La primera señal del nuevo gobierno de Estados Unidos en su relación con Colombia llegó marcada por el tema de la droga. En un documento sobre Colombia, el Secretario de Estado, Antony Bliken, el único con el que ha habido comunicación oficial, reconoció los esfuerzos del gobierno Duque en su lucha contra el narcotráfico y dejo en claro puntos claves en la cooperación entre los dos países: sustitución de cultivos ilícitos, erradicación y aspersión aérea y combate al crimen organizado.
El gobierno Duque lo entendió como un espaldarazo para las fumigaciones y el Ministro de defensa, Diego Molano, se adelantó a informar que está listo el borrador del decreto que regulará la erradicación de cultivos ilícitos. El gobierno Biden ha hablado de un apoyo de USD 25 millones para la lucha contra las drogas.
Por su parte, Philip Goldberg, el Embajador de Estados Unidos en Colombia, sigue abriendo el diálogo con instituciones y sectores más allá del solo gobierno. Últimamente, se reunió con el Presidente de la JEP, Eduardo Cifuentes, algo impensable en tiempos de Donald Trump.
Ayer, el embajador Goldberg se reunió con el presidente de la @JEP_Colombia, Eduardo Cifuentes, para discutir el valor que nuestras dos democracias otorgan a la importancia de respetar la independencia judicial.
— US Embassy Bogota (@USEmbassyBogota) February 27, 2021