Hoy no existe una definición específica de lo que es la web 3.0, sin embargo, esta innovación toma fuerza en el mundo digital creando ruido en grandes corporaciones como Meta (antes Facebook).
Una novedad para el futuro será su uso ligado a las criptomonedas, panorama que muchos usuarios ya se encuentran explorando y del que usted no querrá quedarse fuera.
¿Cómo ha cambiado la web en los últimos años?
El metaverso surge como un nuevo concepto que tiene como objetivo profundizar en el concepto que se conoce como realidad virtual.
En este nuevo sistema, la prioridad es aumentar la interactividad e interoperabilidad entre los usuarios de la red, teniendo una experiencia digital mucho más integral y experimental en el ciberespacio.
Las criptomonedas juegan un rol fundamental, no sólo como método de intercambio dentro del metaverso, sino como guardianes de la seguridad de sus plataformas.
El concepto de descentralización que plantean las criptomonedas se traspasa a la relación entre el humano e internet, permitiendo también la compraventa de objetos únicamente existentes dentro del metaverso.
La Web 1.0 refiere hoy al internet en sus inicios, en el cual cada persona se conectaba directamente a plataformas y páginas web con un formato estático en el que las empresas replicaban su servicio.
Posteriormente, la Web 2.0 empezó a sacarle provecho al interés que generaban estas plataformas y la mayoría de las empresas abrieron sus puertas a tecnologías interconectadas.
El proceso evolutivo se dio con la aparición de un formato innovador en el que se buscaba otorgarles el control de vuelta a los individuos que usaban los servidores, buscando descentralizar el poder aglomerado en manos de grandes corporaciones.
La novedad de la web 3.0 está en convertir al dinero en una parte integral del funcionamiento del internet, pues se busca que además de poder disfrutar de una descentralización en las formas de pago, se puedan valorizar activos digitales tales como: archivos mp3, imágenes, tokens con cripto a la vez que la personas mantienen control y no tienen que cederlo a grandes corporaciones.
La Web 3.0 busca descentralizar el poder que ahora está en manos de estas corporaciones y poner el control de vuelta en las manos de las personas individuales.
Al combinar internet con los networks de blockchain, se permite a las personas mantener el control sobre su información y sobre todo sobre sus activos y dinero.
Los expertos afirman que estos nuevos formatos, materializados en el metaverso de la Web 3.0 brindan la posibilidad de que todos seamos más creativos y hagamos parte de algo más grande, creando funciones abiertas que potencializan la presencia de los usuarios en estas plataformas.
Es este punto juega un papel importante la tecnología blockchain, en la cual el dinero es parte fundamental e integral del sistema, permitiendo que las criptomonedas sean parte de la interacción entre usuarios, casi sin darnos cuenta.
Ethereum en la ecuación
Las personas ya pueden evidenciar la conexión entre la criptomoneda Ethereum y esta nueva tecnología.
Cada vez son más los usuarios interesados en poder interactuar con mayor libertad en el sistema, por lo que muchos artistas pueden vender sus creaciones con NFT y los fans digitalmente pueden apoyar el crecimiento de sus carreras.
Este progreso genera un impacto positivo teniendo en cuenta que, en sus orígenes, a pesar de que bitcoin fuera la primera criptomoneda, era limitada en cuanto a capacidades y en el uso de características que permitieran el desarrollo de interacciones más complejas.
Todo parece indicar que se debe abrir el espectro a un metaverso con mayor exposición, y mientras la tecnología abre nuevas puertas, se presentarán retos para la mayoría de las plataformas.
Para el usuario, cada vez se abren nuevos caminos que buscan desarrollar formatos más amigables, eficaces e integrales.
Finalmente, los retos mayores están directamente relacionados con el panorama político, debido a que la regulación amigable y entendiendo las criptomonedas, juega un papel indispensable en la potencialización de estas plataformas.
