El Eje Cafetero recibe turistas todo el año, principalmente en vacaciones y en cada fin de semana largo, que por suerte para los lugareños que viven del turismo, abundan en Colombia.
Pero para diciembre de 2023, la cantidad de turistas parece haber superado la de años anteriores y, aunque aún no hay datos que revelen la asistencia, esto podría explicarse con la recesión mundial, que también afecta a nuestro país y que hace que para los colombianos sea más difícil movilizarse hacia otros países.
A este detalle podrían sumarse las declaraciones del Viceministro de Turismo, Arturo Bravo, quien a comienzos de diciembre y desde un evento en el departamento del Quindío, manifestó que este año se esperan 5.2 millones de turistas extranjeros, que representarían la mayor cantidad de visitantes foráneos de la historia.
Otra de las razones que influye en el turismo del Eje Cafetero, y nacional en general, es que la política de paz del gobierno Petro hace que para el ejército no sea prioritario el combate en las regiones, lo que hace que algunas regiones de Caldas o Risaralda que tienen presencia de insurgencia guerrillera, sean un poco más seguras para transitar.
Por esta razón, las agencias de viaje internacionales, que en otras épocas han llegado a aconsejar a sus compradores no visitar ciertas regiones colombianas, han vuelto a aconsejar venir al país.
El Eje Cafetero es una zona del centro-occidente de Colombia, conformada principalmente por los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda, que se caracteriza por su producción de café, su arquitectura colonial, su biodiversidad y su riqueza cultural. Aunque también puede referirse a pueblos cafeteros de los departamentos del Valle del Cauca y del sur de Antioquia.
En esta región se encuentran algunos de los pueblos más bellos y pintorescos del país, que conservan el legado de la colonización antioqueña y ofrecen a los visitantes una variedad de atractivos y experiencias.
Estos son cinco pueblos que no puedes dejar de visitar si quieres conocer el Eje Cafetero colombiano.
Salento con su Valle del Cocora
Es el pueblo más antiguo y emblemático del Quindío, ubicado a 24 km de Armenia y a 2.000 metros sobre el nivel del mar. Es un lugar que enamora por su colorido, su ambiente alegre y sus alrededores naturales.
Está atravesado por la Calle Real, la vía principal del pueblo, donde se encuentran tiendas de artesanías, cafeterías y restaurantes con platos típicos como la trucha y el patacón y se pueden subir los 253 escalones que te llevan al Mirador Alto de la Cruz, desde donde podrás apreciar una vista panorámica del valle y las montañas cercanas.
A 10 kilómetros, viajando por una estrecha carretera pavimentada, se encuentra el Valle del Cocora, uno de los paisajes más impresionantes de Colombia, donde se alza la palma de cera, que es el árbol nacional. Desde este punto salen recorridos ecológicos por el bosque de niebla y el río Quindío, y se pueden conocer fincas cafeteras, donde los lugareños enseñan sobre el proceso de cultivo, elaboración y degustación del café. Una de las más conocidas es la Finca Ocaso.
Marsella, el pueblo con una hermosa carretera
Fue fundado en 1860 y su primer nombre fue Villa Rica de Segovia, está situado a sólo 30 kilómetros de Pereira y para acceder a él hay que atravesar una carretera montañosa que ofrece una vista espectacular. Es un pueblo tranquilo y acogedor, que conserva el estilo de la colonización antioqueña.
Entre sus atractivos turísticos está la plaza principal, donde se ubica la Casa de la Cultura, un edificio que es una pieza artística del patrimonio nacional y tiene amplios salones con figuras de la época precolombina. A pocas cuadras también se encuentra la iglesia María Inmaculada, que tiene casi 120 años de haber sido fundada.
También está el Jardín Botánico, un espacio dedicado a la investigación, la educación y la conservación de la biodiversidad, que estuvo cerrado por varios años y en 2010 recibió una inversión de 100 millones de pesos para poder ser reabierto al público. Allí se pueden apreciar más de 600 árboles y unas 150 especies de flores.
Además, Marsella fue el escenario donde se grabó la bioserie de la vida de Las Hermanitas Calle, así que los turistas que vieron la novela pueden disfrutar reconociendo algunos de los lugares del pueblo que vieron hace años en la pantalla chica.
Salamina, el pueblo de los parques
Se le conoce como La ciudad luz por ser cuna de músicos, poetas y escritores, entre ellos los célebres Fernando Mejía Mejía, Daniel Echeverry Jaramillo, Agripina Montes del Valle.
A Salamina también se la conoce como El pueblo de los parques, por lugares como el Parque Fundadores, el Parque de los Poetas, el Parque Infantil Los Amiguitos y el Parque de la Cuchilla, entre muchos otros.
Fue declarado Patrimonio Nacional en 1982 y ha sido destacado como uno de los pueblos más hermosos de Colombia, su arquitectura es una muestra de la riqueza cultural de la región.
Entre sus sitios más emblemáticos pueden destacarse la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción, una impresionante iglesia de estilo neogótico que se destaca por su techo de madera sin columnas y su museo religioso; el Centro Histórico de Salamina, donde pueden encontrarse casas coloridas y balcones tallados que reflejan el arte y la historia del pueblo y el Cementerio San Esteban, un lugar lleno de arte y simbolismo, donde se encuentran las tumbas de personajes ilustres de Salamina, como escritores, políticos y artistas del lugar.
Filandia y su enorme mirador en el corazón del Eje Cafetero
En el norte del departamento del Quindío, se encuentra otro de los pueblos más bonitos de la región, situado a sólo 20 km de Salento. Filandia, donde los turistas pueden apreciar la arquitectura colonial de sus casas de bahareque, con balcones de madera y ventanas coloridas.
En este pueblo también se encuentra el Mirador Colina Iluminada, una torre de 35 metros de altura construida con madera de la región, que ofrece una vista de 360 grados del paisaje cafetero y que cuenta con una acogedora cafetería en sus cimientos.
Cerca se encuentra la Reserva Natural Barbas Bremen, un ecosistema de bosque húmedo que alberga una gran diversidad de flora y fauna. Donde pueden observarse orquídeas, bromelias, helechos, mariposas, aves y cascadas.
Santa Rosa de Cabal, la tierra de los termales
En esta tierra del Eje Cafetero no sólo puede degustarse la oscura bebida que acompaña a los colombianos cada mañana, sino también los mejores chorizos de la región y los que para algunos son también los mejores embutidos de Colombia. Para hacerlos no sólo importa la técnica, sino las partes del cerdo que se utilizan para que sean muy gustosos sin ser pesados para la digestión.
Santa Rosa también es famosa por sus baños termales, producto de la actividad volcánica de las montañas cercanas y que tienen propiedades medicinales, debido a las características minerales de su agua.
Saliendo del pueblo, pero a pocos kilómetros, se encuentra el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya, una reserva natural que protege el hábitat de especies como el oso de anteojos, el mono aullador, el puma, el tapir y el loro orejiamarillo. Allí podrás hacer caminatas ecológicas, observación de fauna y flora y camping.
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