Los chocoanos sin distinciones políticas, étnicas y religiosas han defendido en los últimos tres siglos su integridad territorial. Negros, mestizos e indios han luchado en contra de las desmembraciones del Chocó. De allí la importancia de hacerle unas precisiones históricas a los líderes de la defensa de Belén de Bajirá, que han creído que son los únicos mártires en las centenarias disputas fronterizas chocoanas y que el litigio limítrofe con Antioquia, es el principal problema que tiene el Chocó.
Obviamente que los chocoanos debemos defender nuestro territorio del expansionismo de los departamentos vecinos y en eso existe unidad de criterio, pero más allá de esa lucha, debemos afrontar con más realismo cómo sacamos adelante un departamento inmerso en una profunda crisis económica e institucional y que amerita una reingeniería administrativa en todos los niveles de la administración pública.
Una crisis estructural que va más allá de un litigio territorial, dado que el Chocó no tiene un plan económico, ni minero energético, ni forestal y menos agrícola para sacar de la pobreza a miles de chocoanos. Observamos algunos de sus líderes enfrascados en debates que si bien son importantes no son los más apremiantes para resolver la aguda crisis que afronta el Chocó.
Por la egolatría y los intereses individuales, aquellos líderes pretenden desconocer las históricas luchas de muchos chocoanos en contra de las desmembraciones del Chocó desde el siglo XX. Es importante reconocer el papel de Leopoldino Machado, Freddy Lloreda Palacios, Amaurys Arteaga, Henrry Chaverra y otros compañeros por el sacrificio, el tesón y el protagonismo en la defensa territorial de Belén de Bajirá, en el litigio con Antioquia.
Sin embargo, es necesario aclararles que no son los únicos que han asumido ese reto en la historia de los litigios de límites del Chocó, como equivocadamente han pretendido erigirse en defensa de sus intereses personales. Han sido varias las generaciones de chocoanos que lo han hecho, motivados por el amor a su tierra. Por el desconocimiento que tienen de la historia de los litigios de límites del Chocó, y revestidos de una egolatría y arrogancia de faraones de aldea, han pretendido desconocer las centenarias luchas de varias generaciones de chocoanos-.
En sus afanes de auto erigirse mártires, descalifican a otros chocoanos que luchan desde otras orillas y los tildan de enemigos del proceso por el simple hecho de no comulgar con sus cálculos políticos e intereses económicos. Cuando es claro que en un litigio de límites no triunfa el que más grite y el que más insulte, sino el que mejor estructura su estrategia de defensa su tentado en sus derechos ancestrales sobre determinado territorio.
Lo conflictos de límites, entre el Chocó y Antioquia no son nuevos, su origen data desde la época de la conquista. El actual conflicto por Bajirá hace parte de esa zaga de más de cinco siglos de litigios territoriales por el control del Darién. De manera que estos líderes que velerosamente han asumido el reto de afrontar este nuevo episodio en esta larga historia de litigios y que valoramos, pero que no son los únicos que han tenido ese valor de defender la integridad territorial del Chocó.
Equivocadamente se erigen como los únicos sacrificados, descalificando el papel de otros chocoanos y de varias generaciones que han luchado en contra del expansionismo de Antioquia, Valle y Caldas (antes de la creación de Risaralda). Chocoanos que lo han hecho sin dedicarse a vivir de esa lucha como algunos de los nuevos “mártires”.
Fueron íconos de las luchas en contra de las desmembraciones del Chocó, después de la independencia cuando Antioquia, Cartagena y Panamá, pretendieron desmembrar al Chocó, José María Valencia, Inocencio de Cucalón, José Ignacio Valenzuela, Manuel Borrero, Joaquín Andrade y Vicente Mahecha, entre otros. Luego Nicomedes Conto y Ponto, Regulo Ibáñez, Gonzalo Zuñiga, Manuel María Lozano, Eduardo Ferrer y entre otros.
En las primeras dos décadas del siglo XX, fueron adalid de esas luchas: Andrés Fernando Villa, los hermanos Reinaldo y Jorge Valencia Lozano, Delfino Díaz Ruiz, Gerardo García Gómez, Rodolfo Castro Torrijos, Heliodoro Rodríguez, Cicerón Ángel y Alfonso Meluk. A partir del decenio de los años 30 del siglo XX, se destacaron: Alfonso Meluk Salge, Daniel Valois Arce, Diego Luis Córdoba, Ramón Mosquera Rivas, Armando Meluk, Pragmacio Ayala, Osias Lozano Quintana, Guillermo Henrry Cuesta, los hermanos Ricardo y Dionisio Echeverry Ferrer, Ramón Lozano Garcés, Francisco Córdoba, Emiliano Rey Barbosa, Salomón Salazar, Adan Arriaga Andrade, Manuel Mosquera Garcés, Eliseo Arango y el cacique de Togoromá, entre otros chocoanos y chocoanas.
En 1954, cuando Gustavo Rojas Pinilla intentó desmembrar al Chocó para repartir su territorio entre Antioquia, Valle y Caldas, fueron valerosas las posturas de Diego Luis Córdoba, Doña Libia de Valencia, Aureliano Perea Aluma, Neftalí Mosquera, Daniel Palacios Martínez, Ramón Lozano Garcés, Gabriel Meluk Aluma y el hombre orquesta de esa lucha fue Primo Guerrero Córdoba. Los chocoanos salieron a las calles a luchar en contra de la desmembración. En Conclusión: la defensa de Bajirá debe convocar la voluntad de todos los chocoanos por encima de la egolatría y los intereses de ciertos líderes que han pretendido convertir esa lucha en un negocio personal. Continuará.
