Hoy, el pueblo colombiano se deslumbra con la manera cómo la selección de fútbol juega en Brasil, lloramos con cada gol que ha marcado James Rodríguez; cada vez que Juan Guillermo Cuadrado hace una gambeta nos emocionamos y cuando vemos al "mariscal", Mario Alberto Yepes, barrerse por un balón se nos llena el corazón de patriotismo, de júbilo por nuestra camiseta. Es impresionante lo que el deporte nos hace sentir, es inigualable el sentimiento tan espectacular que nos inundaba el día en que nuestro guerrero Nairo Quintana subía "como una moto" (así lo expresaba el narrador de ESPN) por las montañas italianas o si no es suficiente, ¿qué tal el día en que nuestra medallista olímpica Mariana Pajón, montada en su bicicleta, saltaba y pedaleaba con el alma para darnos ese logro en la máxima competencia para un deportista? Con solo recordarlos un poco, se me eriza la piel, se me quieren salir las lágrimas y quiero salir a decirle al mundo que soy colombiano, que Colombia es más que drogas, maleantes y guerra.
Colombia, este país donde no solo para jugar fútbol somos buenos, sino que en ciclismo somos de lo mejor de América, en patinaje no creo que nadie se nos iguale, en boxeo "damos la pelea" casi siempre, en levantamiento de pesas estamos ahí dando de qué hablar, en atletismo se han venido obteniendo grandes resultados, en lucha hemos tenido medallistas olímpicos, en beisbol hemos tenido y tenemos buenos exponentes en la MLB, y demás deportes en los que el país se ha notado a nivel internacional (una pena no poder anotarlos todos aquí).
Tenemos el talento para el deporte, poseemos el biotipo adecuado para ser potencia a nivel mundial en cualquier disciplina que busquemos figurar, pero, como todo en nuestro país, se estanca por falta de apoyo.
¿Será que no podemos ser potencia suramericana en baloncesto, sabiendo que tenemos tanto talento y unos biotipos impresionantes en este territorio? ¿Será que en voleibol no podemos disputarle a Argentina, Brasil, Perú, Venezuela o Uruguay una medalla?
¿Será que en atletismo el país no puede obtener una cantidad mayor de logros a la que ha llegado en los últimos tiempos?
¿Será que Colombia no merece un Ministerio del Deporte, en donde se ejecuten obras, en donde se concreten proyectos de inclusión para que el país le otorgue a los jóvenes una oportunidad más de supervivencia en este mundo que les ha tocado?
Sin duda que la respuesta a estos interrogantes no puede ser más que afirmativa, pero lo que falta son hechos, propuestas que se concreten y que, obviamente, tengan cabida para hacerse realidad, tampoco se trata de que de la noche a la mañana le compitamos a los Estado Unidos o a China en unos juegos olímpicos el primer puesto, pero que sí pasemos del segundo lugar en el que estamos a nivel suramericano, por detrás de Brasil, quienes en los pasados Juegos Suramericanos nos sacaron 57 medallas de oro. Yo soy de los que piensa que entre Colombia y Brasil no hay 57 medallas de oro de diferencia, yo pienso que la diferencia la hace que el país vecino ejecuta y aprovecha lo que tiene, si se propone a realizar un mundial de fútbol lo hace; si dice que en el 2016 los Juegos Olímpicos van a llevarse a cabo en la tierra de la samba, así es. Sueñan y lo hacen realidad, otra cosa son los problemas y demás temas que tengan a nivel social, pero centrémonos en que lo que sueñan lo obtienen.
Sería estupendo que se concretara una idea como esta y más ahora que el país está dando de qué hablar tan seguido en el ámbito deportivo a nivel mundial. Así que no queda más que soñar, que esperar a que alguien pase el proyecto y que salga a flote, que se dé y que cuando esto ocurra no sea sino para que de nuestras tierras salgan más James, Marianas, Katherines, Nairos, Rigobertos y muchos más de nuestros grandes deportistas que día a día se matan en sus disciplinas por dejar sus nombres y el de todo un país en alto.
PD: el viernes 04 de julio, quedará más que demostrado que Colombia no está a 57 medallas de Brasil, ni por el ...
