En tiempos de confrontación de la población civil con las fuerzas de seguridad del gobierno, policías y Esmad (Escuadrón Móvil Antidisturbios), la llamada a la manifestación pacífica es unánime.
¡Manifestación sí, violencia no! Es el clamor impulsado desde las redes sociales, hasta el mismo gobierno que dentro de una democracia liberal que reconoce el derecho a la reunión y la manifestación pacífica (artículo 37 de la Constitución de Colombia).
Pero es que detrás de esta petición de paz está presente un actor anónimo que es fuertemente criticado y mencionado por el uso de la violencia como medio de expresión, el vándalo.
Es menester trascender la estigmatización de este personaje del panorama de los disturbios sociales para conocer un poco más sobre sus móviles y sus objetivos y, de esta manera, aportar algunas reflexiones que sumen en los procesos de pacificación de la sociedad encontrando nuevas estrategias para manifestarse sin necesidad de recurrir al uso de la violencia.
Aquí pues se presenta la entrevista* a un líder de los manifestantes que participaron violentamente en los disturbios del 21 y 22 de noviembre del 2019 en Cali, jornadas de protestas que se dieron en Colombia en contra de diferentes decisiones y situaciones de orden económico, social, ambiental entre otros que ha impulsado o permitido el gobierno del presidente Iván Duque.
Entrevista:
- Jorge Luis Rentería: ¿Quiénes son ustedes? ¿Quién eres tú? Esa es una pregunta de fondo que tiene la gente que los ve y no puede reconocerlos.
- Encapuchado: No tenemos identidad. Al taparnos la cara estamos protegiendo nuestra persona de algunas consecuencias, pero sobre todo estamos despersonalizando esta mierda, no solo somos unos pocos. Aquí hay estudiantes, trabajadores, pero también hay desempleados y empleados cansados de este gobierno.
- Jorge Luis Rentería: Entiendo, pero la gente los identifica como vándalos, al usar la capucha, la pañoleta o la camiseta en la cara están perdiendo su identidad personal y civil, pero también están adquiriendo otra, la de vándalos ¿Es así como quieren que los vean?
- Encapuchado: Los medios dicen lo que les conviene. Obviamente no somos vándalos, o al menos no nos reconocemos así. Somos personas mamadas de este sistema, del asesinato a líderes sociales, de la marginación social que se hace cada vez más evidente. El vándalo es un salvaje sin objetivos, y eso lo que quieren ignorar, nuestros motivos.
- Jorge Luis Rentería: Pero más allá de los medios, hay una gran cantidad de personas que los ven a ustedes como vándalos, como ladrones, como desadaptados, como malandros que hay que acabar. ¿Qué opinión tienen ustedes de esta imagen y de los actos que realizan?
- Encapuchado: Primero que todo hay que separar las acciones, es fácil llamar vándalos y al mismo tiempo decir que somos ladrones, pero acá las cosas son diferentes. Cualquier “man” se puede tapar la cara con su camiseta y eso no lo convierte en manifestante o protestante. Acá protestamos en serio y no tenemos miedo, por eso hacemos lo que hacemos, tropeliamos, tiramos piedra, pintamos paredes, dañamos algunas cosas, bloqueamos la calle, esas cosas.
- Jorge Luis Rentería: Hablemos específicamente de lo que hacen, y esta es la segunda gran pregunta que hace la gente y es: ¿por qué?, ¿por qué destruyen?, ¿por qué queman?, ¿por qué dañan las paredes?, ¿por qué tiran piedras y explosivos?, ¿por qué usar la violencia?
- Encapuchado: No todo tiene los mismos objetivos. Nosotros no dañamos las paredes, las paredes limpias y claras son hojas de concreto públicas para expresar lo que queremos decir, son lienzos para dibujar nuestros grafitis que critican al opresor. Las paredes limpias y bonitas son cómplices del mismo panorama injusto de la sociedad. Son nuestro medio de comunicación ¿Es tan difícil de entender esto?
- Jorge Luis Rentería: Pero ustedes en cierta forma están dañando algo que no les pertenece, que pertenece a otro o a todos. Son bienes privados y públicos que son afectados. Hay un malestar por esos daños, por esas destrucciones de semáforos, estaciones de MIO, locales etc.
- Encapuchado: Por supuesto que alguien se va a molestar con lo que hacemos. Es muy fácil criticar desde la comodidad de su sillón viendo el noticiero sin reconocer qué es estar de este lado de la sociedad. Nosotros estamos protestando, estamos haciéndonos sentir, estamos expresando nuestra rabia, nuestra inconformidad, incomodando para expresar la forma como nos trata el gobierno y sus dirigentes. Mal si gritamos porque aturdimos, mal si bloqueamos las calles porque impedimos el libre tránsito, mal si nos desnudamos porque lastimamos sus ojos puritanos. Que se jodan algunos un poquito para que escuchen lo que siente nuestra piel y nuestra alma.
- Jorge Luis Rentería: Cuéntanos ahora puntualmente sobre el objetivo de quebrar, quemar y destruir las estaciones del MIO, tumbar semáforos y otras infraestructuras públicas. Dice la gente que no se entiende bien porque tienen que destruir así. Si son dineros públicos los que se usan para reconstruir estos bienes que son de todos.
- Encapuchado: Destruir es un acto que confronta el orden, una alegoría de transgresión al statu quo, a las lógicas que gobiernan, que dominan, que nos oprimen hoy en día. Detrás de lo bonito, lo correcto y lo útil se esconde un sistema funcional, un gobierno y unas personas que se benefician con que todo siga normal. Destruimos para cambiar, para reconstruir. Obvio que queremos que las cosas funcionen pero no como funcionan ahora. A los que tienen el poder les beneficia el negocio de la coca, no les importa el asesinato de nuestro pueblo, les es indiferente si la gente come o si no tiene para su medicina diaria.
El sistema funciona para unos pocos, hay muy pocos con mucho, ¿saben cuántos tienen un empleo formal? O peor, ¿cuántos de ese empleo formal, sufren una esclavitud asalariada con pésimas condiciones?, ¿cuántos reciben una pensión justa? La cosa no están bien, solo son apariencias. Vivimos en una frágil burbuja que contiene aire tóxico y merecemos algo mejor.
Lo que invierte el gobierno reparando nuestros desmanes es irrisorio con la plata que nos roban. Pero ellos solo nos muestran a nosotros como lo malo del problema social que vivimos. Pero tenemos las cosas claras, mira hacia atrás, históricamente las luchas sociales, los derechos humanos y civiles se han ganado en la calle, se han conquistado al calor de la lucha, hasta quemando ciudades enteras.
- Jorge Luis Rentería: Qué nos puedes decir de los otros actos que no son tan simbólicos como lo comentas, como es el caso de los saqueos a almacenes o incluso, el robo a una panadería.
- Encapuchado: Robar no es una práctica que hagamos a menudo, pero dependiendo del contexto y las motivaciones podrían ser justas como Robín Hood, el mismo Jesus robó para dárselo a los pobres. Obviamente robar una panadería es un acto muy diferente, aunque podría representar la escasez emparentada con la envidia para arañar lo que el otro tiene, pero la verdad está lejos de unos ideales y habla más de una oportunidad egoísta.
- Jorge Luis Rentería: Cambiando un poco de tema, quisiera que nos cuentes ¿qué piensas de las protestas pacíficas? Aquellas en donde no se destruye, ni se rayan paredes, ni se queman autos, ¿crees que no cumplen sus objetivos? ¿No crees que saldrían muchísimos más a las marchas y que por miedo a la violencia no salen?
- Encapuchado: ¿Cuáles? Acá si uno no llora no mama, si no se hace sentir no lo escuchan. Ojalá nos escucharan solo llevando rosas a la plaza o gritando por el andén. Y si es verdad, la gente tienen miedo pero no solo de un pelao que se tapa la cara y pinta paredes, tiene miedo del Esmad y la policia que agrede y mata a la población.
- Jorge Luis Rentería: Bueno el tema es largo, pero por ahora te agradezco que nos hayas permitido saber tu opinión sobre este tipo de actos.
- Encapuchado: Gracias a vos, es importante que la gente sepa que no somos vándalos, si destruimos y hacemos cagadas no es por hacer el mal y ya. Tenemos rabia, estamos indignados y queremos que esta güevonada cambie.
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Aclaración
Esta entrevista se dio en el marco de una investigación realizada para conocer los imaginarios y representaciones sociales que propician la violencia urbana. Se extrae aquí el contenido más significativo y expuesto como entrevista periodística con el objetivo de aportar a la comprensión de los sentidos de la violencia propiciada en los disturbios de orden público con acciones de vandalismo.
Si bien estos actos vandálicos representan un tipo de violencia directa que es completamente injustificada, para poder entenderla y transformarla es importante no desarticularla de la violencia estructural la cual la alimenta y reproduce. Es pertinente aclarar que para el entrevistador y para los propósitos de la investigación son reprochables los actos violentos y vandálicos como forma de protesta y por más que aludan a acciones bien intencionadas e ideales de cambio, este tipo de violencias generalmente terminan reproduciendo una sorda lógica unilateral de poder que no construye sociedades pacíficas, plurales y dificultan los caminos para una paz duradera.
Como sociedad que cada día asume el reto de vivir con la diferencia y promover la paz, es necesario pensar creativamente la transformación de los conflictos desde las múltiples formas de expresión y de protesta si llegar al uso de la violencia como única vía de comunicación y de reconocimiento ante el otro.
