Las redes sociales nos matan

Las redes sociales nos matan

¿Dónde quedó la comunicación cara a cara?, ¿las tardes en familia? La comunicación se redujo a un simple chat, a un mensaje que recibimos y reenviamos

Por: Valeria Esteban
diciembre 11, 2018
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Las redes sociales nos matan
Foto: Pixabay

Empezó el mes de diciembre y además de las celebraciones típicas de estas fechas en las que parece nos volvemos más sensibles, recibimos mensajes, vídeos y canciones, donde el mundo exterior parece perfecto y añoramos compartir con la familia, los amigos, compañeros de estudio y trabajo. Sin embargo, la realidad es que seguimos inmersos en un universo que nos está robando el tiempo de conocer verdaderamente lo que importa.

Para explicar un poco mejor, hago alusión a un vídeo de la marca IKEA, que llegó precisamente por WhatsApp, llamado “Familiarizados” en el que las familias reales alrededor de la mesa, compiten a nivel de concurso y cada miembro va siendo eliminado si no responde adecuadamente las preguntas hechas por el presentador. Comienzan con temas como: bailes, música, chats, artistas y cosas que se encuentran fácilmente por internet, a lo cual responden rápidamente y de manera positiva; no obstante, cuando se pasa a preguntas de tipo familiar: ¿dónde pasaron la luna de miel tus padres? ¿Cuál es la música favorita de tu hijo? ¿Qué carrera estudió tu abuela?, ¿qué sueño le hace falta por cumplir a tu esposa? etc. no saben la respuesta correcta y quedan descartados instantáneamente del juego, haciéndolos sentir mal porque a pesar de los años no conocen realmente a su familia.

El ejemplo anterior, no se queda solo en un simple vídeo, nos toca la fibra, porque ya no se cuentan historias entre las familias, nos sentamos alrededor de la mesa a comer y distraernos al mismo tiempo que recibimos el bombardeo de información de las Redes Sociales, a pesar que hablamos, no nos comunicamos asertivamente,  no descubrimos lo verdaderamente importante en los seres que amamos, siempre estamos de afán, oímos pero no escuchamos y a algunos hasta aburrido les parece las anécdotas que de verdad alimentan nuestro existir.

Ya lo decía nuestro Gabriel García Márquez: “La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla” y al parecer no tenemos nada qué contar, nos absorbe un “pequeño y gran mundo” llamado: celular (con el 80% de usuarios), computador (67%), tableta (16%), especialmente a los jóvenes entre 14 y 20 años, pues nacieron en la era de los cibernautas, no salieron a jugar a la calle, no saben lo que es caerse, pelear con los amigos, reconciliarse de nuevo y sudar hasta el cansancio…  y a pesar de la inmediatez en la nueva comunicación y de tantas selfies, ya no se guardan las fotos en un álbum de papel, entonces cuando se nos pierde el teléfono, a veces “endiosado”, ya no hay recuerdos, ya no hay historias que recordar.

¿Dónde queda la comunicación cara a cara? ¿Dónde quedaron esas tardes en familia en las que escuchábamos las mismas historias una y otra vez, que nos causaban risa y quedaban impresas en nuestras mentes y nuestros corazones? La comunicación queda reducida a un simple chat, a un mensaje que recibimos y reenviamos haciéndolo viral, porque ni siquiera en las fechas especiales somos originales, se nos olvida llamar para escuchar las voces o visitar a los seres queridos.

La frivolidad está acabando poco a poco con lo trascendental, y no es que debamos satanizar las redes sociales porque fueron desarrolladas para acercarnos más fácilmente en la comunicación; es simplemente que no podemos dejarnos llevar por la inmediatez en un mundo globalizado, no debemos dejarnos consumir por un aparato electrónico que nos atrapa y pretende no soltarnos, pues según estudios recientes de Google, una persona normal, pasa 170 minutos (3 horas diarias aprox.) en su celular, especialmente en su casa y en horas de 8:00 p.m. a 12 de la noche, a la hora que justo se pueden encontrar y compartir con la familia… sencillamente, no podemos seguir ausentes de la vida real, no esperemos a morir lentamente en el olvido.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Llega la estrategia de seguridad “Teusaquillo Camina Seguro” ¿De qué se trata?

Llega la estrategia de seguridad “Teusaquillo Camina Seguro” ¿De qué se trata?

Nota Ciudadana
Día del Niño: más que una simple celebración, en defensa por el derecho al juego y la protección

Día del Niño: más que una simple celebración, en defensa por el derecho al juego y la protección

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--