“La Caleñita”, las artesanías que transformaron la Galería Alameda en Cali

“La Caleñita”, las artesanías que transformaron la Galería Alameda en Cali

Los canastos, alpargatas, vestidos que recogió Luz Edith Giraldo convirtieron su rincón en un lugar obligado de caleños y turistas

Por:
diciembre 28, 2021
“La Caleñita”, las artesanías que transformaron la Galería Alameda en Cali

La historia de la tienda que le cambió la cara a la hoy icónica Galería Alameda en Cali empieza con un amor desenfrenado por el bambú y el mimbre. Luz Edith Giraldo, conocida por algunos como “La Caleñita”, vivía obsesionada con los canastos que llegaban cada lunes en las chivas provenientes del Cauca y Nariño a la plaza de mercado, en donde trabajaba como secretaria de Carlos Julio Gómez, su entonces novio, futuro esposo y exesposo, en un local de productos de aseo desde los años setenta.

Luz Edith junto a su hija Stefany en los años 90 en el primer establecimiento de artesanías. Foto: Archivo

Los dos son originarios del municipio de Granada, Antioquia, y heredaron la vena comerciante fortalecida, muy característica de dicha región. Carlos Julio llegó por primera vez a la Galería Alameda en el año 1969, cuando nada del ambiente turístico que hoy despierta dicho lugar se podía percibir o siquiera imaginar por las precarias condiciones en las que funcionaba el mercado. Entre las primeras impresiones que recuerdan, ambos coinciden en el desorden, la inseguridad y el vicio que abundaba en dicho sector popular que alguna vez fue territorio disputado por bandas dedicadas al microtráfico. Y aunque la Alameda nunca fue una plaza de mercados principal en Cali, como la mayoría en ese entonces, era un punto de aglomeración de habitantes de calle que se sentían seguros durmiendo ahí, cuando en la noche despejaban los cientos de toldillos que componían el mercado al llegar cada madrugada.

Según dice Carlos Julio Gómez, aunque trabaja desde los 8 años, nunca fue organizado con la plata. Su pasión y don especial siempre han estado al lado de la gente y no tanto en los números, todo esto a pesar de haber sido un próspero empresario sin educación superior. Su constancia y carisma lo llevaron a tener hasta 5 negocios en locales distintos ubicados en las cuadras paralelas al mercado. Todos quebraron entrados los años 90, durante una de las crisis económicas más profundas que ha vivido el país, pero nunca dejó de ser una figura de liderazgo muy querida entre el gremio comerciante que vivía en dicho lugar. Hasta el sol de hoy lo reconocen por haber sido una voz mediadora y defensora de los más vulnerables, como por ejemplo de los drogadictos en las épocas más oscuras de la Alameda, con quienes se sentaba a hablar constantemente en pleno andén si era necesario. Por décadas se ganó la confianza, el respeto y el cariño de todos, incluyendo a muchos indigentes a quienes les logró despertar un sentido de propiedad por el lugar que con el tiempo irían abandonando voluntariamente para siempre. Su altruismo le saldría caro, pero valdría toda la pena.

A Don Carlos Julio todo el mundo en la Galería Alameda lo conoce. Ni siquiera los casi 15 años que duró viviendo en Medellín hicieron que las personas lo olvidaran. Hoy en día es considerado un gran líder en la Alameda. Foto: Archivo

De su última gran quiebra en 1994, Luz Edith tomó las riendas del nuevo negocio con el que la familia Gómez Giraldo se reinventaría y se pondría de pie nuevamente. Era hora de seguir su sueño y apostarlo todo. Lo suyo eran los detalles, la decoración, la diversidad del arte, la estética en los tejidos, la cultura y tradición en los objetos, y también los viajes. Empezó entonces a recorrer regiones enteras: en bus llegó a Tolima, Boyacá, Quindío y Nariño, entre otros, en busca de nuevos estilos de canastos y alpargatas, las cuales empezó a exportar a Estados Unidos un par de años después de inaugurada la tienda Artesanías La Caleñita en el año 1992.

Entre canastos y todo tipo de productos a base de mimbre, en 1992 nació para quedarse “La Caleñita”, que mucho ha escrito la historia de un lugar varias veces denominado por las autoridades como uno de los corazones culturales de Cali.

Los primeros años fueron los más duros, pero también los más gratificantes. No se tardaron mucho en dimensionar el potencial que tenía el negocio pues la acogida en el sector fue inmensa y empezó a ganar rápido reconocimiento en la sociedad caleña por la calidad de sus productos artesanales que llegaban directamente de las manos de los artesanos en las regiones del alto y ancho de Colombia. El flujo de ventas los obligó a expandirse y los viajes de Luz Edith la empezarían a llevar a destinos más lejanos como China, desde dónde importaría containers cargados de decoración navideña con los que por años suplieron varias plazas de mercado del Valle, a la vez que sus tiendas empezarían a ser parada obligada de miles de caleños cuando se acercaba y llegaba el mes de diciembre. Con el pasar del tiempo, la familia Gómez Giraldo compraría los locales aledaños, uno a uno, hasta ser dueños de la mitad de la cuadra del lateral norte de la Alameda en donde se ubican hoy sus dos tiendas: Artesanías la Caleñita y Arte y Decoración la Caleñita.

Luz Edith Giraldo trabaja de la mano con los maestros de artesanías de diferentes regiones de Colombia, a donde viaja constantemente. Foto: Vía Instagram / @artesaniaslacalenita

Conforme al crecimiento de sus tiendas, proporcional fue el desarrollo de la plaza de mercado de la Alameda que empezaría a tomar tinte artístico por la emergencia de otras nuevas tiendas de artesanías inspiradas en el éxito de la Caleñita. Además, la cultura esotérica también crecería y sería influida por creencias religiosas y espirituales propias del suroccidente colombiano en su diversidad social. Pasaría de ser una plaza de mercado a una galería. Esto la puso en el radar de la alta alcurnia caleña, normalmente al margen de espacios comerciales populares, por el valor agregado de la diversidad en la tradicionalidad colombiana orientada a la decoración y la buena alimentación en un ambiente seguro.

En la dirección del negocio gerenciado por Luz Edith, la han acompañado desde 1995 dos de sus cinco hermanas y hoy su hija menor, Mayra Alexandra, es su mano derecha. Una gestión matriarcal de la que Carlos Julio dejó de hacer parte desde antes del 2013, año en el que se mudó para Medellín, pausando una historia entregada al tejido social del sector que todavía se mantiene vigente y se refleja. La Galería Alameda lleva años gozando de una paz trabajada y una tranquilidad generalizada. La comunidad que convive alrededor de esta es muy fuerte desde los lazos de cooperación y comunicación por dentro y por fuera de los círculos internos del sector comerciante ahí establecido. El nivel de apropiación es grande.

Hoy por hoy, todos los caleños que conocen la galería Alameda saben dónde queda La Caleñita por la fama que le da una trayectoria de casi 30 años. En promedio, cada día llegan cerca de mil personas a sus tiendas. En su gran mayoría, los clientes se toman el tiempo para recorrer los más de 10 espacios de exhibición abarrotados con artesanías de todo Colombia: hamacas del Quindío, alpargatas del Tolima, carrieles antioqueños, tejidos misak, pulseras del Putumayo, mochilas arahuacas y guajiras, etc. Cada esquina de este lugar se define con colores y estilos propios de las identidades tradicionales de Colombia expresados diversamente con arte en lo decorativo, lo funcional, lo necesario y lo apreciativo. Pequeños y medianos artesanos de al menos 30 departamentos del país tienen de socio directo en Cali a La Caleñita.

En su interior también hay un café que le apuesta a entradas y deleites tradicionalmente caleños con un toque de innovación creativa con la que se prueba en autenticidad. Las empanadas de chontaduro, invento propio de la Caleñita, por ejemplo, los ha convertido en un destino obligado para los turistas extranjeros que mucho frecuentan los planes culinarios en la Galería Alameda, los cuales son abundantes pues es la meca de los sabores de la región Pacífica colombiana en Cali y un gran centro de acopio del extenso campo de los departamentos del Cauca, Valle y Nariño.


Le puede interesar:

Resucitó La 14 en manos de Tulio Gómez

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Quién responde por 7 carros de bomberos de Bogotá que costaron $14 mil millones y no aparecen

Quién responde por 7 carros de bomberos de Bogotá que costaron $14 mil millones y no aparecen

Qué sabe Salvatore Mancuso del asesinato del reconocido abogado que puede enlodar a Uribe

Qué sabe Salvatore Mancuso del asesinato del reconocido abogado que puede enlodar a Uribe

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--