En Cartagena la gente sabía que Antonio Quinto Guerra tenía todas las posibilidades de llegar a la Alcaldía. Con toda la clase política tradicional y un importante grupo de empresarios de su lado, venía cantando victoria prácticamente desde que inscribió su candidatura, que logró superar hasta los señalamientos del procurador Fernando Carrillo, quien estaba seguro de que Quinto Guerra estaba inhabilitado. Sin embargo, el CNE le dio vía libre para que llegara al Palacio de la Aduana.
Los cartageneros sabían que Quinto Guerra sería su nuevo alcalde, y decidieron no salir a votar. Ni siquiera le dieron el apoyo a los otros candidatos y la abstención fue del 77.3%. Guerra solo sacó 72.111 votos en comparación a las elecciones de hace 2 años cuando perdió con 100.000 votos frente al destituido Manolo Duque que logró 126.000. Quienes respaldaron a Quinto Guerra saben que detrás hay un número de proyectos bastante grandes y es un botín billonario para trabajar con la alcaldía. Guerra estará 18 meses al frente de la ciudad que espera salir del hueco negro de incertidumbre, pues este es el noveno alcalde en 5 años.