Lo que necesitamos en Colombia es comunismo

Lo que necesitamos en Colombia es comunismo

"El comunismo es una utopía y quienes, auto-designándose salvadores de la sociedad, lo han impuesto, lo único que persiguen es la distribución de la pobreza"

Por: Mauricio Arango
marzo 21, 2017
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Lo que necesitamos en Colombia es comunismo
Foto: Archivo semana.com

La crítica de Marx al capitalismo de su época, fue la fuente de inspiración del comunismo, que surgió como la mejor alternativa para la conformación de una sociedad menos injusta; pero, como entre el capitalismo de Marx y el actual capitalismo hay diferencias abismales, el comunismo ha dejado de ser alternativa válida para superar las injusticias del sistema.

Existían entonces, en tiempos de Marx,  los dueños de los medios de producción, por una parte y los asalariados, por la otra. Estos últimos eran los encargados de transformar las materias primas en productos finales, agregándoles valor y generando la plusvalía, que necesariamente paraba en los bolsillos de los dueños de los medios de producción.

Los proletarios, según Marx, tenían derecho a reclamar para ellos la plusvalía, pues no parecía justo que el empresario se apropiara de ella. Surge entonces la idea de convertir al Estado en el único dueño posible de los medios de producción para que, siendo el pueblo trabajador y proletario, el dueño del Estado, la plusvalía quedara teóricamente en sus manos y no en las de unos pocos.

Los partidos comunistas, a cargo de los gobiernos de los Países que han adoptado el sistema comunista en sus más radicales y originales versiones, han creado unos Estados enormes, repletos de Organismos represivos y estructuras piramidales donde la única igualdad clara es la de los proletarios, ya que todos quedan siendo pobres por igual, mientras los dirigentes del partido y los agentes del Estado, forman parte de una élite especial, merecedora de todos los reconocimientos económicos y sociales.

¿Ha visto usted, alguna fotografía de la cartilla de racionamiento de algún miembro de la familia Castro de Cuba?

¿Ha visto usted en alguna fotografía, alguno de los parientes de Chavez, haciendo fila para comprar algo en un supermercado de Caracas?

¿Sabe usted dónde y cómo viven los hijos de los comandantes de las Farc?; y, de paso, ¿ya vió como son los campamentos de los guerrilleros rasos?, y alguien sabe ¿cómo y dónde viven los miembros del secretariado?

El comunismo es una utopía y quienes, auto-designándose salvadores de la sociedad, lo han impuesto, lo único que persiguen es la distribución de la pobreza entre la base social, mientras la plusvalía y los beneficios de la producción industrial, para los Estados que oprimen, es solamente para ellos y sus privilegiadas familias.

Pero los países en los que puede ejercerse la libertad de empresa y la propiedad privada es un derecho inalienable; donde la libre competencia es el motor del desarrollo y donde la iniciativa privada es el elemento gestor y generador de la riqueza, se llega sin necesidad de abrazar la doctrina comunista, al mismo llanito.

El Estado, cuando el sistema de producción es capitalista, tiene la obligación de redistribuir el ingreso entre toda la sociedad, con el fin de eliminar de alguna manera los desequilibrios sociales y, para el efecto, les cobra impuestos a las empresas y a las personas naturales; con estos dineros crea infraestructura y presta servicios, para que la sociedad pueda beneficiarse de éstos por igual.

¡Excelente teoría!

Sin embargo, si el Estado es demasiado grande y sus agentes son deshonestos, los impuestos recaudados solamente alcanzarán para la propia subsistencia de aquel y para llenar los bolsillos de aquellos.

Nuestra querida Colombia, cuyas instituciones se han conformado sobre la marcha después de la Independencia, a la medida y conveniencia de toda suerte de políticos a lo largo de 200 años, es un claro ejemplo de un País, donde el dinero de los impuestos y las rentas del Estado solo sirven y alcanzan para pagar los sueldos de los políticos y de los funcionarios públicos y para que éstos a su vez mejoren sus patrimonios personales. De otra manera no podría explicarse la ausencia del Estado en más de la mitad del territorio Colombiano, la carencia de servicios de salud, la falta de oportunidades de educación, la inseguridad y el atraso en las vías de las principales ciudades, entre muchas otras falencias…

Me pregunto y no me canso de hacerlo: ¿El malo será nuestro sistema de producción?, ¿Será malo el derecho a la propiedad privada industrial?, ¿Serán la libre competencia y el libre mercado tan perversos como nos lo quieren hacer creer los comunistas?

No lo creo. Mi respuesta es NO a todas las anteriores y pienso que la revolución que necesita el País no es para cambiar el sistema económico imperante. Necesitamos una revolución que modifique las Instituciones del Estado, que condene con la mayor severidad posible a los políticos y a los funcionarios corruptos y que a los cargos y dignidades de las tres ramas del poder, el legislativo, el ejecutivo y el judicial, solamente lleguen personas dignas de estos.

Muchos de los políticos que nos han gobernado a lo largo de nuestra historia republicana son los responsables del atraso de Colombia y estoy convencido que ellos han sido mucho más dañinos para el País, que los narcotraficantes y las guerrillas.

Hay que reformar el Estado y purgarlo para que arroje todos los parásitos que lo están consumiendo ahora y lo han consumido por años…

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
En el Caribe comes o pagas energía

En el Caribe comes o pagas energía

Nota Ciudadana
Rosario Tijeras, 25 años: la 'femme fatal' de nuestra literatura y cine nacional

Rosario Tijeras, 25 años: la 'femme fatal' de nuestra literatura y cine nacional

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--