No, no, no… No es lo que están pensando. El Tino no apoyó a los estudiantes en su protesta pacífica; otro hubiera sido el resultado por lo menos en términos de divulgación, pero más por nuestro bien dotado futbolista al que le propusieron hacer una película porno también por estos días, que por lo que plantearon los estudiantes de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, Mane. ¡Ese es el punto! He estado buscándole la coherencia a la desnudatón de la semana pasada y no la veo más que en las declaraciones de Sergio Fernández, su vocero: "Evidenciar la situación de desnudez que vive la educación colombiana en materia de recursos económicos"; hasta ahí, hasta las palabras. Los hechos fueron otros y no necesariamente me refiero a la desnudez porque cada quien hace lo que quiere con su cuerpecito, pero ni se desnudaron como todo el mundo pensó porque les hizo un frío de los mil demonios (por lo menos en Bogotá), ni plantearon nada diferente al déficit presupuestal de la educación pública en nuestro país. Me refiero a la desnudez de la información que transmitieron. ¿Qué propusieron? ¿Qué soluciones plantearon?
Uno no hace las cosas porque sí; las hace porque quiere un resultado producto de una argumentación fuerte, creíble y persiste para lograrlo. ¿Qué busca una protesta? Dignificar lo que no se nos está dando porque tenemos derecho a ello. En este caso la Mane quiere sensibilizar al Gobierno Nacional, ¿pero en bola? Nooooo, mejor con una buena filosofía, con un buen discurso… ¡Con propuestas!
¿Qué resultados han tenido las protestas de desnudos en la historia? Ninguna más allá del escándalo que logran. ¿Pero los resultados de lo que se quiere alcanzar? Poco, por no decir nada. En casos recientes miremos a las integrantes de Femen una organización ucraniana, fundada en Kiev en 2008 por la economista Anna Hutsol, cuya labor ha consistido en desnudar su torso para protestar contra el machismo, el sexismo y otros problemas sociales. Lo hicieron ante el presidente ruso Vladimir Putin, con el lema de "Fuckdictator"; también quisieron reivindicar en el Vaticano los derechos de los gais y protestaron contra la prostitución durante la Eurocopa 2012. Ellas aseguran que el cuerpo desnudo de una activista Femen es un arma política poderosa… ¿Y qué han logrado? ¿Cuáles son los resultados de sus desnudos, más allá de una breve exposición mediática y un gran riesgo a su integridad? Los invito a mirar este video:
Y qué tal el caso de las 200 personas que hicieron en Santiago, la capital de Chile, la primera protesta en bicicleta 'al desnudo'. ¿Qué querían? Crear conciencia sobre los derechos de los ciclistas a transitar con seguridad en las calles. ¿En qué concluyó? En prisión para siete de los biringos sobre ruedas. Imagínense que iniciaron la protesta con ropa y se la fueron quitando por el camino hasta quedar parcial y totalmente desnudos. Qué incomodidad. Si los señores se quejan de los boxers holgados, imagínense este vaivén sobre el galápago de una bicicleta. ¿En qué se enfocó el público? Ya saben. ¿Y las autoridades? Igual. ¿El gobierno chileno les puso cuidado y les solucionó el problema? No. No les puso ni cuidado.
Cuando detrás de un movimiento como la Mane hay estudiantes pilos que han mostrado su pensamiento con argumentos, que habían ganado en credibilidad y estaban progresando en fuerza de opinión, no se explica uno como hoy más bien su filosofía quedó medio en almendra, como dirían las señoras de antes, por el afán de ir más allá sin necesitarlo. Así las cosas, o hacen una protesta a la altura de las que venían adelantando, académica y estructurada, o aprovechen y se asesoran del fotógrafo Spencer Tunick que viene el año entrante a desnudar a Bogotá, para que les resulte algo artístico por lo menos, porque al gobierno su “dizque desnudez” no le hizo ni cosquillas. ¿O será que yo no los entendí?
Más bien hagan la del Tino, sean coherentes. Pese a que mi Dios le dio más que suficiente, prefirió seguir vendiendo los saltos de sus caballos que le dan $15’000.000 por vez, a feriar su cuerpecito teniendo las virtudes ampliamente exhibidas en Soho. ¿Se acuerdan?
