Cuatro elementos van a definir el proceso electoral de 2026: los desarrollos del primero de mayo, el proyecto de ley del “transfuguismo”, el debate en el Senado de la consulta popular y la refundación del Pacto Histórico.
A groso modo vamos a tratar de bosquejar el panorama político que se avecina teniendo en cuenta el despliegue y evolución de estos cuatro escenarios.
Primero de Mayo
Nunca antes como ahora el primero de mayo había estado tan cargado de significado político, pues con excepción de la Revolución en Marcha de López Pumarejo en 1936, no se había visto una coyuntura política tan polarizada por la lucha de clases, a tal punto que podríamos decir que estamos en el punto de la resolución estratégica de la crisis nacional, donde la correlación de fuerzas se encuentra en un equilibrio estratégico en el cual cada clase social puja por resolver el equilibrio a favor.
Ahora, con la participación del Presidente Petro encabezando la manifestación del primero de Mayo en Bogotá, agitando la bandera de la reforma laboral mediante la consulta popular, habida cuenta del hundimiento de la misma en la Comisión Séptima del Senado, y con el anuncio de que irá a radicar las 12 preguntas de la consulta a la Secretaría de la corporación en la Casa de Nariño, además blandiendo la espada desenvainada del libertador Simón Bolívar, pues ha creado un ambiente de expectativa y de apasionamiento nunca antes visto en las celebraciones anteriores, con lo cual se está comprobando la capacidad de convocatoria que tiene el Presidente de la República no obstante el bloqueo institucional venido de las cortes, los organismos de control, los grandes empresarios, los medios de comunicación, y de los partidos tradicionales en el Congreso de la República, como por ejemplo la negativa de la Comisión de Regulación de la Televisión a presentar el llamado a la marcha del primero de mayo y a la consulta popular en los canales privados de televisión, como antes lo había prohibido el Consejo de Estado para divulgar los desarrollos de los Consejos de Ministros por los canales privados ante la opinión pública-
Como se puede ver con claridad estamos en un momento político de las relaciones de poder y de la opinión pública, que se balancean como el péndulo del reloj de la historia tratando de romper el equilibrio existente en la correlación de fuerzas políticas y de clase, y de las relaciones de poder real de la derecha presente y activa en el aparato del Estado.
El primero de mayo será entonces el termómetro para captar en gran medida el estado de ánimo de los trabajadores y demás sectores populares que están sintonizados con las 12 preguntas de la Consulta Popular a favor de la reforma laboral.
Se supone que, habida cuenta de la profundización de la confrontación de clase, en esta ocasión las marchas del primero de mayo serán superiores a las multitudinarias movilizaciones del pasado 18 de marzo que rompieron el techo de la participación popular en la historia reciente de las manifestaciones populares en este país.
Por primera vez y de qué manera un sector muy grande de los trabajadores y de la clase obrera asume su protagonismo político activo y consciente en la defensa de sus derechos constitucionales y legales contra la rémora de la oligarquía dominante.
El Proyecto de Ley de “transfuguismo”
A pesar del significado peyorativo del término (despectivo, despreciativo, ofensivo e insultante), y no obstante todas las argumentaciones en contra por parte de los contradictores de clase, inclusive de muchos pasajeros de ocasión que militaban en el campo de las reformas por los cambios democráticos de fondo, pues el proyecto de ley sobre la libertad política, que permite cambiar de partido un mes antes de inscribirse en la Registraduría para las elecciones sin incurrir en la doble militancia, pues la verdad es que este instrumento de participación política democrático no solamente beneficia la Pacto Histórico, sino que abre los espacios de participación para los integrantes de todos los partidos que quieran defender sus ideas programáticas de conformidad con la realidad cambiante de la política actual y de los afectos políticos y personales con otros formaciones partidarias.
No es pues, como dicen algunos advenedizos, que se va a acabar con el sistema de los partidos, y que el sistema democrático electoral va a quedar supeditado a una reforma constitucional en beneficio de intereses personales y del Pacto Histórico.
No se puede negar que el instrumento le abre espacio al PH para participar con una sola lista al Congreso de la República con nuevos militantes de otras formaciones políticas sin la cortapisa de la doble militancia, que ya cobró factura con la defenestración de varios congresistas del PH y altos funcionarios del Gobierno Nacional, por lo cual se cae de su peso que ésta reforma constitucional vaya a conspirar contra la reforma electoral, que entre otras cosas ha sido imposible llevarla a cabo por los intereses de los cúpulas de los partidos tradicionales que se han opuesto a la reforma del Consejo Nacional Electoral, su origen, formación y financiación, lo mismo que la reforma de la Registraduría, así como el sistema de partidos que rige en el país.
El PH tiene con los cuatro partidos fundacionales (PCC-UP-PDA-CH) para participar con una sola personería jurídica en una sola lista cerrada al Congreso, lo que no significa que se vayan a cerrar las puertas a diferentes partidos y movimientos que quieran participar en la lucha por las reformas y los cambios democráticos.
En el fondo lo que tienen es un miedo visceral al crecimiento exponencial del PH en las próximas elecciones al Congreso de la República, máxime cuando están viendo pasos de animal grande y sintiendo que crece la audiencia de la consulta popular.
La votación en el Senado por la consulta
Como en casi todos los escenarios políticos, el senado no es ajeno a la pugnacidad y la confrontación que está viviendo el país, y ahora más que nunca con la torpeza cometida por la altanería y el autoritarismo de la Comisión Séptima del Senado que canceló el debate, hundiendo el proyecto de reforma laboral sin el más mínimo intercambio de ideas sobre la materia y dándole así, sin que jamás pensaran en las consecuencias, el espacio y el oxígeno al Gobierno para plantear la salida de la consulta popular, como quien dice: le dieron papaya y el Gobierno y los sectores progresistas la están digiriendo y asimilando como alumnos bien aplicados.
Una reforma que había sido aprobada en la Cámara por abrumadora mayoría, llega la Senado donde una Comisión integrada por ocho corporados, se da el lujo irritante de despachar el proyecto así porque sí, muy probablemente presionados por los agentes del gran capital que, como la ANDI y FENALCO, han puesto el grito en el cielo porque disque el reforma va a quebrar a la micro, pequeña y mediana industria, con lo cual se van a producir unos 400 mil despidos de trabajadores en este sector.
Pero ahora el escenario es distinto, las condiciones que han propiciado los senadores de la comisión séptima, ya van en contra vía de sus intereses iniciales a tal punto que el Presidente del Senado, un tal Efraín Cepeda, “el malo”, está volviendo sobre sus pasos y ha vuelto a proponer la discusión de la reforma y a considerar la apelación interpuesta por los defensores de su cadáver insepulto, o a considerar la discusión de la propuesta de reforma laboral presentada por el partido liberal, con el ánimo explícito de sabotear el desarrollo de la consulta popular; pues se les creció el enano y ya están viendo pasos de animal grande en el congreso y en las calles del país.
El argumento central es que también están con la reforma porque es una necesidad insoslayable, pero claro, con la reforma a favor del gran empresariado, con el argumento de que los cambios en la legislación laboral van a incidir negativamente en el empleo informal, porque técnicamente la reforma no es viable.
Nunca han sido viables técnicamente ni jurídicamente las reformas a favor de las clases populares, siempre enmascarando sus privilegios y la sostenibilidad de su tasa de ganancia a costa de la miseria, la inequidad y la desigualdad de las clases subalternas.
Obviamente les va a quedar muy difícil justificar políticamente ante los trabajadores y la opinión pública democrática, la negativa a la consulta popular, y mucho más si tenemos en cuenta el crecimiento constante de la audiencia que simpatiza con el SÍ a la consulta popular.
Así las cosas, la consulta fue una jugada política maestra, que posiciona firmemente al Gobierno Nacional con la iniciativa política y deja muy mal parada a la reacción conservadora, empezando por el Senado de la República.
Será una corrida como para alquilar balcón, ver y escuchar a los senadores contra-reformistas durante el mes de mayo, tratando de defender lo indefensable ante los trabajadores, la clase obrera y los sectores democráticos y progresistas.
Por eso tiene fundamento la tesis de que con esta jugada política el Gobierno gana con las dos caras de la moneda: apruebe o no apruebe el Senado la consulta, de todas maneras la iniciativa política la lleva el Gobierno y la movilización de los sectores populares, en cambio la reacción conservadora del Senado y de los grandes empresarios seguirá arrastrándose como un furgón de cola ante el desarrollo de los acontecimientos y de la iniciativa política del Gobierno.
El Movimiento Pacto Histórico
Y para cerrar estos comentarios tenemos el cuarto elemento de la situación política, pero no el menos importante: el Pacto Histórico (PH).
Todos los indicios están señalando que este movimiento continuará como la principal organización en el escenario político nacional, y mucho más ahora con la crisis nacional y su mayor expresión política: la consulta popular.
El principal objetivo del Movimiento PH es servir de instrumento para la unidad, organización, movilización, y educación de los sectores populares y democráticos de la nación, para lo cual se ha llegado al acuerdo de participar en las próximas elecciones al Congreso con un lista cerrada, con alternancia de género, con una consulta interna para el orden de la lista, un programa democrático con base en el programa inicial del PH y del programa de Gobierno del Presidente Petro, profundizando la lucha por las reformas y la unidad; unos estatutos comunes para todos sus integrantes, que sirva a la vez como catalizador del Frente Amplio para un candidato y un programa mínimo unitario para la consulta en la elección del candidato presidencial.
El PH está llamado a ser la vanguardia colectiva de la revolución democrática popular, el punto de convergencia de la oposición democrática y progresista, y un instrumento de unidad de los trabajadores, obreros, y demás sectores populares y democráticos; no es propiamente un partido en sí mismo, sino un movimiento que sirva de medio de expresión y de organización de las comunidades de base, de las organizaciones políticas y sociales locales regionales.
El PH tiene la ventaja y la seguridad que le da la experiencia de las organizaciones políticas fundacionales (PCC-UP-PDA-CH) que han renunciado a sus personerías jurídicas en aras de la unidad del aparato político y fundamentalmente en aras de la unidad del pueblo no solamente para las jornadas electorales sino también y principalmente para la construcción de un proyecto político democrático de largo aliento.
El PH será el núcleo organizado que irradiará la convergencia democrática del pueblo colombiano es sus aspiraciones de paz, soberanía, democracia y justicia social.
Será la conciencia política con plena independencia del Gobierno pero a la vez parte integrante del mismo en la implementación de los programas y políticas para las comunidades en las localidades departamentales.
El PH se convertirá en el factor determinante de la coyuntura política hacia un gran movimiento democrático por los cambios y la unidad popular.
En conclusión: en el mes de mayo se definirán las elecciones de 2026 empezando con la celebración del día de la clase obrera, con los desarrollos de la consulta popular, la definición del Senado sobre la consulta y la refundación del PH.
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