Viendo las noticias por estos días, me encontré con la manifiesta preocupación de la cúpula de las Farc por las amenazas de muerte que han recibido. Me dije entonces: La ley de la compensación es infalible, y escribí el siguiente trino: “Cúpula de las Farc preocupada por amenazas de muerte. ¡Por años soportamos las suyas y así nos tocó salir adelante! ¡Hagan lo mismo!
Para mí era sencillamente eso, adaptarse a la realidad, a lo que construyeron, a lo que ellos mismos hicieron durante cincuenta y punta de años. Así de simple, con lógica, con la conciencia de estar hoy en la legalidad en un país como el nuestro, en el que hay tanto dolor edificado por ellos –entre otros- como actores de conflicto.
Como tengo enlazado el Twitter con Facebook, las interpretaciones no se hicieron esperar. De la red del pajarito ya se imaginarán los horrores; pero en Facebook, algunos amigos y colegas empezaron –como muy bien dice mi esposo- “a pensar en cabeza ajena” y a interpretar como no era lo que yo había dicho de manera simple, lógica, escueta, real; nada más. Para mí era así de llano y plano. ¿Por qué? Porque en lo personal, soy hija de un agrónomo que prestaba asistencia técnica en cultivos de algodón, sorgo y arroz en el sur del Cesar, y a quien le tocó enfrentar retenes de la guerrilla en carretera, situaciones de fuego cruzado en intentos de secuestro a sus amigos y trabajadores de finca que dividían su labor entre cultivar, participar en los retenes y ser cómplices del secuestro de sus propios jefes, los clientes de mi papá. En lo profesional, en mi período de prácticas y comienzos del ejercicio de mi profesión entrevisté y vi desaparecer bajo el exterminio de las balas a los militantes de la Unión Patriótica, a Carlos Pizarro del M-19 y algunos de sus compañeros de lucha, y vi el registro de paramilitares asesinados por la guerrilla y políticos asesinados por narcotraficantes. Todo esto para decirles que tengo de dónde deducir mi trino, que no tiene nada que ver con qué es lo que quiero, como muy mal me han interpretado, sino lo que es la cruda realidad colombiana: la venganza que llega siempre con los acontecimientos.
Miren estas interpretaciones y con sus respectivas respuestas:
- “El ojo por ojo perpetúa la violencia. ¿Esa es la idea?”
R/: Por lo menos la mía no. Atrevida la interpretación y la pregunta.
- “Ya desarmamos las armas ahora desarmemos la palabra”.
R/: No veo dónde está armada. Manifiesta la consecuencia obvia que históricamente hemos visto; no quiere decir que esté bien, pero esa es la realidad.
- “Toda amenaza de muerte debe ser condenada. Incluso la amenaza a quienes antes amenazaban y hoy entran a ser parte de la democracia. Esto no es de "acostumbrarse" a nuevas amenazas”.
R/: No estamos en Suiza, sino en un país que difícilmente desaprenderá la violencia. Mucho se sembró, mucho se recogerá. No es más que el registro de una realidad, una idiosincrasia creada y alimentada por años.
- Ante las respuestas de algunas personas que solo dijeron estar de acuerdo: “Qué revanchismo. Parece que quisieran regresar a la violencia que nos azotó durante 50 años. Antes: "no queremos cambios: matémonos". Hoy: "no queremos paz. ¡Matémonos”!
R/: Ay no, que delirio. Dónde está escrito que eso es lo que se quiere. Se mitigó la violencia de las balas, que es un hecho importante, pero no es el todo porque no se hace nada contra la intrafamiliar, ni contra la de la injusticia social, y menos algo contra corrupción que también genera violencia.
- Con tanto odio y polarización veo la paz muy lejos. ¿Si la mayoría de las víctimas DIRECTAS perdonan al victimario, por qué a la gente que no lo es le cuesta tanto?
R/: Exactamente, la “mayoría” de las víctimas, “no todas”. Ese remanente reacciona de otra forma, porque ni todos somos iguales ni a todos no les tocó lo mismo. Pero ese es el punto. La paz está lejos porque queremos que todo el mundo piense igual y actúe igual, y así no es. La realidad, como la opinión, es individual. Ahí está la respuesta.
- Presentas como diagnóstico lo que parece ser un deseo. Así lo entiendo. Ojalá me equivoque. ¡En el perdón radica en parte la solución!
R/: ¿En qué parte del trino dice que ese es mi deseo? ¿Dónde? Ese es el problema de interpretar con las prevenciones propias. No es lo que digo. Es un registro de la realidad; es todo.
El problema de quienes están en cualquier extremo, bien sea los románticos de la paz o los escépticos extremos de la misma, es que creen que todo el mundo debe reaccionar como ellos, pensar como ellos y digerir las situaciones de la vida igual que ellos, y eso es exactamente lo que no va a permitir llegar a ninguna paz… Ni siquiera la propia.
Nadie quiere que la gente se siga matando,
yo menos,
pero de lo que se siembra se recoge y eso tienen que enfrentarlo
Mi tuit no dice que bien hecho que los amenacen, ni que debe ser ojo por ojo y menos que muera un colombiano más violentamente. ¡Para nada! Solo hice un registro de lo que está pasando y tienen que acostumbrarse porque no están en Suiza ni en los países escandinavos. Están parados frente a una buena parte del país no solo descontenta con la forma como se acordó "la paz", sino en la que se cuentan muchas personas con sed de venganza y eso es una realidad. Nadie quiere que la gente se siga matando, pero de lo que se siembra se recoge y eso tienen que enfrentarlo. Repito, es una realidad, está ahí, estamos en una Colombia abusada y llena de heridas provenientes de muchas partes, y de muchas partes siempre vendrán retaliaciones. No se puede pretender que todos asuman esto románticamente, porque la realidad es muy distinta, muy dura.
Como dijo la ministra de Felicidad de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Ohood Al Roumi, en su reciente charla en nuestro país: “La felicidad colectiva se da a partir de la felicidad individual, donde cada uno es responsable de construirla”. Y yo agrego que, como lo he dicho en esta columna en distintas oportunidades y en mi programa radial, con la paz sucede lo mismo.
Y sí señores de las Farc, les toca acostumbrarse. Estamos en el país que difícilmente desaprenderá la violencia. Mucho se sembró mucho se recogerá desde cualquier frente, y ustedes son parte de eso. No es más que el registro de una realidad. Como dijo un amigo, les llegó la hora de entrar en la jungla de la política ¿Acaso no sabían cómo manejan el país los padres de la patria? ¿No fue eso por lo que se sublevaron y se fueron al monte armados? Nos hicieron la vida difícil por algo más de 50 años. ¿Ahora quieren honores? Como digo en el tuit y lo reitero: Por años soportamos estar sitiados por ustedes y así nos tocó salir adelante. Enfrenten su realidad como lo hicimos nosotros con ustedes como amenaza en su momento. ¡Hagan lo mismo!
¡Hasta el próximo miércoles!
