Guía de La Habana por un exguerrillero de las FARC

Viví en La Habana desde abril de 2013 hasta noviembre de 2016 como integrante de la Delegación de Paz de las FARC-EP. Además de los momentos históricos que conocemos –las mil y un firmas, el apretón de manos de Timo y Santos, los cónclaves y demás-, fui testigo de eventos que conmocionaron de una u otra manera la vida cotidiana cubana, entre ellos: la apertura de relaciones con EE.UU. y el correspondiente regreso triunfal de los 5 antiterroristas cubanos, la visita de Barack Obama y el partido de beisbol EE.UU. – Cuba en el Estadio Latinoamericano, el fallecimiento de Juan Formell –el hombre que puso a bailar a generaciones enteras- y de Nelson Mandela –gran amigo de Fidel y del pueblo cubano. Aprendí a amar a ese caos medio-africano-medio-gótico que es La Habana y me di el lujo de transitar sus calles tal y como se deben conocer las grandes ciudades: a pie y con buena compañía.

Ya en Colombia, dos grandes amigos planearon viajes a Cuba. Les preparé una pequeña guía de sitios imperdibles de La Habana. Luego me enteré que mi escrito circulaba por allí, que recibía buenas críticas, que era agradecido por algunos de los que se unieron a la oleada colombiana a la Isla. Le di unas cuantas puntadas al texto original, y aquí está listo para quienes se acerquen a La Habana desprevenidamente y por fuera de todos los esquemas del turismo de playa y souvenir.

Ojo con la plata...

En Cuba existen dos monedas paralelas en curso:

-El CUP, también llamado peso a secas o Moneda Nacional, que es la corriente con la que se pagan los salarios del país. ¿Cómo reconocerlos? Los billetes son de un solo color, las monedas de a peso son como las anteriores de 100 pesos colombianos, la de 3 pesos es niquelada y trae al Che, y las de fracciones de peso son ultralivianas.

-El CUC, que es la moneda para captar divisas a partir del turismo, es más o menos equivalente a un dólar, y es la moneda corriente en las mercancías para extranjeros, en los hoteles, restaurantes, etc. ¿Cómo reconocerlos? Los billetes son multicolores y las monedas son niqueladas y pesadas.

Al distinguir los billetes no se fijen en el personaje histórico de cada cual, porque es el mismo en CUC y en CUP. ¿Me explico? En el de 1 CUC y 1 CUP está José Martí, en el del 3 CUC y 3 CUP está el Che, y así. La clave, repito, son los colores.

Atentos, mis amigos: 1 CUC = 23 CUP. Ese es el precio oficial de cambio, pero en la calle puede variar en las más diversas formas. Así, un CUC puede equivaler a 20, 25, 22 o 24 CUP de acuerdo al contexto, lo cual se traduce en la aguda agilidad aritmética del ciudadano cubano promedio. Entrenarse en regla de tres es un capital importante previo al viaje a la Isla.

Como moverse en La Habana

Esto es de tremenda ayuda. Podemos distinguir, al menos, seis sistemas de transporte dentro de la ciudad:

-Taxis amarillos: precios para turistas europeos, o sea, 9 CUC la mínima con taxímetro. Abstenerse siempre, mis amigos.

-Almendrones: carros americanos de los cincuentas con motores soviéticos o surcoreanos: con ellos se negocia directamente el costo de la carrera con el chofer.

-Máquina: son almendrones que cumplen una ruta específica -como los taxis colectivos de Buenaventura-. El pasaje individual vale 10 o 20 CUP.

-Ruteros: Son busetas modernas de color amarillo y negro. Cubren una ruta específica –casi las mismas de las máquinas-, suelen demorarse aproximadamente 30-40 minutos entre uno y otro, pero tienen aire acondicionado y la carrera vale 5 CUP. Recomendados.

-Guagua: Es el servicio público municipal, decí vos un MIO o Transmilenio que para solamente en paradas específicas. Son muuuy baratos -pasaje individual 0,40 CUP- pero suelen ir exageradamente llenos y calientes, y demorarse bastante en su recorrido, sobre todo en las horas pico. Sabiéndolos usar, son un ahorro enorme.

-Bicitaxi y cocotaxi: son servicios para turistas en distancias cortas. Cobran más o menos lo mismo que un almendrón, pero siempre se negocia antes de montarse

Ahora sí, los rincones de La Habana

La Habana se divide en municipios así como Bogotá en localidades o Cali en comunas.

-Habana Vieja

¿Qué decir? Es una lindura de cabo a rabo. Toda ella es Patrimonio de la Humanidad. Pero también es el centro del turismo aburridor. Hay desde verdaderas joyas hasta pastiches para japonesitos en bermudas con cámaras ultramodernas. Lo que yo recomiendo:

-  Museo de la Armería: se trata de una armería antigua que el Movimiento 26 de Julio intentó asaltar el 9 de abril de 1958. Si bien la acción fracasó, el museo recuerda la heroicidad de los combatientes urbanos y presenta una muestra de armas de diversas épocas y orígenes. Incluye el fusil M1 del Che Guevara, la carabina M2 de Celia Sánchez y un fusil de lujo que Gorbachev le regalara a Fidel. La entrada es gratuita. Dirección: Mercaderes No. 157 entre Obra Pía y Lamparilla.

-  Museo de los Capitanes Generales: es el museo de la ciudad y cuenta con una muy interesante colección de la Colonia y de las guerras de independencia. Para colombianos patriotas, en la sala de banderas encontrarán la divisa de la Legión Colombiana, el batallón de voluntarios colombianos que lucharon junto a los mambises. La entrada es cercana a los 3 CUC. Queda en la Plaza de Armas, Calle Tacón No. 1 entre Obispo y O’Reilly.

-  La Plaza de Armas en sí es un sitio precioso e icónico. Hay ventas de libros, estampillas, posters e insignias para turistas. Se pueden encontrar tesoros, pero negocien, no se dejen tumbar.

- Hotel Raquel: viejo hotel de la comunidad judía. Tiene unos vitrales hermosos. Darse el vueltón es gratis y se puede visitar la terraza que permite divisar todo el casco viejo. Dirección: Amargura No. 103, esquina a San Ignacio.

- Calle Obispo: es una calle peatonal típica de La Habana Vieja, muy de turistas, pero hay mucho por ver.

- Catedral de La Habana: Es Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO y una de las construcciones más antiguas de todo el continente. A media cuadra está la escultura de Antonio Gades, el bailarín comunista español; y a cuadra y media un centro de gráfica experimental interesantísimo.

- Feria de San José: es una gran venta de artesanías para turistas, se encuentra una que otra cosa bonita y rara como las camisetas de Camilo Cienfuegos o viejos carteles revolucionarios de los setenta, pero no se olviden de negociar. Queda en la Avenida del Puerto con Calle Cuba.

- Convento de San Francisco de Asís: un tesoro barroco de gran acústica. Usualmente es sitio de presentación de música sacra. Allí el pianista Frank Fernández ofreció un concierto para las dos delegaciones de la Mesa de Conversaciones. Está ubicada en Oficios con Teniente Rey, frente a una hermosa plaza homónima y a una cuadra de la Avenida del Puerto.

- Catedral Ortodoxa Nuestra Señora de Kazán: si usted gusta de la cultura rusa tiene que ir a este lugar icónico de la creciente comunidad eslava en La Habana. Se terminó de construir en 2008 y es el sitio de oración de la colectividad ortodoxa residente en la capital. Queda en la Avenida del Puerto entre Sol y Santa Clara.

- La Marca: es el epicentro de los tatuadores habaneros más reconocidos. Se trata de artistas tremendamente profesionales y creativos. Si bien no me pude rayar allí, queda para una próxima ocasión. Eso sí, precios europeos. Queda en Obra Pía entre Oficios y Mercaderes.

- Bar Bilbao: un bar temático de la cuestión vasca con muchas ikurriñas y camisetas del Athletic. No esperen oír a Kortatu porque la banda sonora es la misma del resto de la ciudad –Marc Anthony y Gente de Zona-, pero el sitio pega mucho. Queda en O’Reilly con esquina a Aguiar.

Centro Habana

Es el municipio que colinda con Habana Vieja. Es una zona popular, de mucha “guapería” y reggaetón. Es muy chévere recorrerlo a pie para salirse de La Habana de postal y conocer de primera mano las cuadras en las que se inspiraron Formell o Padura. Mi favorito es el Barrio Chino, rezago de la inmensa migración de mano de obra asiática semiesclava que se tragaron los ferrocarriles y el monocultivo de la caña. Entre sus muchas cosas curiosas:

- La Escuela Cubana de Wushu: centro clásico de las artes marciales chinas en Cuba, incluye un restaurante de comida cantonesa y un recorrido gráfico por el kung fu dentro de la Revolución. Dirección: Dragones No. 304 entre Rayo y San Nicolás. Ojo: la foto del joven Fidel comiendo arroz chino con Coca-Cola no tiene pierde.

- Las estampitas de San Fa Con, el santo chino-afro-cubano. Búsquenlas en los locales de artesanías santeras del barrio. Se reirán bastante.

- Restaurante Kow Kong: antigua sociedad mutual de la colonia cantonesa. Es un sitio genial y relativamente barato. Los noodles de la casa son siempre frescos y con la fórmula original. Queda en Campanario No. 567 entre Dragones y Salud.

Por fuera del Barrio Chino es pertinente visitar dos restaurantes:

- Nazdarovie: Un curioso emprendimiento de la comunidad ruso-cubana. El lugar es pura nostalgia soviética: cartelismo revolucionario, efigies de Lenin y Gagarin, ondeantes banderas de la URSS y una galería de la vida cotidiana de las miles de familias cubano-soviéticas. Es caro pero imperdible. Queda al ladito del mar, en plena frontera entre Centro Habana y Habana Vieja: Malecón No. 25, 2do. piso, media cuadra antes del Paseo del Prado.

- Algarabía: Una cafetería popular en el corazón de Centro Habana. Las mejores –y más baratas- hamburguesas de la ciudad. Queda en Neptuno esquina a Escobar.

Vedado

Es el antiguo barrio burgués. Todo él es una belleza arquitectónica. Lo que recomiendo:

- Universidad de La Habana: el principal y más antiguo centro de estudios superiores de la Isla. En sus escalinatas nacieron todas las conspiraciones políticas y las resistencias armadas de la historia cubana. Es un tesoro arquitectónico tremendo. La entrada es libre en días hábiles. Se puede acceder a diversos museos gratuitos y a puestico de revistas precioso en el que se consiguen todas las publicaciones universitarias cubanas. Su plazoleta central es una belleza. Está ubicada en San Lázaro y L.

- Hotel Nacional: sí, es el de El Padrino 2. Es carísimo, pero dar el borondo por el primer piso sale gratis. En sus patios se instalaron los cañones antiaéreos checos durante la Crisis de los Misiles, y pueden visitarse aún las trincheras de aquel episodio. En la galería de visitantes ilustres encontrarán al lado de presidentes, reyes y cosmonautas, a la cuota colombiana: Angelino Garzón y Margarita Rosa de Francisco. Dirección: 21 y O.

- Hotel Capri: Recientemente remodelado, era uno de los hoteles de la mafia italo-americana en La Habana. Es cinco estrellas y carísimo, pero visitar su mítica piscina es gratis, siempre y cuando se consuma algo. Sí, amigos, es la piscina de la observaciones agudas de Sergio en “Memorias del Subdesarrollo” y del plano-secuencia larguísimo de “Soy Cuba” de Kalatozov. Un sitio icónico si gusta del cine.

- Coppelia: es la heladería popular, la de Fresa y Chocolate. En fines de semana hay colas enormes que no vale la pena hacer, pero entre semana es fácil entrar. El helado es súper barato –recuerde llevar CUP- y las referencias cinematográficas son interminables. Está en 23 y L.

- Casa Balear: es un barcito en 23 y G ubicado en una antigua casa de la colonia balear. Conseguís mojitos a 16 CUP, los más baratos de la ciudad.

- Restaurante Bar Sofía: es un restaurante bastante regular, pero en él tocan grupos amateurs buenísimos de toda clase de música. Queda en la esquina de 23 y O. Tomen y disfruten la música, pero NUNCA coman.

- El Gato Tuerto: un chuzo muy de latin jazz y timba para turistas, muy bueno pero muy caro. Queda diagonal al Hotel Nacional.

- El Submarino Amarillo: el primer y casi único bar habanero de rock. Sitio de obligada visita si te cansás de tanto reggaetón y Marc Anthony. Todo el sitio es una referencia al álbum homónimo de los Beatles. La selección musical a veces deja mucho que desear, pero no hay mucho de donde escoger. Tocan bandas de covers de un nivel voladísimo. El cover es como de 4 CUC y queda en Calle 17 esquina a 6, a uno 100 metros del icónico monumento a John Lennon.

- La embajada de Corea del Norte: La República Democrática Popular de Corea solo tiene tres embajadas residentes en América Latina. Una de ellas es la de La Habana y queda en Paseo esquina a 17. Tienen una cartelera pública con las últimas noticias de Pyongyang, fotos de desfiles y actos públicos, y videos de la vida coreana. Visítenla, así sea de refilón, no tendrán la oportunidad de cruzarse una así en otro lugar.

- El Burrito: es un restaurante mexicano muy barato ubicado en 23 entre G y H. Ampliaron la carta con platos colombianos como la bandeja paisa y –atentos- el “pata con pisao”. No dejen de ir.

Plaza de la Revolución

Es el siguiente municipio de este a oeste. Incluye muchos sitios icónicos de la ciudad y barrios residenciales de arquitectura interesantísima como el Nuevo Vedado –un barrio súper lindo para recorrer a pie-. Para ver...

- La Plaza de la Revolución y todos sus alrededores (Memorial José Martí, los ministerios, el Comité Central del PCC, el Teatro Nacional, la Biblioteca Nacional y el Museo Postal). Si solo caminan pensando en lugares comunes y fotos de postal, les irá muy mal. Si improvisan y se salen de la guía turística, la pasarán bien.

- Barbaram: es un bar temático de Vampiros en La Habana, la selección musical no es buena pero cautiva a quien admira el film de Juan Padrón. Venden, incluso, un cóctel Vampisol. Calle 26 entre Zoológico y 47, Nuevo Vedado.

- La Fábrica del Arte Cubano, un bar-saladeconcierto-galeríadearte-restaurante-proyecto-comunitario muy interesante y cosmopolita liderado por la familia Alfonso. Galerías, salas de concierto, cocteleras y espacios al aire libre dentro de una antigua fábrica de aceites. La entrada es cercana a los 5 CUC y está ubicada en Calle 26 esquina a 11. Muy, muy chévere.

Playa

Es el municipio más al Oeste. En él están la mayoría de las embajadas, consulados y sedes de organismos internacionales. Mis favoritos:

- Avenida 5: es una vía rápida por la que no se puede transitar en transporte colectivo. En ella están la mayoría de las embajadas, lo que la convierte en un reto vexilológico –esa atracción malsana hacia las banderas que tanto nos emociona a algunos-. No deje de fijarse en la embajada rusa -un edificio de arquitectura soviética que parece un transformer- ni de detenerse frente a las carteleras informativas de las sedes diplomáticas de países africanos.

- Museo Orgánico de Romerillo: ubicado a dos cuadras del popular paradero de guaguas de Playa, se trata de un interesante proyecto del artista Kcho. Es gratuito e incluye una muestra permanente del gran artista Wilfredo Lam, un wifi gratuito, una biblioteca de artes plásticas y un café chévere. Está en Séptima y 120.

- El Sauce: un bar-proyecto comunitario que busca llevar a los artistas internacionales al corazón de Romerillo, barrio de guapos. Pueden ver a Van Van o a Adalberto Álvarez a 3 CUC. Los domingos tienen una muy famosa temboteca –una viejoteca, pues-. Está en Novena entre 120 y 130.

- Jaimanitas: Es un barrio popular al Oeste. La gracia del lugar es un artista plástico llamado Fuster que ha intervenido de una manera curiosa y semi-gaudiana todas las calles y paradas del barrio. No dejen de visitar la casa del artista. Chévere.

Habana del Este

Es el municipio más oriental de La Habana, pasando el túnel de la Bahía. Mis recomendados.

- Fortaleza de La Cabaña: joya colonial y museo militar, fue sede provisional del comando del Che Guevara. Todas las noches a las 9 en punto disparan un cañonazo tradicional. Entrar a la ceremonia es caro.

- Playas del Este: son las mejores playas de La Habana. En sentido oeste-este son Tarará, Santa María y Guanabo. Recomiendo Santa María. Pueden negociar con un almendrón para que los lleve y los traiga o pagar un pasaje en un bus para turistas que los deja allí de acuerdo a unos horarios. La playa es gratuita, pero el parasol se alquila. Negocien la comida o llévenla hecha.

- Alamar: fue uno de los primeros proyectos de arquitectura soviética en la Cuba revolucionaria. La pastelería socialista de los arquitectos moscovitas se impregnó de Caribe dando origen a un barrio popular variopinto que ha sido, al tiempo, barrio obrero, residencia para los revolucionarios perseguidos del mundo entero –incluyendo a Benedetti-, playa de recreo para la colonia soviética, y cuna del hip-hop y el tatuaje habanero. Allí encontrarán un restaurante no tan barato, pero chévere: El Chanchullero. Cerca de él, un proyecto bastante loco: La Guayabera, una antigua fábrica textil que se convirtió en sala de cine, librería, heladería y tienda de artesanías (Nota: las direcciones en Alamar son imposibles, se llega es a punta de indicaciones a la bugueña).

 El paraíso de los libros

Los libros salen muy baratos si los compran en sitios para el público cubano. Muuuuuy baratos. Muy. En serio. De 10 a 15 CUP un libro nuevo, por ejemplo. No vayan a librerías para turistas ni a stands de hoteles. Busquen librerías nacionales y libreros regateadores. Se divertirán en el intento. Pero ojo: recuerden que el peso extra en el avión resulta caro, así que mejor escojan bien y faltando poco para irse, para que no tengan que estar volteando de un lado al otro con ese manual de fisiología difícil de conseguir o aquella edición rara de los tres tomos de los comentarios a El Capital de Rosenberg. Las librerías recomendadas:

-Librería Centenario del Apóstol, Calle 25 y O, Vedado. Libros cubanos y ecuatorianos nuevos y buenos. Libros clásicos de colección. Se consiguen cosas soviéticas raras –diccionarios de lengua rusa, manuales de física de Editorial Mir, clásicos del marxismo, novelas de Sholojov-. Para completar el tour, en el tercer piso queda el Memorial Abel Santamaría, en el apartamento desde donde se planificó el asalto al Cuartel Moncada: gratis,  interesante y sin turistas cansones.

-Librería Alma Mater: esquina de San Lázaro e Infanta, a tres cuadras de la Universidad de La Habana. Encontrás revistas culturales y universitarias y fondos de editoriales tan tremendas como Txlaparta o Ayacucho. Además la librería programa una agenda cultural muy interesante.

-Librería de cuyo nombre no me acuerdo: queda en L entre 25 y Jovellar -en Vedado, al lado de la Universidad-. Es cara pero se consiguen joyas de Daniel Chavarría, revistas Tricontinental clásicas y muchos estudios antropológicos sobre la música cubana y la santería.

-Fayad Jamís: Obispo 261, Habana Vieja. Genial librería, hermosísima. Fondos venezolanos, ecuatorianos y vascos.

-Cuba Científica: Ubicada en I # 512, esquina a 25, Vedado. Es un sitio pequeño, atendido por un viejito cascarrabias. Es de libros usados y se encuentran verdaderas joyas. En el antejardín encuentran 3 cajitas: la de 3 CUP, la de 5 CUP y la de 10 CUP. No dejen de buscar en ellas. Anécdota explicativa: por 3 CUP me llevé una extraña edición española de La otra raya del tigre de Pedro Gómez Valderrama, la más alta expresión de la novelística zapatoca.

-Plaza de Armas: Ya hablé un poco sobre ella. Están muchos de los libreros más afamados de Cuba en stands callejeros. Cobran puro y duro. Pero hay cosas que solo consiguen ellos, como revistas Pensamiento Crítico, ediciones cubanas de García Márquez, cosas raras de Lezama Lima y así. Aunque cuidado: la industria editorial cubana está en el camino de la reedición de clásicos. Este servidor invirtió un regalo familiar en la primera edición de “El ingenio” de Moreno Fraginals –clásico de la historiografía cubana- para enterarse solo dos días después de una novedosa reedición súper económica. Ojo: también se consigue cartelismo cubano, filatelia y muchas cosas coleccionables. Todo muy lindo pero, repito, no se olviden de negociar.

Nota final: los libros cubanos anteriores a 1950 son considerados Patrimonio Nacional y no se pueden sacar del país, salvo permiso especial. No se metan en problemas: no los compren ni mucho menos busquen sacarlos del país.

Sin miedo a los lugares comunes, La Habana es una ciudad maravillosa. Sálganse de la guía turística del aeropuerto y descubrirá un tesoro. Visítela ahora que hay profusión de vuelos baratos directos y de planes económicos. Y aprenda de sus habitantes y sus historias, tan alegres como Los Van Van, y tan particulares y barroco-tropicales como las novelas de Yoss –personajísimo habanero, pionero del heavy metal y la literatura fantástica, lo encuentran siempre caminando 23-. Y acuérdese de este servidor cuando le arrebaten una sonrisa o se consiga aquel viejo libro que llevaba años buscando.

Salud.