No se puede tapar el sol con un dedo. Las Insta Stories son una copia de Snapchat. Kevin Systrom, máximo CEO de Instagram lo aceptó en una entrevista publicada por techcrunch. Dijo textualmente que “Snapchat se merece todo el crédito” por haber sido pionero en el envío de vídeos cortos que se autodestruyen 24 horas después de publicados.
Según Systrom, hoy en día ya no es importante quién se inventa cada formato, sino lo que se hace con ellos y cómo los apropia para marcar una diferencia. Da como ejemplo el hecho de que Facebook fue pionero en usar un feed que luego fue retomado por Twitter y Linkedin, aunque cada uno lo manejó de forma diferente. De igual manera, Instagram fue el primero en valerse de filtros para compartir fotografías. Ahora fue Snapchat quien aportó los vídeos efímeros que fueron replicados por Instagram, Facebook y hasta Whatsapp.
Cuando Instagram los implementó, en agosto de 2016, su éxito fue instantáneo. En tan solo una semana más de 100 millones de personas las probaron. Tres meses después, parte de los usuarios de Snapchat se habían desplazado a Instagram. Todo porque Instagram implementó una característica que la original no tenía; la posibilidad de rebobinar los vídeos. Así, le tocó a Snapchat copiarse de Instagram también.
Antes de que Instagram lanzara sus Insta Stories, Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, que también compró Instagram y Whatsapp, intentó hacer lo propio con Snapchat. Hubo dos ofertas millonarias que los desarrolladores de Snapchat rechazaron. Cuentan las malas lenguas que al poco tiempo de la segunda oferta fue que surgieron las Insta Stories.
Lo que sí es claro es que la gran apuesta del conglomerado Zuckerberg es por lo efímero. Sin embargo, el éxito sólo ha sido en Instagram. En sus otras plataformas haber copiado a Snapchat ha sido un fracaso. Solo un 15% de los usuarios de Facebook usa los vídeos efímeros y menos del 10% de Whatsapp lo está haciendo. La gente prefiere usar cada espacio para lo que le corresponde.
En este vídeo una usuaria de ambas aplicaciones habla sobre las mismas. Las diferencias son básicas y se remiten a detalles particulares como filtros y colores. En esencia las Insta Stories y Snapchat son lo mismo.
¿Por qué su éxito?
Hasta hace algunos años cada cosa que se montaba a las redes sociales estaba condenada a quedar allí para siempre, a menos que lo eliminara su autor o se cerrara la cuenta. Cuando se trata de contenido efímero esto no es un problema. No hay que cuidarse de hacer el ridículo en un vídeo o una foto porque va a durar muy poco tiempo. Sin embargo, el contenido efímero trae ciertos peligros. En los últimos años se ha puesto de moda el sexting entre adolescentes, es decir, el envío de imágenes con contenido sexual. El hecho de que una imagen no vaya a quedar en internet para siempre no significa que no la vea nadie. Tampoco que no pueda ser descargada y guardada.
Las marcas publicitarias también ven en lo efímero una oportunidad para posicionarse. Hasta hace poco tiempo cuidaban cada detalle del contenido que montaban en plataformas como Facebook, Twitter o Instagram. Querían que fuera perfecto. Sin embargo, el contenido efímero les permite ser más cercanas a la audiencia, casi como si fueran un usuario más que se muestra de forma humana e imperfecta.
En todo caso, el 2016 fue el año en que el contenido efímero irrumpió como tendencia en la web. Como van las cosas se espera que el 2017 se convierta en el año de su consolidación. Hay que esperar a ver cómo las marcas y los usuarios siguen aprovechando esta tendencia. Después de todo, es el uso de una herramienta lo que determina su evolución.
