El 10 de mayo de 2021 el canal RCN inició el reencauche de Café con aroma de mujer, producción que despertó mucha expectativa entre el público nacional, pues se trata de un remake de una de las telenovelas insignes en la historia de la televisión colombiana, con mismo nombre y protagonizada por Margarita Rosa de Francisco y Guy Ecker.
La producción original, escrita por Fernando Gaitán y dirigida por Pepe Sánchez, contaba con un reparto actoral de primer nivel que la hizo merecedora de todos los premios y del reconocimiento internacional como la gran telenovela colombiana de los años noventa (junto con Yo soy Betty, la fea, también escrita por Gaitán).
Pero el estreno de Café en su versión actual ha sido otra historia. Dejando a un lado el por qué la sintonía no acompaña (y de si está o no a la altura de su versión original), lo cierto es que problemas entre su reparto no han faltado. Ahora se suma una revelación que confirma el pésimo ambiente de trabajo que se respira en el set y que involucra a su coprotagonista, el cubano William Levy (quien hace de Sebastián).
El medio de entretenimiento Chisme No Like afirma que fuentes fiables se contactaron con ellos para asegurar que el comportamiento de Levy tiene fuera de quicio a sus compañeros de trabajo. Según el programa, la fuente reveló lo problemático que viene resultando el gusto de Levy por la rumba nocturna y que la relación con su coestrella, la actriz Laura Londoño (Gaviota), es insostenible, con peleas, gritos e interrupciones en las grabaciones para intentar arreglar sus diferencias.
Esto se suma a lo ya revelado por el periodista Ariel Osorio en el programa Lo Sé Todo Colombia, según el cual desde hace días los intérpretes no se dirigen la palabra. Lo último que se sabe es que al parecer Londoño no aguantó más y estalló al ver que su coequipero llegaba al set sin aprenderse sus libretos; inclusive se habla de que Levy se ha negado a besar en algunas ocasiones a la actriz y modelo. Tal es la desconexión entre el actor cubano con la novela que se le ha oído referir a Café como el peor proyecto de su vida.
Triste capítulo para una producción que pintaba mucho, pero que ni los índices de audiencia ni la recepción generalizada han estado a la altura con la gran historia de amor entre la Gaviota y Sebastián Vallejo en aquellos cafetales de mediados de los noventa.
