En plena campaña al Senado y a solo cuatro días de elecciones legislativas, la Fiscalía imputó al candidato Daniel García Arizabaleta por el caso del escándalo de la multinacional brasileña Odebrecht. El número 99 de la lista al Senado del Centro Democrático fue destituido e inhabilitado para ejercer cargos públicos durante 15 años por once fallas disciplinarias. Cuando aspiró a la dirección del Instituto Nacional de Vías (Invías) no cumplía con los requisitos para postularse al cargo, sin embargo, falsificó su hoja de vida adicionándose años de experiencia en la empresa familiar. Después de cumplir la inhabilidad, García regresó triunfal a la política de la mano del Centro Democrático, pero se le aguó la fiesta una vez la Fiscalía desempolvó el caso de Odebrecht.
La Fiscalía lo acusó por los delitos de enriquecimiento ilícito y falsedad en documento privado. Entre el 2008 y 2013 habría recibido pagos de Odebrecht y su patrimonio incrementó en $360 millones, sin justificación. Ante la situación, el Centro Democrático le exigió la renuncia a García Arizabaleta quien decidió también abandonar el partido en el que militó durante las últimas décadas pues no le respetaron la presunción a la inocencia como dijo en esta carta:
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