¡Que renuncie toda la Corte!
Opinión

¡Que renuncie toda la Corte!

Que se estremezca todo como un gran sacudón para ver si nos libramos de tanta porquería que hay en el Estado. Llegó la hora del cambio real y no de los cambiazos

Por:
septiembre 15, 2017
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En momentos en que la Corte Suprema ha perdido casi toda su credibilidad, habrá que esperar que la fiscal de la Corte Penal Internacional, la señora Fatou Bensouda, intervenga y dicte las directrices para empujar algunos procesos como los de los paramilitares y los falsos positivos.

Seguramente con el fantasma de la CPI, gobierno, magistrados y fiscales empezarán a moverse y producirán realmente resultados para que por fin conozcamos algo de la verdad tan esquiva que ha cubierto de impunidad todos estos años, en especial los últimos veinte del conflicto armado, que tal vez fueron los más sangrientos y cuando se dieron más violaciones al derecho internacional humanitario.

Ocho millones de víctimas se pasean como zombis insepultos y son mostradas como las llagas de un pordiosero que suplica piedad; esos crímenes no pueden quedar en la impunidad y el olvido. Es cierto que el #ModoPapa nos dejó con anhelos de reconciliación y perdón, pero también es cierto que no pueden hacerse estos actos a partir del nuevo sacrificio de las víctimas. En eso fue claro Francisco, como lo será probablemente la Justicia Internacional. Las víctimas que ya sufrieron bastante no deben ser revictimizadas con el olvido y la inoperancia judicial.

 

Tenemos que enfrentar, con valentía y decisión,
la depuración de nuestras instituciones corroídas por el dinero,
que es por donde entra el diablo, como dijo contundentemente Francisco

 

Ahora tenemos que enfrentar, con valentía y decisión ciudadana, la depuración de nuestras instituciones corroídas por el dinero, que es por donde entra el diablo, dijo de manera contundente su santidad. Pues sí, el dinero compró la más alta corte del país y de paso nos dejó sin justicia. Puede ser que no hayan sido todos los magistrados, pero por sus narices pasaron fallos dudosos, se embolataron expedientes y se enriquecieron hasta el escándalo algunos togados y sus familias.

En un acto de contrición tardío, los magistrados de la Corte Suprema le pidieron la renuncia a su colega Malo, otro de los involucrados en vender fallos para proteger narcopolíticos. El señor Malo, que al parecer no tiene nada de bueno, respondió que no renunciará a su cargo. Es decir, se atornillará al puesto para intentar defenderse de acusaciones muy graves. ¿Qué hará entonces la Corte con esta situación? Dicen que pueden quitarle los procesos y dejarlo calentando silla como un castigo simbólico. Pero eso no parece preocupar al señor Malo que de esa manera quedará con todo su tiempo libre para urdir nuevas patrañas.

¿Qué tal la renuncia colectiva de la Corte Suprema? ¿No sería un acto real de contrición y nobleza para reconocer ante el país que se dejaron corroer hasta los tuétanos? De esta manera se pondría a la justicia en una encrucijada que requeriría una salida creativa y urgente. ¿Una Constituyente para reformar la Justicia?, ¿darle paso al tribunal internacional de la Haya? La situación es tan grave que amerita acciones drásticas, difíciles pero irremediables. Si la casa se está cayendo, como parece que le ocurre a la Justicia colombiana, no podemos conformarnos con reformitas, como cambiar unas tejas o pintar sobre los muros derruidos.

La renuncia de todos los magistrados puede llegar a ser la salida esperada, ¡no confabularse con el Congreso para el tapen – tapen! No lo aguantaría el país. Tampoco sería aceptable que siga el señor Malo en su poltrona, ni que Bustos y sus muchachos sean investigados por la tal Comisión de Acusaciones de la Cámara.

Colombia no resiste más corrupción, ni siquiera ese remedo de democracia participativa en que quieren meternos los políticos dizque recogiendo firmas de “movimientos ciudadanos”. Que se estremezca todo como un gran sacudón, un tsunami, para ver si nos libramos de tanta porquería que hay en el Estado. Si queremos un nuevo país, llegó la hora del cambio real y no de los cambiazos como el que pretenden hacernos en el año electoral.

www.margaritalondono.com

http://blogs.elespectador.com/sisifus

 

 

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