En Bruselas, líderes de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se reunieron después de ocho años con el objetivo de fortalecer la cooperación económica entre ambos bloques. Sin embargo, las diferencias surgieron en torno a los tratados comerciales y la situación en Ucrania, donde la guerra ha generado preocupación y posturas divergentes.

La UE considera a América Latina y el Caribe como una región con la cual comparte valores fundamentales y busca que la cumbre culmine con una condena a la invasión de Ucrania. Un tema que ocupó buena parte de la agenda de la primera jornada.

Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, enfatizó en la importancia de compartir los mismos valores. La líder europea sentenció: “Queremos que se respete el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas”. Y añadió: “Ustedes lo han demostrado con su apoyo a la resolución de la ONU sobre Rusia. Y se lo agradecemos”.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, destacó la necesidad de apoyar a Ucrania para preservar la estabilidad y la seguridad global. "Nos gustaría debatir con nuestros amigos latinoamericanos y explicar por qué vemos muy importante apoyar a Ucrania y no permitir que Rusia gane, porque si Rusia ganase esto significaría que estaríamos todos en peligro", añadió Michel. Sin embargo, no es una tarea fácil, ya que la región latinoamericana tiene grandes desacuerdos sobre el conflicto.

Discrepancias entre los bloques sobre la guerra en Ucrania

En las decisiones tomadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas acerca de la guerra en Ucrania, Nicaragua votó en contra de condenar el conflicto. Bolivia, Cuba y El Salvador se abstuvieron de votar, mientras que el resto de países de América Latina y el Caribe le dieron el sí a la condena.

Así pues, hubo opiniones divergentes entre los líderes latinoamericanos. Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, advirtió sobre la peligrosa división del mundo en bloques antagonistas y criticó las sanciones unilaterales que afectan a los sectores más vulnerables de la población.

Pero el presidente rotatorio de la Celac, instó a no convertir la cumbre en un campo de batalla sobre la guerra en Ucrania, argumentando que existen otros foros más relevantes para abordar esta cuestión.

A pesar de las diferencias en torno a la guerra en Ucrania, la Cumbre UE-Celac representa una oportunidad para fortalecer las relaciones entre ambos bloques. La cooperación económica, el diálogo político y la búsqueda de soluciones conjuntas a los desafíos globales son elementos clave en esta reunión.

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Avances y desafíos en el acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur

Durante la cumbre, se reafirmó la necesidad de trabajar en la actualización del acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, alcanzado en 2019 después de 20 años de negociaciones. Sin embargo, el acuerdo aún no se ratificó, y se busca beneficiar a ambas economías considerando las asimetrías existentes en los aspectos económicos y del desarrollo humano.

Alemania, como principal socio comercial de Argentina en la UE y uno de los mayores inversores extranjeros en el país, tiene un papel crucial en este proceso. La inversión alemana abarca sectores clave como la infraestructura, la energía, la industria manufacturera y la extracción de petróleo y gas.

El primer ministro de Portugal, António Costa, expresó optimismo al afirmar que ve una voluntad política para ratificar el acuerdo entre la UE y el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) antes de que termine 2023, durante la presidencia española en el bloque. "Sería el acuerdo económico más importante que existe, más importante que lo que tenemos con Estados Unidos (....) y Canadá", agregó el mandatario.

Con relación al acuerdo comercial, en países como Francia e Irlanda han surgido preocupaciones entre los

Por otro lado, está la lucha contra el cambio climático. Un punto central en el acuerdo y que ha generado buena parte de los desacuerdos entre las partes. A pesar de ello, el canciller alemán Olaf Scholz confía en que se logrará un pacto equitativo entre la UE y el Mercosur.

Uno de los mayores críticos a las exigencias europeas es Lula. En la cumbre hizo hincapié en que la defensa de los valores ambientales no debe convertirse en una excusa para el proteccionismo. Subrayó que es responsabilidad de todos proteger la selva amazónica.

Las discusiones sobre la declaración final de la cumbre continúan y la condena de la guerra en Ucrania sigue siendo uno de los principales obstáculos. Mientras tanto, se espera que los líderes aborden otros desafíos, como el cambio climático, las pandemias, la pobreza y la seguridad alimentaria. Todos estos son los pendientes que volverán a la mesa en la segunda jornada este martes.