Al sur del río Caquetá, a una distancia de cuatro horas de recorrido aguas abajo (unos 150 kilómetros) se llega al caserío donde nuestros protagonistas desarrollan su labor diaria, que los ha convertido en los mejores del Putumayo.
Desde el municipio de Puerto Guzmán, distante a 35 kilómetros del Aeropuerto Cananguchal de Villagarzón, y donde se llega por carretera destapada, está la sede administrativa del municipio. Aun así, el epicentro de esta historia es de poco creer. En la inmensidad de la selva profunda se desarrollan los labores del día a día, que ha convertido a esa comunidad en el primer productor de ganado de ceba del departamento y de la producción y comercialización de leche. Sí, es en la denominada Inspección de Mayoyoque donde cerca de dos mil personas hoy se dedican a esa labor agropecuaria, y en reciente encuentro ganadero en Puerto Asís, recibieron el reconocimiento de los ganaderos organizados.
Un proyecto que inició hace alrededor de diez años, según nos cuenta Leonardo Marroquín, quien combina dos actividades entre la instrucción en marroquinería y el apoyo al sector ganadero en esa región.
Ante adversidades constantes de otrora, hasta la tranquilidad inmensa y total de la que hoy goza la comunidad y quien lo creyera, ni siquiera la subversión se mete con los colonos y campesinos, se disfruta de la mayor tranquilidad de la historia en Mayoyoque.
Comunidades que en algún momento fueron influenciadas de la zona de distensión, y su cercanía geográfica con Solano, Solita, Cartagena del Chairá, entre otros, dejó muchas marchas imborrables por culpa del accionar violento y del conflicto. Hoy se respira tranquilidad, posibilidades de trabajo y convierte a esa región en un pilar que aporta a la economía que lamentablemente para los gremios de Putumayo, se fuga al Caquetá, porque toda la producción de ganado y leche posee esa línea de comercialización.
Hoy Puerto Guzmán, y gracias al impulso de los campesinos ganaderos de Mayoyoque, es el municipio número uno en producción, por encima, incluso, de Puerto Leguízamo, el municipio más grande en extensión del Putumayo y de Puerto Asís.
Todas las mañanas, muy temprano, luego del ordeño, se recogen las cantinas que son llevadas de las veredas y caseríos distantes a cinco o seis horas de camino a lomo de mula, para que la leche sea procesada y convertirla en queso de exquisita calidad. Ganado se mueve todo el año, entre seiscientos y mil novillos son llevados al puerto mensualmente. Como la carretera aún no está concluida, y aunque se ha conocido de la misma comunidad que las autoridades regionales han pretendido invertir recursos para continuar la carretera, la comunicación esta interrumpida, lo que impide el comercio con su cabecera municipal. Gracias al río Caquetá, ellos progresaron.
Para muchos que han venido conociendo esa iniciativa, incluso desde las instituciones, se han visto sorprendidos al conocer las cifras en vacunación y producción del ganado. Durante el primer ciclo que se cumplió en mayo fueron vacunadas alrededor de seis mil cabezas de ganado, de las cerca de 32 mil existentes en esa inspección, que los pone como ejemplo capaces de sostener su vocación agropecuaria y dejar de lado los cultivos ilícitos, que es el fenómeno que no ha logrado filtrarse en esa comunidad.
