No debería ser la conclusión lógica que ahora se lea para no creer. Cómo deviene este misterio de desnaturalización de la lectura. Leer lo siguiente demuestra cómo se avanza de incredulidad en incredulidad:
“Alrededor de 2005, China superó a EE. UU., para convertirse en el mayor emisor del mundo, impulsada por una revolución industrial que el mundo nunca había visto. Entre 2000 y 2012, China duplicó la producción mundial de acero. Hoy en día emite más dióxido de carbono que Estados Unidos y la UE juntos” (…).
“En 2019, China produjo seis veces más acero que la UE. Se produce ocho veces más aluminio. Las empresas suizas y francesas son actores importantes en el mercado mundial del cemento, pero China produce el 58% de todo el cemento en todo el mundo” (…).
“Actualmente no disponemos de soluciones tecnológicas para descarbonizar ninguno de estos procesos. Europa tiene competidores de alta tecnología en todos los sectores difíciles de descarbonizar y una considerable capacidad de investigación y desarrollo, pero son eclipsadas por la escala de los mercados de China y su establecimiento de investigación en rápida expansión”.
Si eso es así, la dirección del Partido Comunista Chino al asumir las banderas que le dirimiera uno de sus máximos líderes de la vieja guardia Den Tsiao Ping, no solo ha sido correcta, sería digna de imitar. Si la propuesta de Tsiao Ping fue No importa que los gatos sean pardos con tal que cacen ratones, cuánto socialismo podría instaurarse en nuestros gobiernos de occidente, asumiendo que fueran democráticos. Es indudable que necesitamos gatos de distinto pelaje en América Latina.
¿Podría ser esa la ruta que trazará Joe Biden ante el clamor de su eventual triunfo y la insurgencia de la votación anunciada por el socialismo democrático en Estados Unidos?
Esa podría ser la próxima noticia increíble.
Aunque tendría que rivalizar con esta que le está dando la vuelta al mundo, que no sale de su estupor: “El 22 de septiembre, el secretario general del Partido Comunista de China, Xi Jinping, hizo un anuncio sorpresa: China apuntaría a la neutralidad de carbono antes de 2060”.
Para darse una idea de lo increíble de este anuncio, cito al final la tabla que compara las tarifas de descarbonización que se ha autoimpuesto China, versus las que en correspondencia debe autoimponerse Europa.
Sources: European Environment Agency; Y Shan, Q Huang, D Guan and K Hubacek (2020), ‘China CO2 emission accounts 2016-2017’, Scientific Data 7:54
Esa tabla debe leerse muy bien. Si arriba se señala que no existen hasta el momento “soluciones tecnológicas para descarbonizar ninguno de estos procesos”, entonces China de alguna manera está anunciando también que los tiene listos para implementar o que están a la vuelta de la esquina. Y esto colocaría a China a la vanguardia del mundo.
China estaría casi por decir: no importa que los gatos sean pardos con tal que cacen futuros.
En cambio, Bolsonaro está carbonizando la Amazonía brasileña. Lo cual sería de una increíble estupidez; es decir, para ponerle tamaño y apellido a semejante agravio, debe anotarse que para la ciencia la riqueza del entorno selvático no está en el suelo sino en la biomasa, materia orgánica, que carga; es decir esos suelos son extremadamente pobres; entonces la Odisea del héroe Bolsonaro de la derecha latinoamericana es para incrementar la latifundista ganadería brasileña a razón de ¡una res por hectárea!
Como Bolsonaro le está expropiando al mundo la tierra por donde respira, ¿será que Brasil ha entrado en una fase de acumulación originaria de capital global; en este caso, atraco público de bienes básicos; acumulación que viene chorreando lodo y sangre por todos los poros, según dijo alguien muy conocido? Sí, porque es indudable que semejante crimen ya se está pagando con sangre.
Habrá algo más increíble que eso. ¡Si!
Ninguno de los países amazónicos ha protestado contra Bolsonaro.
Ninguno de los países ha ventilado su indignación ante el foro de la OEA, menos ante la ONU, pues ningún país del mundo lo ha intentado, ni siquiera China.
Ahora bien, el anuncio chino se está haciendo a la par de la continuidad de todas sus otras políticas, por ejemplo: “La huella de China (sería) aún mayor cuando consideramos la inmensa ambición de la Iniciativa de la Franja y la Ruta”.
Emisiones de CO2 de 2017 (millones de toneladas): Estados miembros de la UE frente a provincias de China
Nota. Tanto las citas como la tabla son tomadas de China sube al escenario climático, firmado por Adam Tooze y publicado el 19 de octubre de 2020. El "artículo es una publicación conjunta de Social Europe e IPS-Journal".
