Aun cuando hayan sido captadas por las cámaras, las consecuencias emocionales de su actuar racista, aun cuando hayan sido grabados, profiriendo transgresiones físicas típicas de las relaciones sociales mediadas por la colonialidad, no tienen un mínimo sentido de vergüenza para decir en medios púbicos, que eso evidente, eso que vieron los hinchas, y que los futbolistas sintieron en su cuerpo, "no fue el caso y están mintiendo". Ese es el talante de fascismo de hoy en día.
Es lamentable, pero sobre indignante para el fútbol nacional, que ante el primer gol marcado en territorio Colombiano por el Hondureño Rubilio Castillo, el cual implicaba una buena premonición para su carrera en este territorio, estuviera atravesada por el actuar racista de Joel Contreras, que como todo cobarde y victimario, ante la clara afectación emocional de Rubilio durante el juego, salió a decir ante los medios que Rubilio está mintiendo.
Pero eso no es lo peor, la hinchada del Once Caldas avaló por medio de felicitaciones el comportamiento del jugador, a su vez que la horda de hinchas no pararon de gritar insultos racistas, después del minuto 68 hacía Rubilio, mientras esté seguía jugando.
Por fortuna, a nuestro tan querido Deporte Nacional aún le quedan faros morales, como el técnico del Pereira Luis Fernando Suárez que luego del partido y en rueda de prensa, prescindió de la evaluación futbolística del juego y rechazó de manera contundente y personal (porque lo personal es político), lo acontecido, y además recalcó que muy seguramente nada vaya a suceder. A diferencia del pacto patriarcal-racista entre el técnico del Once y Joel, en donde el directivo defendió a su "pobrecito" jugador señalado.
Pero esta noticia no es la única que hoy nos compete. Durante el partido de la Liga Femenina Española entre Espanyol y el Barcelona fue captado encamarás como la jugadora Mapi Leon, en un claro acto que enuncia las jerarquías coloniales aún hoy existentes marcadas por la racialización, toca las partes genitales de la jugadora colombiana Daniela Caracas mientras le hace un comentario racista.
Frente a esto, no solo Mapi negó lo ocurrido, al igual que Joel, sino que además recibió el aval y el encubrimiento (por favor prestarle atención al nombre de la entidad), de la Real Federación Española de Fútbol. Por su parte, Daniela recibió apoyo jurídico y moral por parte de los directivos de su club y sus compañeras, mientras que los medios de información futbolística blanca y europea, defendían a Mapi, su jugadora estrella.
Hinchas antifascistas de Colombia: Debemos asumir ahora la responsabilidad política que implica pertenecer a los pueblos subalternizados de nuestros territorios, las tribunas son el baluarte popular del antifascismo que late en nuestra sangre y los colores de nuestros clubes.
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