La semana pasada cuando terminé mi columna, el gobierno tuvo por fin una reacción tibia frente a la amenaza del coronavirus. Sin embargo, desde ese día el presidente no ha desaprovechado momento para hacer cadenas de televisión dando orientaciones sobre lo que se debe hacer. A decir verdad, orientaciones que han dejado muchas dudas y en algunos casos han generado duras críticas.
En todas sus intervenciones el presidente ha gastado valiosos minutos en volver a explicar qué significa el coronavirus, cómo viene trabajando con un equipo interdisciplinario desde el primer día que apareció el virus en Wuhan y, en alguna, como si se tratara de un arzobispo, aseguró que nos tenía encomendados a la virgencita de Chiquinquirá. Con esto sí que quedamos tranquilos porque con oraciones reemplazaría la falta de decisiones concretas y eficientes.
En la primera intervención salió rodeado del Ministro de Salud, de la representante de la OMS en Colombia, de la directora del Instituto Nacional de Salud y de una presentadora. Nos aseguraron que las medidas que estaban tomando eran las indicadas por el organismo internacional de salud y con eso dejó convencidos a muchos de que el gobierno estaba en el camino correcto.
Sin embargo, los casos de coronavirus han subido exponencialmente hasta el día el miércoles, que escribo la columna, a 93; la gran mayoría causados por viajeros que llegaron en vuelos internacionales no supervisados. Quedaron al descubierto las carencias del aeropuerto El Dorado, de las autoridades sanitarias y de inmigración pues todo al principio se limitó a un formulario donde las personas daban fe de que no estaban contagiadas. Como si uno supiera que no está contagiado antes de presentar síntomas. Eso se lo debió haber explicado la directora de la OMS al presidente tu Duque.
Al mismo tiempo la alcaldesa de Bogotá, Claudia Nayibe López, salió a dar recomendaciones puntuales, precisas y muy útiles para controlar la avalancha que se le vino encima Bogotá con la no cerrada del aeropuerto y sus protuberantes fallas de control. Con cada nueva alocución, Claudia López, muestra un talante tranquilo pero contundente, segura pero comprensiva de las necesidades de la gente. Ahora ha propuesto un simulacro de cuarentena para toda la ciudad y para todas las personas en una rueda de prensa virtual que no empezó por explicarnos otra vez qué es el coronavirus, sino que fue el punto directo y concreto de las medidas.
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Con cada nueva alocución, Claudia López, muestra un talante tranquilo pero contundente, segura pero comprensiva de las necesidades de la gente
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Mientras el gobierno nacional cierra fronteras terrestres marítimas y fluviales (ningún contagio ha llegado vía lancha) pero sigue dudando sobre las fronteras aéreas, Claudia sale adelante y propone cerrar la ciudad por cuatro días para intentar controlar el coronavirus. Queda claro que tiene mucho más talante de gobernante que el presidente Duque. Entonces propongo que en la cuarentena dictada para Bogotá y Cundinamarca incluyan a Iván Duque y dejemos a Claudia a cargo del país.
Claro, no solo ella ha hecho cosas concretas para contrarrestar el avance del virus, otras como la gobernadora Clara Luz Roldán o el gobernador de Nariño o varios alcaldes, han visto los problemas económicos de las gentes más pobres y las necesidades que se van a agudizar, si el gobierno no entiende que a la crisis sanitaria se suma una terrible crisis económica.
Es cierto que ha dicho que van a repartir la comida de los colegios a domicilio, pero eso no se está dando y creo que implementarlo va llevar muchos días de liderazgo y gerencia. También se han mencionado fórmulas que se podrían significar un alivio al bolsillo de los más pobres, como adelantar la devolución del IVA o acudir a la estructura de familias en acción para llevar unos pocos pesos a quienes más lo necesitan. Esperemos que se concreten estas medidas y que el gobierno nacional actúe duramente sobre el aeropuerto El Dorado y no sobre las pobres gentes que están apretadas en el puente internacional de Rumichaca.
No se trata de atacar más al gobierno, que requiere todo nuestro apoyo, se trata de que crisis como esta desnudan la falta de liderazgo, dejando en claro quien no lo tiene y a quien le cabe el país en la cabeza.
Queda claro que Claudia López tiene mucho más talante de gobernante que el presidente Duque
