La excontralora Sandra Morelli se vio obligada a suspender durante dos días la campaña con la que busca ser la nueva gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, en reemplazo de Roberto Vélez. Durante los días lunes y martes de esta semana tendrá que responder cargos ante la Corte Suprema de Justicia por presuntos delitos relacionados con irregularidades en la contratación y un supuesto peculados que habría cometido cuando dirigió el más alto órgano de control fiscal del país.
Morelli fue acusada por la Contraloría de haber favorecido indebidamente a terceros en 2012, cuando tomó en arriendo un ala del Centro Comercial Gran Estación de Bogotá para que funcionaria allí la Contraloría, luego de haber dejado la tradicional sede del centro de Bogotá que, según ella, estaba a punto de colapsar.
El proceso ha supuesto para ella un largo suplicio porque lleva ya más de diez años sin haber sido fallado a fondo. Los partidarios de que la elección del nuevo gerente de la Federación sea un proceso limpio y ajena a interferencias externas, confían en que esta situación no les otorgue ventajas comparativas a los otros dos fuertes candidatos de la terna: Santiago Pardo y Germán Bahamón.
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