La familia detrás de las ABC, las maletas más populares de Colombia
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La familia detrás de las ABC, las maletas más populares de Colombia

En el centro de Bogotá, Don Manuel y Don Gustavo le dieron vida a la emblemática Maleta ABC en los años 50. La empresa ha logrado mantenerse a punta de la nostalgia

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mayo 09, 2022
La familia detrás de las ABC, las maletas más populares de Colombia

Para los años 50, Manuel Antonio Moreno, contador de profesión, incursionaba en el sector del comercio y en la fabricación de maletas escolares de cuero en el centro de Bogotá. En sociedad con el señor Gustavo Castro, en el centro de Bogotá, Don Manuel y Don Gustavo le daban vida a la emblemática Maleta ABC, que con el paso de los años se convertiría en un símbolo de la infancia de más de 4 generaciones de niños de la capital colombiana y del país.

El relato que sigue fue contado en primera persona por Manuel Antonio Moreno Lara, hijo menor del fallecido fundador de la empresa Maletas ABC, quien en la actualidad se encuentra al frente de esta empresa familiar.

El origen de la maleta ABC

A la Maleta ABC no se le puede dar una autoría única porque es un compendio de situaciones y de historias que la hicieron posible. Según mi papá, el modelo era inglés y lo había traído un judío de la Segunda Guerra Mundial a Colombia por los años 50. Tenía la estructura del maletín popularmente conocido como satchel bag o maletín tipo mensajero, que acá se adaptó con distintos elementos gráficos y estampados para niños. La maleta original llevaba un solo fuelle enterizo, en cambio la nuestra no, estaba dividido en tres. Y, aunque los elementos gráficos tuvieron diferentes versiones como la AEI, la maleta con la gráfica más clara y recordada fue la ABC.

La maleta ABC fue una de las primeras maletas escolares en cuero hechas a mano que hubo en Colombia. Era la que todo el mundo quería, necesitaba y usaba porque era única. En ese tiempo, las maletas eran bolsas de fique o de tela y con la llegada de la ABC se puso de moda la maleta de cuero, por lo menos en Bogotá. Se fue popularizando y ha logrado permanecer hasta nuestros días.

Los compradores eran los papás de los niños del colegio y eso le dio un valor especial al producto. Nos hemos dado cuenta que quienes llegan hoy a comprar la maleta les pasó una de dos cosas: o sus papás les regalaron la maleta cuando eran chiquitos, o sus papás no tuvieron el dinero para comprarla y nunca la pudieron tener. Entonces esto se ha convertido en un motivo de compra, porque quien la tuvo de pequeño se la quiere regalar a alguien más, y quien no la tuvo de pequeño, la quiere comprar.

Yo siempre digo que la Maleta ABC es un compendio de historias. Ese es nuestro eslogan: “no fabricamos maletas, fabricamos historias”, porque todas las personas que las han tenido y las han comprado tienen una historia memorable con ella. Hay historias locas, historias crueles y hay historias chéveres. Hace dos semanas, un hombre vino a comprar una maleta y me dijo que, de pequeño fue abandonado por sus padres en un hogar Claret y un buen día, llegó un papá al hogar y le trajo una maleta ABC a uno de sus compañeros, y cuando el la vio, la quiso tener, entonces una noche se la robó a su compañero. Al día siguiente, el director del hogar le preguntó de dónde había sacado la maleta ABC, y él le dijo que su papá se la había traído y el director le respondió que no era posible porque era un niño abandonado. Entonces, el muchacho se la tuvo que devolver a su compañero, y por eso, había decidido venir a la fábrica, a comprar una maleta ABC que siempre quiso tener. Como esa historia hay muchas y divertidas.

El paso a paso de la fabricación

Para fabricar esta maleta lo primero que se necesita es un cuero, una piel. Lo segundo es cortar las piezas de ese cuero, y sacar la tapa, el frente, los fuelles y el espaldar. El frente y el espaldar llevan un estampado que se hace bajo calor y presión. Ese estampado es uno de los elementos más icónicos y reconocidos de la maleta ABC.

El estampado lo hacemos con una máquina muy antigua que se adaptó y hace el repujado sobre las piezas del frente y del espaldar que llevan adornos y personajes infantiles. Después vienen los cortes, para poner hebillas, manijas y el bolsillo frontal. Finalmente, se da paso al proceso de pintura de las letras y figuras, con la técnica de esténcil, y luego de pintura a mano, que consiste en retocar y delinear las figuras y los ojos de los personajes. Con las diferentes piezas viene la parte del ensamblado, que se hace por costura y pegante. Eso incluye los accesorios, como las hebillas y correas. A grandes rasgos, esos son los pasos para hacer la maleta.

Es un proceso mecánico y manual que no ha cambiado y que le da, a quien la compra, una garantía de durabilidad. Me han llegado maletas con 40 y 50 años que han sufrido daños, pero ahí están en buenas condiciones y las reparamos cuando es necesario. La mitad de Colombia sabe de la calidad de una maleta ABC, porque es un producto que, si al hermano mayor se la compraron, y él se la heredó a sus hermanos, de ahí es posible que haya pasado a sus primos, y la maleta ahí sigue y aún sirve.

Maletas ABC: una empresa familiar

Mi papá siempre tuvo su pequeña fábrica en la Carrera Segunda con Calle 11. Después, se pasó al Restrepo y luego a Galerías. Desde hace tres años estamos en San Miguel, al lado del Hospital San José infantil. Yo nunca trabajé en la fábrica, pero con mis hermanos y mi mamá siempre estuvimos muy empapados del proceso, porque los sábados lo chévere era acompañar a mi papá a la fábrica para verlo cortar cuero. Eso hizo que uno empezara a saber de confección y de cuero, y cuando entré a la universidad comencé a fabricar productos de cuero para animales, como cabezales de ganado, y eso hizo que yo tuviera que entrar a la fábrica a decir cómo se hacían y me fui empapando de los procesos.

Dos pruebas de fuego: la apertura económica y la pandemia

Para mi padre la fábrica era su vida y su ocupación. Murió de 86 años, pero creo que hasta los 84 estuvo pendiente de todo. Él decía qué se hacía y qué no, y mis hermanos y yo éramos su apoyo, pero después de su muerte yo me puse al frente. En este momento estamos trabajando 4 personas, cuando antes de la pandemia éramos 9, más o menos. Para dar una idea del golpe de la pandemia, ese año vendimos una cifra cercana a las 500 maletas y ahora estamos vendiendo solo 150 a 200.

Aparte de la pandemia, quizá lo más difícil que hemos vivido, y que mi padre vivió, fue la apertura económica durante el Gobierno de Gaviria. Fue una época en que la empresa de maletas ABC tuvo que cerrar. Duramos un año cerrados porque empezó a llegar una multitud de cosas de afuera y la gente prefirió lo extranjero a lo nacional. Luego, el mercado se estabilizó y abrimos de nuevo. Hubo productos que no siguieron porque no pudieron competir, pero las maletas sí, no solo por nuestra calidad que está probada y contraprobada sino porque, como he dicho antes, creo que la maleta está en el ADN de la gente.

Hoy el sector del cuero en Colombia está muy golpeado por tanta exportación de pieles y de ganado. Es complicado, sobre todo porque se exportan vacas hembras, lo cual no se debería hacer porque eso es el pie de cría de todo lo que va a producir. Si salimos de las hembras, y eso lo digo desde mi profesión como veterinario zootecnista, no vamos a tener cómo ser autosuficientes. Y eso perjudica una cadena productiva y de valor en el país.

Cambios de hace 60 años a hoy

Al comienzo, nosotros vendíamos en diferentes almacenes del país, pero el centro de Bogotá era el lugar por excelencia. Allí se concentraba la industria marroquinera: desde la décima hasta la 22 y la Avenida Jimenez. Después, los almacenes se pasaron a la Caracas con 52 hasta la 57, una zona que todavía tiene almacenes de cuero. Allí vendíamos también, pero luego vino la época de internet. Entonces, nuestras maletas ya solo se consiguen por ahí.

Los compradores también han cambiado, son mayores que antes (de 30 a 50 años) y los consumidores también son mayores. Y, si pensamos en el cuero, ya no es el mismo que se usaba en las épocas de mi papá. Esto se debe a que las máquinas para producir este cuero se han tecnificado mucho y el cuero ya no es tan grueso como antes. Eso es una virtud porque eso le ha quitado peso a las maletas, las cuales eran mucho más pesadas de llevar cuando el negocio comenzó. Y, sobre nuestros proveedores de cuero, siempre han sido de Bogotá y Armenia, principalmente las curtiembres de Villapinzón (Cundinamarca) y San Benito en Bogotá.

 

*Este texto fue publicado el 07 de mayo de 2022 con el título 'Conozca la historia de la maleta escolar más popular del país'

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