No fueron uno, ni fueron dos, fueron siete los goles para la vergüenza de Brasil en su “Mundial”.
Lo que le ocurrió a la “verde amarela” debe servir de ejemplo para el mundo.
Me remito a unas palabras de la idiosincrasia: “lo que comienza mal, termina mal”. Un primer partido con Croacia que abrió con autogol de Marcelo y un penal discutido para Fred, uno de los jugadores más cuestionados por los “torcedores”.
Después vino el 0 por 0 con Méjico que empezó a mostrar un pentacampeón con serias falencias. Se salvaron porque los “manitos” abusaron de la media distancia. La victoria con Camerún era normal, porque estaban con uno de los africanos más débiles.
Llegó el juego de octavos con Chile, fueron hasta los penaltis y ganaron más por errores de los de la roja, que por virtud propia.
Y con Colombia, arbitraje cuestionado, juego sucio, la lesión de Neymar y perdieron a uno de sus baluartes en la defensa, Thiago Silva.
En el encuentro con Alemania se inició la debacle, una especie de derrumbe de la farsa. Un candidato no sostenido por el juego colectivo, sino por irregularidades. Algunos hablan de justicia divina, yo hablo de justicia futbolera.
El primer gol fue evidencia de lo que se venía frente a los “teutones”. Cobro de bola quieta al segundo palo y gol. Una jugada que utilizaron varias veces y que padecieron los chilenos y colombianos.
El exceso de confianza y vivir de la historia fueron dos factores que llevaron a este desastre nacional para Brasil. Una derrota más humillante que el 3 por 0 frente a Francia en la final del Mundial 1998 y el mismo “Maracanazo” con los uruguayos.
Además hay que tener otros aspectos en cuenta: no jugaron eliminatoria suramericana, se confiaron por ganar la Copa Confederaciones. Faltos de verdadero ritmo de competencia .En fin.
Es mejor fea conocida
Y para completar la desgracia. Los brasileros en su confort se les dio por tener dos DT excampeones mundiales como Scolari y Parreira, que precisamente ganaron (Corea – Japón 2002) y (EE.UU 1994) respectivamente. De la nostalgia no se puede vivir. Igualmente hay que recordar que se salvaron por tener unos resplandecientes Romario y Ronaldo, cada uno figuras del certamen donde participaron.
Igualmente a este asunto se le involucró política por la reelección de la presidenta de la república. Además de los casos de corrupción y la presión del favoritismo. Varios periodistas hablaron de que Brasil iba a ser campeón, antes de empezar la competencia.
El pasado 9 de julio me anticipe a una catástrofe brasilera. http://www.las2orillas.co/un-maracanazo-3d/
Con todo lo anterior, abro el debate si realmente en un campo de fútbol son 11 contra 11.
Como lo dijo Valdano la pelota se vengó de la Selección Brasil porque en este Mundial los de Scolari se olvidaron de ella.