En Colombia se sufre de maldad. En el corazón de millones de compatriotas sólo hay resentimiento y dolor. También somos mezquinos y a veces "lagartos" como nadie. Cuando nos interesa matamos con la lengua a quien sea, sin importar un ápice de racionamiento.
Con el lanzamiento del nuevo álbum de Silvestre Dangond, "Gente valiente", han salido al ruedo esos maldadosos, de espíritu negro, a matar con la lengua un proyecto musical difícil de crear y salvaguardar, pero que ahora que ve la luz, es de todos.
Han sido años de lucha, de esfuerzo y sacrificio por parte del urumitero. Es cierto que Silvestre no es una perita en dulce y ¿quién quiere que lo sea? Yo no quiero un artista mojigato e hipócrita. Yo quiero un artista real, que hable con convicción de sus sueños y proyectos.
Culpar de la muerte de un género musical a un artista porque desea hacer otras cosas es absurdo, es patético y vergonzoso. Dejen de sufrir y disfruten este disco. Si no lo desean escuchar no lo escuchen. Nadie obliga a nadie a hacer lo que no quiere, pero dejen volar a Silvestre. Dejen que acampe en el nido que se le de la gana.
El problema de ser Silvestre Dangond en un país como Colombia es que nadie está contento con nada. Por más que un artista se esfuerce por mostrar algo diferente le van a dar rejo. Ya pasó con Vives, con Fonseca y la lista es larga.
En Colombia practicamos el deporte nacional por excelencia: difamar. Difamamos al vecino, al amigo, al hermano, a la novia, al amante. Lo importante es no quedarse callado. Hay que hundir como sea al prójimo, sin importar su honra.
Con este álbum, a pesar de los ultrajes que recibe Silvestre en las redes sociales, el cantante va a demostrar que este es el camino duélale a quien le duela. El tiempo o le dará la razón o lo estrellará. Pero si se estrella, como quieren muchos, se levantará como el ave Fénix que es, porque Silvestre es valiente como su disco, y nadie acabará con sus sueños por más que lo crucifiquen.
Si en verdad amas la música -este mensaje es para ti calumniador-, respeta y dignifica el trabajo de un artista que no le hace daño a nadie.
¡Vive y deja vivir!
