“…La vieja sangre que no le había sido dado elegir por sí misma, que le había sido legada sin contar con su voluntad, que tanto había corrido, cualquiera sabe por dónde y latiendo por qué afrentas, por qué ferocidades, por qué carnales apetitos, hasta llegar a sus venas”.
WILLIAM FAULKNER
“Y eso somos […] rastro visible y ebullición de la sangre oculta”.
MANUEL ZAPATA OLIVELLA
No basta con que hace 533 años junto con España se repartieron el Nuevo Mundo. Tampoco con que conquistaron tras la repartición de Tordesillas y la intervención del no tan astuto papa Alejandro VI, el hoy quinto país más grande del mundo; con que fueron potencia mundial durante dos siglos a costa de sus vínculos estrechos con la América y nadie les pidió para asentarse acá que hablaran nuestro idioma nativo.
No contentos con ello, y desde el año pasado, con la exigencia de la compra de acciones e inmuebles (Decreto 26 del 18 de marzo de 2022 que modificó el decreto ley 30 A de 2015), Portugal quiere exigir ahora que sus nuevos ciudadanos, descendientes de sefarditas, deben dominar perfectamente el idioma portugués para otorgarles su pasaporte a partir de enero de 2024.
Conozca el comunicado del Consejo de Ministros de Portugal
Así las cosas, esta exótica reparación no tiene en cuenta:
1. Que algunos de los judíos con los cuales nos reparan no pertenecen al período inquisitorial.
2. Que a la religión judía no se pertenece por sangre hoy en día, sino por creencias. La sangre no necesariamente da cuenta de la fe; y la fe tampoco depende de la sangre. Esas son ideas que parecen rezagos del fascismo del que nos queremos en teoría desprender.
3. Que hay libros que hablan de nuestros condenados por la Inquisición en nuestras tierras andinas; sí, la Santa Inquisición de Lima y la de Cartagena de Indias, libros que no les han despertado interés alguno a estas sinagogas europeas, cuando los inquisidores eran ciudadanos de ese Imperio que nos condenó con su fe.
4. Que si siguen reparando por pruebas genealógicas para probar una filiación sanguínea, lo lógico dentro de esa ilógica lógica, sería que también recibieran pruebas de ADN.
5. Que nos damos cuenta de que es una reparación para cumplir con las tasas de inmigración de la Unión Europea seleccionando los nuevos ciudadanos más productivos y solventes, y no para, dados los motivos anteriormente expuestos, hacer una reparación real, que no tendría estos requisitos de bienes inmuebles, acciones y ahora el idioma.
Pero aquí estamos, felices de que se haya cerrado un poquito la brecha entre el Viejo y el Nuevo Mundo, al conceder con una excusa, aunque sea un tanto vacua, la ciudadanía y la apertura del mundo europeo a más ciudadanos latinos.
Pero es menester preguntarse, ¿cuándo vendrán las reparaciones a los esclavizados del África y sus descendientes de nuestras tierras latinas?; ¿cuándo a los indígenas por someterlos al trabajo en la Mita y la Encomienda a través de la fe? ¿Por qué la iglesia católica a la que respeto aún, no tiene responsabilidad en todas esas persecuciones contra los judíos, indígenas y afros, pero sí la asumen los Estados de un período donde había Monarquía y no regímenes presidenciales?
Esperamos que el único pretexto para igualar el mundo algún día, sea que todos somos hijos de la misma carne, con un mismo propósito: autoconocernos interiormente. Y un mismo destino: la muerte y la disolución de toda nuestra memoria y nuestro ego separatista, en el más cercano que lejano olvido.
