Mientras el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, viajaba a Moscú para reunirse el pasada miércoles 7 de mayo con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Caracas los 5 opositores asilados en la embajada de Argentina desde hace más de un año salían del encierro rumbo a Estados Unidos. Y aunque Maduro quiso presentar el hecho como una liberación negociada, desde Washington el secretario de Estado, Marco Rubio aseguró enfáticamente que la salida de los opositores se trató de una “operación de precisión”.
Los liberados son cercanos a María Corina Machado y su movimiento Vente Venezuela. Los 5 que están en Estados Unidos son Magalli Meda, jefa de campaña de Edmundo González; jefa del Comando Nacional de Campaña de Machado, con quien ha estado en las comunicaciones desde 1999 manejando la imagen para la presidencia, después en la estrategia de Soy Venezuela, y desde el 2010 en la gerencia de planificación estratégica del Vente Venezuela, hasta el asilo en febrero de 2024.
Otra de las liberadas, Claudia Macero, era quien estaba al frente de las comunicaciones de Machado, periodista de la Universidad Central de Venezuela, fue jefa de redacción de El Nuevo País, y desde el 2016 hace activismo social con Regale una Sonrisa. Dentro de los políticos está Omar González Moreno, exdiputado de la Asamblea Nacional durante cuatro periodos, gobernador del estado Bolívar y es miembro de la dirección nacional de Vente Venezuela. González, 50 años, nacido en Bolívar, ha unido la política con el periodismo, la educación y el oficio de escritor. En el periodismo ha sido especialmente activo en radio, televisión y medios audiovisuales, y ha creado un taller de periodismo.
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Pedro Urruchurtu, caraqueño de 35 años, politólogo es el coordinador de asuntos internacionales de Vente Venezuela y de la campaña de María Corina, en la de González Urrutia estuvo al frente de lo que se denominó el “Comando de campaña ConVZLA”. Por su parte, Humberto Villalobos es el coordinador electoral de Vente Venezuela y, fue director de la organización no gubernamental ESDATA, especializada en contraloría electoral.
Hasta diciembre los acompañó como refugiado el político Fernando Martínez Mottola, quien abandonó la embajada ese mes y falleció en febrero.
Desde diciembre la situación en la casa que era la residencia de los embajadores de Argentina en el exclusivo barrio Las Mercedes era absolutamente lamentable. Cuando el presidente Javier Milei desconoció los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, la sede diplomática quedó bajo protección de Brasil. Los embajadores se fueron. Cuando las relaciones entre Maduro y Milei aumentaron la tensión por e escándalo del gendarme Gallo y un chofer de la embajada que están presos, los trabajadores de la sede diplomática también salieron y los refugiados se quedaron solos, asedados de personal militar, sin agua ni luz y sin permitir la entrada de alimentos durante varias semanas.
Maduro les negó salvoconductos, y la llegada a la presidencia de Trump le dio prioridad a la liberación de seis estadounidenses a cambio de recibir vuelos con migrantes deportados detenidos en Estados Unidos. La salida de los rehenes del martes es punto para los gringos.
