En julio, la ministra de Educación, María Victoria Ángulo, dio luz verde para que estudiantes de colegios públicos y privados retornaran a la presencialidad. Tras 5 meses de la nueva normalidad, el departamento del Magdalena, con excepción de Santa Marta y Ciénaga que son autónomos, no tiene planes de regresar a las instituciones educativas. El gobernador Carlos Caicedo se mantuvo firme en su decisión apoyándose en los sindicatos de maestros.
Sin embargo, el plan de Caicedo de no autorizar el regreso a las clases tiene matices políticos a raíz de sus discrepancias con el presidente Duque. La visita express del presidente a Zona Bananera, Magdalena a inicios de septiembre no tuvo en cuenta al gobernador, fueron reuniones a puerta cerrada con alcaldes municipales y la clase política tradicional regional. La ninguneada molestó al Palacio Tayrona. A esto se le suma las diferencias entre la directora del ICBF, Lina María Arbeláez, y Caicedo quien reclama que nunca lo han invitado a participar en la agenda del ICBF o a trabajar en conjunto por la infancia del Magdalena.
Mientras que 340 mil niños y jóvenes del departamento no han regresado a la presencialidad tras permanecer casi dos años por fuera de las aulas a raíz de la pandemia, Duque no tiene dentro de sus planes mediar con el gobernador y sindicatos de maestros que lo respaldan.
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