El alcalde Enrique Peñalosa no le encuentra salida al problema social generado con el tras el desmantelamiento de la olla del Bronx, adonde se concentraban centenares de indigentes. La última propuesta fue trasladar a unos 600 habitantes de calle a granjas especiales en Chocó y Vichada para iniciar tratamientos de rehabilitación en unas zonas colonizadas por el Padre Nicoló para su trabajo con los niños de la calle. Basto anunciar la solución para que el Consejo comunitario de Acandí, en Chocó, donde está ubicada una de las granjas dijera que no y se espera una respuesta igualmente negativa desde el Parque El Tuparro.
El macabro escenario que era el Bronx quedó en evidencia en las últimas horas, cuando en las tareas de demolición aparecieron restos óseos entre los escombros de paredes. Al lugar acudió una comisión del CTI de la Fiscalía que ahora trata de establecer la magnitud de la fosa que puede ocultar la temible olla desmantelada.
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