Apoteósico, sublime, la actuación de Guns N' Roses en el Campín cumplió con las altas expectativas que habían. Fue una especie de desquite después de lo que sucedió hace 30 años, cuando el grupo naufragó en medio de la desorganización que hubo en ese evento y que terminó, incluso, con la cancelación de uno de los dos conciertos pactados y disturbios en todo el barrio Galerías.
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Pero en este martes 11 de octubre los Guns la rompieron. Fue la locura y 40 mil personas vibraron con sus 180 minutos de música. Sin embargo, no todo salió perfecto. Aterciopelados fue la banda que les abrió y, por voz de su líder, Andrea Echeverry, se quejaron de que la banda norteamericana los ninguneó y de la peor manera.
Andrea se quejó de esta manera: “No nos dejaron ni hacer pruebas de sonido, hijuep$%&”. Remató sus críticas con este comentario: "Los gringos estarán muy chéveres, pero hay que mirar para acá”
Este miércoles 12 de octubre Guns N' Roses cierra sus shows en Colombia con otro Campín lleno a reventar. La fiesta va a ser total.
