¿Valen la pena el tiempo y dinero que se invierten en universidades y educación superior? ¿Seguimos empeñados en títulos de “doctores”, sin reparar en la calidad?
Una cobertura estancada y una promesa que no despega
La cobertura de la educación superior en Colombia ha aumentado significativamente en lo que va del siglo. Sin embargo, en los últimos años, el crecimiento de la matrícula ha mostrado signos de estancamiento. En 2023, el número de estudiantes matriculados en instituciones de educación superior alcanzó los 2.475.833, lo que representó un crecimiento de apenas el 0,4% con respecto a 2022.
Si bien el 54% de los estudiantes están inscritos en universidades públicas, la expansión de los cupos en estas instituciones ha sido mucho más lenta de lo esperado. Esto es especialmente preocupante considerando que el actual gobierno prometió 500.000 nuevos cupos en universidades públicas y un aumento de la cobertura del 55% al 62% antes del fin de su administración. Hasta ahora, esa meta parece lejana.
Algunas universidades públicas clave, como la Universidad Nacional, la UPTC y la ESAP, registraron una disminución en su matrícula en 2023, lo que evidencia una tendencia que podría estar relacionada con falta de recursos, cambios en la demanda de programas académicos o una desconexión con las necesidades del mercado laboral.
El sector privado tampoco ha sido ajeno a esta crisis. Mientras algunas universidades han logrado mantener o incluso aumentar su matrícula, otras están atravesando dificultades financieras y una disminución en el número de estudiantes inscritos. Esto ha obligado a algunas instituciones a revisar sus modelos de negocio y a replantear su oferta académica para alinearse mejor con las expectativas y necesidades del mercado.
¿Es la educación superior aún el camino preferido?
Más allá de la oferta de cupos y la financiación de la educación superior, un aspecto fundamental es la pertinencia de los programas ofrecidos en relación con las necesidades del mercado laboral. Muchos jóvenes cuestionan si los títulos universitarios tradicionales siguen siendo la mejor vía para garantizar su empleabilidad y crecimiento profesional.
El alto costo de las universidades privadas, la duración de los programas y la incertidumbre sobre la rentabilidad de la inversión en educación formal han llevado a muchos colombianos a explorar alternativas más flexibles y accesibles.
El auge del aprendizaje en línea: Coursera y el cambio de paradigma
En contraste con el estancamiento de la matrícula en universidades tradicionales, la educación en línea ha experimentado un crecimiento explosivo. Coursera, una de las plataformas más reconocidas a nivel global, reportó en su informe “Global Skills Report 2024” que 3.3 millones de colombianos estaban matriculados en alguno de sus cursos en 2024. Habría que añadir datos de Udemy, edX y otras opciones disponibles en línea.
Algunos datos relevantes de este informe incluyen:
• 50% de los estudiantes son mujeres, y de ellas, el 34% están tomando cursos en disciplinas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
• El interés en la inteligencia artificial generativa se manifestó en un crecimiento de 659% en la matrícula en este campo en 2024, lo que demuestra un cambio significativo en las áreas de aprendizaje más demandadas.
• El curso más popular entre los colombianos fue el de Ingeniería de Prompting para ChatGPT, ofrecido por la Universidad de Vanderbilt en alianza con Coursera. Esto subraya la creciente importancia de las habilidades para interactuar con modelos de inteligencia artificial en los ámbitos educativo, empresarial y de nuestra vida cotidiana.
• Otros cursos altamente demandados en inteligencia artificial incluyen programas de Amazon y Google, enfocados en certificaciones técnicas con aplicación directa en el mercado laboral.
A diferencia de la educación superior tradicional, Coursera y otras plataformas de aprendizaje en línea permiten a los estudiantes adquirir competencias específicas en períodos cortos de tiempo, con una relación costo-beneficio mucho más atractiva.
¿Qué nos dicen estos datos sobre el futuro de la educación?
El contraste entre el crecimiento de Coursera y el estancamiento de la matrícula universitaria plantea varias preguntas fundamentales sobre la evolución del aprendizaje en Colombia:
1. ¿Está perdiendo atractivo la educación universitaria tradicional frente a modelos más flexibles y prácticos enmarcados en la línea de “aprendizaje de toda la vida” (“long life learning”)?
2. ¿deberían las universidades repensar sus programas para alinearse con las necesidades de formación más ágiles que demandan los estudiantes y las empresas?
3. ¿Cómo afectará el crecimiento del aprendizaje en línea a la empleabilidad y la certificación de competencias en el país?
4. Si más personas optan por aprender a través de plataformas como Coursera, Udemy o edX, ¿será necesario redefinir lo que significa estar “educado” en el siglo XXI?
5. ¿Cómo deberían las universidades públicas y privadas responder a esta tendencia para evitar una crisis aún mayor en la matrícula?
El futuro de la educación superior en Colombia está en juego. Lo que es evidente es que los colombianos están buscando nuevas formas de aprender, adquirir habilidades y avanzar profesionalmente. La pregunta es si el sistema universitario está listo para adaptarse o si seguirá perdiendo relevancia frente a alternativas más accesibles y enfocadas en el futuro del trabajo.
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