Memoria histórica de Villarrica (por uno de los pocos combatientes sobrevivientes: el teniente Páez)

Memoria histórica de Villarrica (por uno de los pocos combatientes sobrevivientes: el teniente Páez)

Su paso por la guerra le hizo entender que los gobernantes son incapaces de resolver la problemática social de entonces en Villarrica y ahora en el país

Por: EDISON PERALTA GONZÁLEZ
mayo 16, 2024
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Memoria histórica de Villarrica (por uno de los pocos combatientes sobrevivientes: el teniente Páez)

Casi todos los que habían sobrevivido a los horrores de la guerra de Troya
estaban de nuevo en sus hogares tratando de sobreponerse a la cruel angustia del recuerdo
(La Odisea. Homero Cap.I)

Uno de los pocos excombatientes que aún sobreviven a la epopeya de la Guerra de Trincheras de los campesinos de Villarrica, acción heroica solo comparable con la Guerra de Troya que describe Homero en la obra cumbre de la literatura universal, es Víctor Pulido, el teniente Páez.

Cuando se reiniciaron las confrontaciones con el ejército de Colombia en 1955 este cadete de la jungla con apenas dieciséis años ya tenía en su haber una larga experiencia en combates con la policía Popol, pájaros y mercenarios del partido conservador que se habían ensañado con cientos de familias liberales del Sagrado paraíso de los Cuindes. Era apenas un niño y seguramente se inmortaliza en la gesta villarricense con el apellido del prócer de la independencia americana General José Antonio Páez.

Tal vez nuestro imberbe cadete se impresionó con la consigna del Libertador “Siempre es grande, siempre es noble, siempre es justo conspirar contra la tiranía, contra la usurpación y contra una guerra desoladora e inicua (…) Sin duda la espada de los libertadores no debe emplearse sino en hacer resaltar los derechos del pueblo (…) La insurrección se anuncia con el espíritu de paz. Se resiste al despotismo porque éste destruye la paz, y no toma las armas sino para obligar a sus enemigos a la paz”.

Ahora, en la guerra de trincheras, el teniente Páez combatía al lado de Richard, Diamante,Tarzán, Gavilán, Eusebio Prada, Avenegra, entre otros comandantes que integraban el Estado Mayor de las Guerrillas Campesinas de Villarrica. Afirma:” Ya habían dado la orientación de que cada campesino tuviera su escopeta lista, su arma de fuego y el que tuviera un fusil, que le comprara pertrecho.

Entonces, ya había preparación”. La necesidad de defender la vida llevó a los campesinos villarricenses a desarrollar estrategias para hacerle frente al avance del Ejército. Por eso, rápido, de la noche a la mañana se organizaron los comandos militares con todas sus normas, sus comandantes, sus remplazantes, sus sitios de vigilancia y de pelea”. Para ese momento, la guerrilla campesina seguía la misma estructura jerárquica del Ejército. Pero nadie imaginaba lo que se les venía encima con la declaratoria de guerra oficial en el Sumapaz”.

Víctor Pulido señala que la desproporción de los bandos enfrentados era evidente: “A Villarrica nos metieron el Batallón Colombia completo, con toda la técnica moderna en armamento y en la táctica. Nos metieron 13 aviones dotados en esa época de un poderoso explosivo que se llama la bomba napalm y otras de alto poder incendiario”. La plaza del pueblo, que antes había sido escenario de días de mercado, se convirtió en helipuerto militar o base de los tanques de guerra que disparaban día y noche hacia la zona rural de Villarrica”

¡Qué ironía! Un hermano del teniente Páez, hijo de Villarrica, murió en una de las trincheras del batallón Colombia en la guerra de Corea cuando el falangista conservador Laureano Gómez para congraciarse con los gringos envió más de cinco mil soldados a combatir y matar comunistas en ese país asiático dejando en los campos de batalla 163 muertos, 448 heridos, 30 prisioneros de guerra y 60 desaparecidos. Los demás regresaron al país a convivir con la miseria y la locura envueltos en sus recuerdos y tristes medallones.

Después de las guerras de Villarrica El Teniente Páez deja entrever que fue uno de los cofundadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Farc. bautizadas en la Segunda Conferencia en las estribaciones de la cordillera de Sumapaz en las riberas del río Duda y participó activamente en las luchas de Marquetalia y Riochiquito que comandaba Manuel Marulanda Vélez, con un buen número de excombatientes de la guerra de trincheras de Villarrica. Pronto cayó preso y fue condenado a 20 años, dice, pero por rebajas y otras prebendas solo pagó cuatro años de cárcel.

Hoy en su senectud “el teniente Pulido” héroe de las guerras campesinas de Villarrica solo aspira a que se abracen de nuevo los fusiles y que no regrese la muerte a ensañarse con los hijos de los Cuindes y desheredados de la tierra antes que vuelvan a ocurrir otros 63 años de guerras, desplazamientos y masacres.

“Hoy los modernos neoliberales con sus políticas nefastas e indolentes pretenden hacerle creer a las nuevas generaciones de villarricenses que aquí no pasó nada y que solo fue un cuento de “comunistas, bandoleros, chusmeros y pobres que debe festejarse todos los años con toros, parrandas y aguardiente para negar las raíces históricas de las guerras campesinas de Villarrica, ocultar la responsabilidad del estado colombiano, hacendados y clases dominantes y limpiar la injerencia del gobierno norteamericano en las matanzas”.

La gesta heroica de los campesinos de Villarrica que antecedieron a la fundación de las Farc no fue tenida en cuenta en los diálogos de la Habana y menospreciada su escogencia por la gobernación del Tolima como zona veredal de rehabilitación de las guerrillas en su etapa de reincorporación a la vida civil. Años atrás una columna guerrillera se tomó a sangre y fuego la cabecera municipal causando destrozos y muertos y numerosos heridos que aún sus habitantes no han podido perdonar. Las Farc habían cometido uno de los mas grandes errores de sus luchas ensañándose contra una pequeña población que los había visto nacer hace mas de sesenta años al lado de Richard, Jacobo Arenas, Efraín Guzmán, Eusebio Prada, Enoc Leal, Rafael Castellanos, los hermanos Mora, Cuellar, Naranjo, Libertador y tantos otros que derramaron su sangre en las veredas de Villarrica.

“Las lecciones que a Víctor Pulido “El Teniente Páez” le dejó su paso por la guerra de Villarrica y demás peripecias como guerrillero le permiten señalar que “fueron grandes luchas que le dejaron la experiencia de saber que los gobernantes son incapaces de resolver la problemática social vigente entonces en Villarrica y después en toda Colombia”

Bibliografía:

  • La Odisea. Homero
  • Una Guerra sin Memoria. Sara Camila Prada Herrera.
  • Ser Guerrero del Libertador. General Álvaro Valencia Tovar
  • Guerra en Corea. Batallón Colombia
  • Torturas. Lágrimas y Sangre. Obra del autor
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