El manejo confidencial de la información de los clientes es un compromiso de las instituciones financieras, y así se lo hizo saber la Superintendencia de industria y comercio, en aquel momento bajo la guía de María del Socorro Pimienta al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, el BBVA, de capital español y presidido por Mario Pardo Bayona, quien está a cargo del banco desde 2008. La multa fue por más de $ 330 millones, y radicada el nueve de octubre de 2023; pero ¿Cuál fue la falta?
Abraham Gómez * no estaba al día con su crédito bancario con el BBVA y éste empezó a buscar caminos para recuperar el dinero prestado. Con cruces de bases de datos, el banco asumió que el ciudadano Edgar Ríos* podía tener vínculos con Abraham Gómez, y que por tanto éste podría ayudar a resolver el tema del préstamo. El BBVA contrato a la empresa Cobranza Nacional de Créditos SAS -encargada de presionar morosos- para ocuparse del caso.
Esta contactó a Edgar Ríos para verificar la información registrada por Abraham Gómez, suponiendo conocimiento mutuo, cosa que no era cierta. Ríos consideró la llamada abusiva y reaccionó duramente contra la empresa cobradora, que hizo caso omiso del reclamo, y por tanto Edgar escaló la queja a la Superintendencia de industria y comercio que la acogió.
La demanda por violación de Habeas Data
Edgar Ríos por la llamada decidió contactar a Cobranza Nacional de Créditos para que le suministraran la supuesta autorización del BBVA. De paso el involucrado pidió precisar el artículo legal que permitía las preguntas sobre obligaciones de terceros. Cobranza le solicitó el número celular y la cédula para diligenciar la queja; pero, la solicitud no prosperó. El afectado decidió entonces escalar la demanda la Superindustria.
El caso fue estudiado y fueron contactados los involucrados en el proceso: BBVA, Cobranza Nacional de Créditos y Edgar Ríos. La Super buscó los documentos pertinentes, y le pidió explicaciones al BBVA para conocer los motivos detrás de la llamada. El banco siempre argumentó no haber hecho referencias a temas ajenos al préstamo de Abraham Gómez; sin embargo, no pudo presentar la autorización para la utilización de los datos personales de Ríos.
El paso siguiente de la institución fue imponer una multa por $339.296.000, al demostrarse que el denunciante no tenía ninguna relación con el Banco ni con el deudor, Abraham Gómez.
No ha sido éste el primer caso de sanciones de la Superintendencia de industria y comercio por violación del Habeas Data. En 2015 se sancionó al Banco de Bogotá por un caso parecido.
*Los nombres fueron cambiados por protección de identidad
