La cantautora colombiana Martha Elena Hoyos, una voz comprometida con la historia musical y las sonoridades de nuestro continente, está recorriendo el país con su producción musical Mujer América. Se trata de 16 obras de la cantatutora que hablan de historia, leyenda, conciencia y libertad, obras que resuenan despertando identidad en este año de conmemoración bicentenaria.
En las canciones de Martha Elena Hoyos, Policarpa sueña la Colombia que aún espera, La Gaitana vive en la redención de las mujeres que no quieren más hijos para la guerra, y la Madre Bachué renace desde el olvido de un país que ya no le recuerda a las nuevas generaciones a una de nuestras deidades sagradas, nuestra “Pachamama colombiana”. La obra acaba de ser presentada también para celebrar el Camino del Quindío en Boquía, paso patrimonial del Libertador Simón Bolívar.
¿POR QUÉ CANTARLE A MUJERES DE AMÉRICA?
Siempre he sido una defensora y gestora del trabajo de las mujeres. Durante 24 años he hecho parte del colectivo de Agenda Mujer, soy la autora de Mayra un personaje femenino de caricatura que se ha paseado conmigo por el continente trabajando círculos de taller, y también promuevo redes de cantautoras por América. En el Festival Bandola estamos próximos a cumplir 15 años de realizar el Cantorío de Mujeres. Así que todo éste sentir de lo femenino, promover la tarea de las mujeres como acción de autonomía, creación, propuesta, cuidado del planeta, valentía, son motivaciones que me llevaron hace algunos años a indagar sobre mujeres míticas, mujeres leyenda e historia del Continente, y ahí empezó el río de composición de Mujer América.
SU TRABAJO INCLUYE DOS VOLUMENES: WAYKAMARINTIA Y POLICARPA. HÁBLEMOS DE CADA PRODUCCIÓN…
Sí, en la medida en que fuimos avanzando en las grabaciones, sentí que deberían ser dos discos; separados, pero integrados en una misma presentación, bajo el concepto amplio de exaltar mujer y territorio. Los volúmenes pueden adquirirse de manera individual, o juntos, unidos por elsello Bicentenario.
Waykamarintia, que es el volumen I, integra cantos dedicados a mujeres de nuestros pueblos originarios, históricas o de leyenda. El nombre de esto volumen hace alusión la princesa hija del Cacique Calarcá, que según la tradición oral de la región habitó los territorios de Peñas Blancas y el Valle de Cocora, que son, además, lugares cercanos a donde vivo en el Quindío, y que he recorrido montones de veces, sintiendo su atmósfera, su paisaje. Waykamarintia es una leyenda tras la que ando hace rato, porque no se dice mucho de ella, solo que luego de la muerte de su padre se enamoró de un Cacique Quimbaya y declinó de su trono pijao. Pero eso ya era suficiente para empezar a explorar arquetípicamente su alma. Y el resultado han sido dos poemas y una canción. Espero que sea la canción sea un nuevo símbolo y referente del territorio llamado antiguamente “Kakataima”. Al lado de esta obra, compuse un canto Bachué y a La Gaitana. Y un canto al Yuma, nacimiento del Río Magdalena, que se une al de la Nodriza, poema del gran Aurelio Arturo que musicalicé hace algunos años. Tamién está en este volumen un canto a María Dominga Cuero, una mama negra que conocí en el Pacífico colombiano y que representa múltiples valores como el comadrazgo, la capacidad de sustentar.
El volumen II, Policarpa, encarna la historia de decenas de mujeres que como ella se jugaron la vida por la Libertad, muchas de ellas anónimas. Policarpa es una canción que trae el espíritu de las mujeres comprometidas con la Patria Nueva, con el sueño de la Independencia, una obra que escribí al lado del bambuco a Manuela Beltrán, a su contundente arrojo comunero y también se integra aquí una obra dedicada a la gran Manuelita Sáenz, el amor de Bolívar. Esta la escribí justamente adaptando los versos de una carta que el Libertador le escribe, cuando un día ella entra al Congreso sin que él esperara su presencia. Es muy conmovedor este episodio.
POR QUÉ ESCRIBIRLE A MUJERES QUE YA NO ESTÁN
Porque a su paso por la historia dejaron una huella que todavía sigue teniendo sentimiento y razón. Todas las obras de Mujer América, --canciones como la que escribí a María Cano, a Violeta Parra, a las Juanas y Adelitas--, están conectando estas vidas con el presente. Trayendo al hoy sus mensajes y sus desafíos. Se trata precisamente de poner ese pasado al frente y de dejarnos tocar por sus historias, simbolismos y sentidos, pues muchas de sus búsquedas están vigentes, sus preguntas aún nos interrogan y emplazan.
QUÉ PASARÁ CON ESTAS CANCIONES CUANDO PASE EL FRAGOR DEL BICENTENARIO
Creo que son canciones que se quedarán para siempre en el corazón de la gente, y como parte integral de mis conciertos, pues estas obras trascienden a su vez el Bicentenario. Nombran el valor y la sacralidad de lo femenino desde mucho más atrás, y todo el tiempo consultan el presente. Así que obras como Corazón y Vientre, Hilito de Agua, La Gaitana, estarán siempre a la vanguardia como muchas otras de esta obra. Y en cuanto al Bicentenario, la comisión nacional que lo preside ha expresado que se conmemorará hasta el 2023, así que tenemos un espacio interesante no solo para cantar en este contexto sino para tallerear y hacer pedagogía con múltiples grupos a través de las canciones. Mujer América también se ha ido consolidando como una marca, como un símbolo de mi trabajo cultural constante en el Continente, donde aún hay mucho por seguir recorriendo, investigando, son múltiples y profundos los caminos que me llaman.
CUÉNTENOS DE SUS PRÓXIMAS AGENDAS
Viene el festival de la poesía Nave de Papel de Manizales, el Festival Bandola de Sevilla y una presentación muy especial en Tunja, donde estamos realizando un ensamble con la Banda de la Universidad Central, unido a un grupo de violines y cellos, para interpretar una selección de obras de Mujer América con este bello ensamble. Todo bajo la dirección del maestro Gustavo Adolfo Jaramillo.
En septiembre esperamos estar en Argentina y Bolivia para nuevas proyecciones de Mujer América. Les invitamos a seguirnos en www.mujeramerica.com mi nueva página, y en redes.
