El regreso a Lagunita en San Juan del Cesar

El regreso a Lagunita en San Juan del Cesar

"Si por aquí entró la violencia, por aquí también va a entrar la alegría". Con este espíritu, 30 familias, aún con miedo, han vuelto a ocupar sus ranchos

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noviembre 17, 2015
El regreso a Lagunita en San Juan del Cesar

Lagunita es uno de los catorce territorios de San Juan del Cesar, Guajira que fue desalojado cuando llegaron los paramilitares entre el 2000 y 2005. En el viaje a pie que hicieron los legionarios en octubre de este año, parecía un pueblo fantasma: con un ambiente sombrío y desolado. “Las casas se ven vacías, no hay gente en la calle y solo se ve una que otra persona sentada en la acera”.

Sin embargo, en los últimos años cinco años, treinta familias han retornado para recuperar, poco a poco, su casa, su tierra. Quieren darle una nueva vida a su vereda y dejar atrás el miedo que la guerra les dejó.

Foto: Jhon Deiby Arias

Foto: Jhon Deiby Arias

“Una parte de sus habitantes ha retornado, alrededor de unas treinta familias que regresaron para ocupar su hogar, pero todavía se cuentan unas diez casas que siguen en el abandono”. Así lo confirma Jhon Deiby Arias, quien ha estado acompañando a las familias junto a otros legionarios de San Juan de Cesar, llevando alegría a las familias que sostienen una lucha por recuperar su territorio.

Foto: Jhon Deiby Arias

Foto: Jhon Deiby Arias

“Las familias no han retornado por el tiempo que ha pasado y porque tienen otro estilo de vida, más urbano. Otra razón es el miedo de regresar, y otra cosa es que algunos regresan solamente los fines de semana, para ir y mirar la casa o la finca, pero no viven allí”.

Foto: Jhon Deiby Arias

Foto: Jhon Deiby Arias

Lagunita solo tiene una calle larga, de unos ciento cincuenta metros, con casas a lado y lado. Las últimas, que están por la salida hacia la vereda Toca Palma, son las que están desocupadas. Las otras, a su interior, han vuelto a renacer pues las familias retornaron con el apoyo del programa Familias en Su Tierra del DPS. Los retornos han sido escalados, unos volvieron hace tres años, otros hace cinco, y así, poco a poco.

Foto: Jhon Deiby Arias

Foto: Jhon Deiby Arias

 

Foto: Jhon Deiby Arias

Foto: Jhon Deiby Arias

“Pero cuando uno se acerca a las familias, a los campesinos, a los niños y niñas, la cosas son distintas. En realidad Lagunita es una comunidad muy alegre. Hace menos de un mes celebraron sus fiestas patronales de San Rafael Arcángel, a pesar de estar un poco ensimismados, pues han corrido rumores de que vuelvan los grupos armados”.

Foto: Jhon Deiby Arias

Foto: Jhon Deiby Arias

“La gente ha sido solidaria, resistente, y eso lo siente uno cuando se acerca a ellos”. Con la Legión del Afecto se ha generado confianza, sobre todo para darle más movimiento al poblado, y ya son ocho jóvenes legionarios de allí, que están poniendo su cuerpo, su vida y su tiempo, para darle alegría y entusiasmo a su comunidad, para que la gente pueda estar tranquila y tener sosiego, para que no vuelva el miedo a sus hogares.

Río San Francisco entre la vereda Toca Palma y el centro poblado Lagunita. Foto: Jhon Deiby Arias

Río San Francisco entre la vereda Toca Palma y el centro poblado Lagunita. Foto: Jhon Deiby Arias

Cuando las familias de Lagunita fueron obligadas a dejar sus hogares, tomaron las cosas que pudieron y caminaron hacia el corregimiento Los Haticos. De ahí, se fueron a ocupar otros lugares del departamento. El más cercano fue San Juan del Cesar, a donde llegó la Legión del Afecto en septiembre de este año.

Río San Francisco entre la vereda Toca Palma y el centro poblado Lagunita. Foto: Jhon Deiby Arias

Río San Francisco entre la vereda Toca Palma y el centro poblado Lagunita. Foto: Jhon Deiby Arias

El 7 noviembre, las familias resistentes de la guerra y del olvido realizaron, en compañía de los legionarios, un recorrido al que llamaron “Borrando momentos de tristeza con huellas de alegría. si por aquí entró la violencia, por aquí también va a entrar la alegría”. Caminaron desde el corregimiento Los Haticos hasta la vereda Toca Palma, atravesando Lagunita y dejando mensajes en el camino, grabados en placas hechas en madera: “Campesinos sembrando afecto por su territorio”, “Lagunita y Toca Palma unidos por un solo sentir”. Hoy en día, Lagunita está volviendo a nacer.

*Click aquí para ver más sobre el viaje a pie por la paz en la vida cotidiana

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