de que lo que me interesa es uribista y lo que no me interesa es antiuribista; tercero, la elucubración de dividir Colombia incluso antes de su propia reforma; y cuarto, las recriminaciones que no llevan a ninguna parte a nadie salvo, naturalmente, a algunos, que no ven más culpable que el gobierno o a Uribe, haga lo que haga y pase lo que pase. Repito, unidad en la diversidad.

Concretamente, y de acuerdo con las últimas informaciones estas son las principales esferas temáticas. Uno de los más importantes y complejos será establecer un conjunto de reformas legales que clarifiquen procesos como el de Tribunal de Aforados para crear independencia en el juzgamiento de los congresistas y de los magistrados y las Garantías judiciales a los integrantes de las FF.AA., a fin de liberarlos de las presiones políticas y coyunturales y con el objetivo, además de incrementar la transparencia y reforzar la gobernanza. De adoptarse esta política, a lo que alienta el proceso constitutivo, y de aplicarse de una manera que asegure el ejercicio de los derechos constitucionales fundamentales, se mejoraría la administración de justicia y la confianza de los ciudadanos en la capacidad de su Gobierno para garantizar el estado de derecho y la aplicación de las normas administrativas y penales.

Otro aspecto es hacer posible las reformas legales e institucionales necesarias para la JEP, derogatoria o reforma de fondo y completa en todos sus aspectos. Se trata de un aspecto importante de la forma en que funciona la JEP; queremos que JEP se construya sobre el fundamento del apoyo popular y la legitimidad democrática que ofrecen las instituciones de sus naciones Estado. Pero, para nosotros, la JEP es un paso en la dirección equivocada. Tenemos que definir exactamente de qué forma debe funcionar el nuevo sistema. Todas las personas reflexivas saben que esa JEP no sobrevivirá nunca a un referendo constitucional, con carácter de vinculante, que permita a los ciudadanos decir la última palabra sobre la cuestión. Permítanme decir que el debate sobre la JEP sólo terminara cuando quien ostenta la soberanía, en este caso el pueblo ―las ciudadanas y los ciudadanos―, expresaran su última palabra sobre el texto ―en este caso, el texto JEP―. Otro elemento democrático destacado es el área de derechos personales básicos que toca varios asuntos relacionados, tales como el Decomiso de sustancias ilegales objeto del delito ―sobre la decisión de combatir el tráfico de drogas ―, sin criminalizar consumo, la Protección de líderes sociales y la Exclusión del Congreso de responsables de delitos de lesa humanidad. Estos mecanismos deben inscribirse en el contexto más amplio.

Por último, me gustaría mencionar las reformas políticas y legales para reconocer una mayor Austeridad en funcionamiento estatal para mayor inversión social; la Disminución del número de congresistas y reducción gradual del salario; el Avance hacia la equidad, ingreso solidario y bono pensional; la Gratuidad educativa según el nivel de ingresos con posibilidad de elegir institución pública, privada o mixta, sin monopolio ni adoctrinamiento y la Protección remunerada de los Ecosistemas Estratégicos como la Amazonía. Ésta es una de las mayores innovaciones, desafíos y oportunidades que figuran en el programa democrático del Borrador. Con la victoria del Sí en el referéndum, mucha atención se centra en los sueldos de los políticos. La pregunta es legítima y no se trata de anti política ni de espíritu jacobino dado que, bajo presión d opinión pública, se han adelantado numerosas hipótesis sobre reducción de sus salarios.

El objetivo es doble: por un lado, favorecer una mejora en el proceso de toma de decisiones de las cámaras para hacerlas más capaces de responder a las necesidades de los ciudadanos y por el otro reducir el coste de la política. La reducción de los parlamentarios no produce efectos negativos sobre la eficiencia de las cámaras; por el contrario, permite al parlamentario individual aumentar su rol y capacidad d representar a los votantes y al Parlamento aumentar su funcionalidad, eficiencia y capacidad en la toma de decisiones. Gracias a Uribe Vélez, contaremos con el trampolín que nos permitirá hacer realidad esos objetivos, es decir llevar a cabo las reformas legales y políticas necesarias para la buena gobernanza a través del desarrollo de las administraciones públicas y el fortalecimiento institucional que serán resueltas por un referendo independiente, y estoy convencido de que, con esta colaboración constructiva entre nuestras instituciones y los ciudadanos, obtendremos un éxito. Todos debemos mostrar valor e imaginación, las cualidades necesarias para tomar decisiones políticas de gran calibre; actuando en el ejercicio de nuestros derechos constitucionales.

Quiero dar las gracias al presidente ciudadano Uribe Vélez por sus propuestas. Pueden contar con el Comité Internacional de Voluntarios Italia Unión Europea para contribuir a avanzar con rapidez. Amén.

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