Importante fue el anuncio que hizo el canciller Carlos Holmes Trujillo el pasado 24 de enero en la ciudad de Nueva York, cuando en compañía del embajador de Colombia ante las Naciones Unidas, Guillermo Fernández de Soto, indicó que, por instrucciones del presidente Iván Duque, Colombia propondría la creación de la Corte Internacional Anticorrupción en el marco de la Organización de Naciones Unidas.
Esta propuesta, luego de anunciada, no tardó en ser promulgada por los distintos medios de comunicación colombianos y puesta en discusión en distintos escenarios de debate nacional. Es decir, fue una iniciativa que hizo eco, en pocos minutos, a nivel interno y externo.
La moción del gobierno Duque, presentada por el canciller, tiene todo el sentido, más aún cuando Colombia lideró la convocatoria de un Periodo Extraordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicado a la lucha contra la corrupción. Este sería un escenario propicio para de allí obtener las consultas pertinentes que den nacimiento a la Corte Internacional Anticorrupción.
Qué importante entonces pensar en un gran debate sobre la creación de dicha corte, como lo propuso el presidente Duque, el pasado 30 de enero, en el protocolario saludo al Cuerpo Diplomático acreditado en Colombia, donde expresó “hoy más que nunca tenemos que ser implacables con los actos de corrupción" y añadió: "Colombia quiere liderar en el marco internacional la discusión sobre la creación de esta corte que permita coordinar todos los esfuerzos necesarios para que la responsabilidades del crimen transnacional corporativo se traduzcan en sanciones efectivas".
Es momento entonces de que todos como país nos unamos en este gran reto que tiene el gobierno Duque: construir propuestas que tengan como propósito acabar con este crimen que tanto daño le ha hecho no solo a Colombia sino al mundo entero. Que Colombia tenga este liderazgo hoy a nivel mundial en las Naciones Unidas es un muy buen mensaje al mundo.
Queda desear éxitos al presidente, al canciller y al equipo de gobierno en esa justa, que Dios les guíe.