Día a día, sin pensarlo ni proponérselo, el ingeniero Moisés Horacio Arango Echeverri y su familia les han dado la pelea a los productos chinos importados y de paso, se han convertido en silenciosos defensores y ahorradores de agua mediante la fabricación de válvulas y accesorios a través de su empresa Partes y Complementos Plásticos (PCP) fundada en Sabaneta (Antioquia) en 1988.
La famiempresa, que produce y vende 8 de cada 10 válvulas y accesorios vendidos en el país para el manejo del agua, es más conocida entre plomeros y constructores, pero actualmente tiene planta de producción en Bogotá, operación propia en México y Perú y exporta a 11 países, incluidas varias islas del Caribe y Centroamérica.
Sin miedo a los chinos ni meterse en la guerra de aranceles desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Horacio Arango y su familia le han apostado a la calidad para darle la pelea a los productos chinos, fantasma siempre presente desde que iniciaron operaciones hace ya varias décadas.
De los juguetes a jugar y liderar en el mercado de válvulas ahorradoras de agua
Al final de la década de los 80, el entonces joven ingeniero Industrial, Moisés Horacio Arango Echeverri, se inició en el mundo empresarial junto a dos amigos y fabricando juguetes en Medellín.
Un año después, pensó que la empresa donde trabajaba no ofrecía futuro laboral para sus cuatro hijos, decidió iniciar una segunda etapa en su vida empresarial y con solo un millón de pesos y la ayuda de amigos que le fiaron equipos, fundó en la empresa a la que llamó Partes y Complementos Plásticos (PCP) en Sabaneta, en el sur del Valle de Aburrá.
Con PCP, Horacio Arango le apostó al diseño, producción y comercialización de elementos para el manejo del agua. El primer tipo de accesorio que produjo para salir al mercado fue una unión universal de una pulgada y un cuarto utilizada por los plomeros para unir la tubería.
En esa época, nadie fabricaba ese tipo de válvulas en el país. Todo se importaba de Israel, Francia o China. Para mantenerse a flote, cuando producir esas uniones no alcanzaba para que el negocio fuera rentable, producían accesorios y partes para laboratorios farmacéuticos como los estuches para la seda dental de Colgate, las tapas para Listerine o los mangos para los cepillos de dientes Pro. Estos productos dejaban poco margen de ganancia, pero generaban flujo de caja.
En los primeros años como les ocurre a los pequeños empresarios, Horacio Arango hacía de todo: diseñaba, era el mecánico que fabricaba los moldes y también el negociador y vendedor. En la parte administrativa y contable contaba con la ayuda de su esposa, a quien su hermano sucedió en el cargo.
Así aguantó PCP 8 años sin generar utilidades y en algunas ocasiones, Horacio Arango ni siquiera tuvo sueldo, aunque esta experiencia le permitió dominar el proceso de producción completo.
Cuatro años después, en 1992, sin dudarlo mucho, el empresario se dio cuenta de que el mercado principal estaba en Bogotá, trasladó la empresa y a su familia a la capital. Como era una empresa netamente familiar, Arango entregó acciones en partes iguales a siete personas que se convirtieron en socias.
Se trataba de su hermano, su esposa y sus cuatro hijos, incluido él mismo. Cuando su hermano se retiró de la organización, su hijo Luis Javier de 22 años y que aún no se había graduado de la universidad, se ofreció a asumir el área comercial y la administración de la empresa.
Con la tenacidad aprendida de su padre, Luis trabajaba de día y estudiaba de noche para que su papá Horacio pudiera dedicarse a lo que sabía hacer mejor: diseñar piezas y garantizar la mejor calidad posible de sus productos que compiten con los importados de China. En 1995, trasladaron la planta principal al barrio La Fragua en Bogotá.
Con el tiempo, los demás hijos, León, Ana y Pedro, también se fueron involucrando en el negocio y desde entonces, trabajan en equipo, enfocados en la calidad de los productos y en convertirse en los mejores y en líderes del mercado.
Actualmente, entre 7 y 8 de cada 10 válvulas vendidas en Colombia son producidas por PCP. La empresa también tiene una presencia directa en Perú, donde fabrica cerca del 50 % de las válvulas que allí se comercializan y tienen el 25 % de participación en el mercado mexicano.
Se trasladan nuevamente, esta vez a Pereira y estrenan planta
En 2015, la compañía afrontó otro traslado y esta vez fue de Bogotá a Pereira. Su planta cerca de Paloquemao en Bogotá se vio afectada por un cambio en el uso del suelo, al igual que una bodega y un centro logístico ubicados en la Avenida 80.
Tras analizar varias ciudades como posibles destinos, finalmente se decidieron por Pereira debido a su posición estratégica para la logística, el bienestar que ofrecía a los empleados, su ubicación a unos 200 kilómetros a la redonda del 80 % del PIB del país y su cercanía al puerto de Buenaventura, punto de entrada de la materia prima y salida del producto terminado.
La nueva planta, inaugurada en el segundo semestre de 2021, implicó el traslado de todos los equipos de la empresa. Muchos trabajadores se mudaron de ciudad para continuar laborando en la nueva sede, ubicada en la zona franca de Pereira.
Allí, la planta construida bajo criterios de sostenibilidad ambiental, cuenta con un sistema de captación de agua lluvia que utilizan en sanitarios, riego de jardines y lavado de la infraestructura. Además, cerca del 25 % de la energía eléctrica proviene de paneles solares y esperan alcanzar un 45 %.
Dentro de su labor social con la comunidad, implementaron una planta de maquila de acoples para lavamanos y sanitarios en Puerto Caldas. Esta iniciativa busca evitar a los trabajadores el costoso transporte hasta la planta principal y facilitarles el cuidado de sus hijos, ya que opera solo en la mañana. Solo quienes estudian pueden trabajar y gracias a varios graduados, han logrado transformar la realidad de la región.
Imponerse con calidad es la meta de PCP a la hora de exportar
Parte del éxito de PCP Plásticos radica en su constante campaña de comercialización y concientización dirigida a los ferreteros sobre la calidad y confianza en sus productos.
Las ferreterías constituyen el principal canal de distribución de las válvulas y accesorios colombianos para manejar y ahorrar agua. Es en ellos en quienes los clientes confían en el momento de elegir un producto que normalmente es desconocido y que puede llegar a costar el doble que uno de origen chino.
En este contexto y para no depender solo del mercado nacional con sus productos para ahorrar agua, PCP comenzó a exportar a principios del siglo XXI con exportaciones a Costa Rica. En 2010, el 50 % de sus ventas se dirigían a Venezuela, país del que tuvieron que retirarse con grandes pérdidas, pero al que han regresado con éxito considerable.
Actualmente, exportan a once países, incluyendo varias islas del Caribe y Centroamérica. Estados Unidos está dentro de su plan de expansión, donde por ahora, han logrado obtener la certificación como proveedores de productos para agua potable.
PCP es líder en el mercado nacional con más de 400 referencias. En 2023, sus ventas alcanzaron los $71.332 millones, y durante los últimos años ha logrado crecer a un ritmo de doble dígito compitiendo duro y silenciosamente, con la producción china por el bien del desarrollo de la región.
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