Finalizando el 2022, el Junior de Barranquilla logró cerrar una venta que muchos creyeron salida de los cabellos. Miguel Ángel Borja, el delantero cordobés que la rompió con Atlético Nacional en 2016, dejó en club currambero para llegar al histórico equipo argentino, River Plate. En ese momento, el nivel del colombiano no era el mejor; pero aun así, las directivas del club millonario decidieron darle el aval y lo contrataron como el delantero estrella.
🚨Miguel Borja es nuevo refuerzo de #River, tal como adelantó @hugorbalassone.
— César Luis Merlo (@CLMerlo) June 29, 2022
*⃣ Tanto Junior como Palmeiras aceptaron la oferta de u$s 6.500.000 por la totalidad del pase.
*⃣Una vez superados los chequeos médicos, firmará contrato hasta diciembre de 2025. #TratoHecho pic.twitter.com/h46HNNjVfg
Ahora bien, después de varios meses y decenas de partidos jugados, parece que la llegada de Miguel Borja a Argentina fue lo peor que pudo pasar. Sí, el delantero ha firmado compromisos importantes, e incluso le hizo un gol a Boca en el ultimo clásico; pero su falta de regularidad y de eficacia en los momentos clave del equipo, lo han sepultado a ser uno de los jugadores mas odiados. Su última pifia fue en la Copa Libertadores, donde pudo haberle dado la victoria al equipo de la banda cruzada, pero al final lo dejó en la cuerda floja.
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Y es que el cordobés se comió un penal en el minuto 76, que pudo haber significado tres puntos de oro para River Plate. El equipo se ubica ultimo del grupo D de la competición internacional, y si hubiese logrado la victoria en Perú, contra Sporting Cristal, hubiese llegado a empatar con The Strongest en puntos, y no estaría a puertas de la eliminación tanto de la Libertadores, como de la Sudamericana.
Renato Solís se hizo gigante ante Miguel Borja. pic.twitter.com/OUJWSIrK8Q
— Pablo Giralt (@giraltpablo) May 26, 2023
No hay duda que aquellos que pensaron que la llegada de Borja a River Plate era una locura, tenían razón. En el tiempo que lleva en el equipo millonario solo ha anotado 15 goles en 39 partidos, y siempre termina flaqueando en los momentos importantes. Parece que el delantero ya no tiene jerarquía, y eso es lo que necesita un club como el argentino.