Al interior del Centro Democrático se ha suscitado todo un revuelo político en los últimos días con motivo de la precandidatura presidencial de Óscar Iván Zuluaga, pues el senador Ernesto Macias ha llamado a que exista un consenso y sea este personaje el ungido por el partido oficialista.
El excandidato presidencial llega en desventaja. Su simpatizante propone imponer un nombre que no encabeza la intención de voto y aceptación de los seguidores, pues a la fecha la efervescencia de las gentes, la promulgación de la política de seguridad democrática y demás banderas del uribismo están encarnadas en la senadora María Fernanda Cabal.
Actualmente, Cabal cuenta con una superioridad política sobre Zuluaga, a razón de sus posturas y pronunciamientos en favor de los comerciantes, trabajadores y empresarios afectados por la pandemia y el paro. De hecho, recientemente estuvo en un recorrido por el Valle del Cauca escuchando a los afectados.
Además, es también relevante mencionar que la senadora enfatiza en recalcar que su precandidatura no se debe a caprichos o deseos personales, sino a la petición de gremios, empresarios y personas del común que ven en ella una imagen fuerte, coherente y capaz de hacerle frente a la difícil situación de la nación. Cabal sería un pilar unificador entre sectores de derecha y centro derecha, lo cual Zuluaga no lograría muy fácilmente.
Lo cierto es que el trabajo titánico que viene realizando María Fernanda ha tomado relevancia en el panorama nacional, tanto así que hay quienes aseguran que el expresidente Álvaro Uribe ve con buenos ojos las actuaciones de ella. Por otra parte, está también el coqueteo discreto pero diciente que le hacen desde el conservatismo a la senadora.
Mostrado este recuento de las actuaciones y situaciones, no estaría de más aconsejarle al Dr. Óscar Iván que sume fuerzas a la candidatura de Cabal, para así tener una colectividad unida y por ende un candidato fuerte contra la izquierda que quiere llevar a nuestro país hacia un ostracismo y estado de oscurantismo.