¡Fuerza, Irán!

¡Fuerza, Irán!

La república islámica está sufriendo las consecuencias de no estar alineada con Estados Unidos. ¿Qué pasará?

Por: Ariel Alberto Quiroga Vides
mayo 21, 2019
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¡Fuerza, Irán!
Foto: White House / Mojtaba Salimi -CC BY-SA 3.0

Sé que es real politique, sé que las normas de las Naciones Unidas solo son aplicadas para aquellos que no tienen la riqueza y el poder militar para impedir su imposición, pues varias resoluciones de la asamblea general han ordenado el levantamiento del embargo contra Cuba y EE. UU. no ha querido acatar el mandato del resto del mundo.

Trato de ser realista, trato de mirar las cosas bajo sus justas proporciones, reconozco que en nuestro mundo los fuertes imperan y los débiles son consumidos aunque existan normativas que los protejan, lo cierto es que más allá de nuestra presumida inteligencia superior, en este planeta las leyes de adaptación natural y evolución Darwinianas siguen siendo un canon, por lo menos y gracias al cielo no un canon legal, pero si real, si, de lo que es la sociedad profunda y de lo que en verdad rige nuestro destino.

Siempre observé las películas que cada fin de semana RCN y Canal Caracol pasaban con testarudo atraso (porque eran las mismas), películas gringas en su mayoría, filmes en donde por lo general un niño mayor y brabucón le daba en la jeta a otro flacucho y menor, y yo me preguntaba por qué hacían eso, por qué unos niños maltrataban a otro sin motivo, y se me fue metiendo en la cabeza que la gente del Norte tiene ese gran problema en las escuelas, lo cual ha sido corroborado por muchos estudios, como el publicado en el Journal of Educational Psychology, artículo que posteriormente fue también publicado por el periódico colombiano El Tiempo, en el cual queda expreso que por lo menos a uno de cada cuatros niños en EE. UU. le sacan las muelas en sus colegios, y no precisamente para echarles Colgate.

Hoy observo con preocupación lo que está pasando en Irán, pues a este país le están aplicando una encerrona que carece de todo fundamento legal internacional, una encerrona comparada con la que Hitler le hizo a Europa en los principios de la guerra, nada justificaba legalmente sus acciones internacionales, pero las hacía porque tenía el dinero y las armas, y porque seguramente, algunas potencias en algo se veían favorecidas, por lo menos en principio y seguramente en secreto.

No sé si Donald Trump y su pandilla de halcones republicanos eran de aquellos que les deban en la jeta sin motivo aparente a sus “amiguitos del cole”, pero lo que si me queda claro es que en el panorama internacional están dispuestos a romper narices, esta vez con muchos motivos económicos y geoestratégicos sobre la mesa pero sin justicia ni moralidad que los sostengan, y creo que el turno de ser el maltratado le tocó a Irán.

Irán es un sujeto internacional que aunque no tan poderosos como los gringos, desde hace décadas le hace pistola a los intereses norteamericanos, pues lo iraníes consideran que primero están sus intereses y objetivos como nación, ¡oh! gran descubrimiento de los persas, descubrimiento que a Colombia no ha llegado, pues aún seguimos en el intercambio de riquezas reales por espejitos y pendejadas.

Irán es una nación con mucha historia, por lo menos podemos remontar sus orígenes a más de cinco mil años de antigüedad, es la cuna del Imperio persa, aquel que conquistó Alejandro Magno, pero que por las acciones de su pueblo no se ha acostumbrado al dominio foráneo y parece que nunca lo harán. Esa lección la tuvo que aprender EE. UU. en 1979.

No entraré en detalles de todos los movimientos que consolidaron en el poder a la monarquía liderada por Mohammad Reza Pahlevi, por lo que explicaré lo que a mi entender fue uno de los quiebres más bruscos entre el pueblo persa y el Sha, pues aunque en la década de los 40 su padre había sido retirado del poder por Reino Unido por apoyar a los nazis, este regresaba el apellido familiar al trono persa, esta vez puesto por Reino Unido y Estados Unidos.

En 1951 fue elegido democráticamente Mohammad Mosaddeq, quien tomó la silla de primer ministro de Irán, tomando como bandera la nacionalización del petróleo, (El cuarto productor de petróleo en el mundo), tal idea no simpatizó a Reino Unido ni a EE. UU., por lo que junto con la CIA y el MI6 idearon un golpe de estado para reestablecer la monarquía Pahleví, pues grandes empresas de estas naciones interventoras tenían el control de enormes pozos de petróleo y necesitaban a un títere que les cuidara los bolsillos.

Mosaddeq es derrocado en 1953, y el Sha Mohammad Reza Pahlevi asume el poder, arrastrando consigo resentimiento y desconfianza de las mayorías populares. Una de las facciones era la de los clérigos chiíes, nacionalistas por antonomasia, teniendo como principal protagonista al legendario Ruhollah Jomeini, quien con fuertes discursos fue encendiendo los ánimos del pueblo, toda vez que reclamaba independencia política, económica, religiosa y cultural de occidente.

Luego de más de dos décadas del gobierno del Sha Reza Pahleví, de una nación quebrada, desigual, con palacios lujosos y niveles de pobreza escandalosos, Jomeini logró el mayor hito político de Irán, el derrocamiento del monarca. Con la caída del gobierno títere de occidente específicamente títere de EE. UU. y Reino Unido, se instauró la teocracia, pues los principios que de ahora en adelante marcarían el destino del país persa serían los principios del Islam, específicamente los de la rama chií, quienes muy poco han logrado ser aliados de Norte América, pues este papel lo suelen jugar los suníes en medio oriente.

Está claro que cualquier pueblo que osase asumir posiciones políticas y económicas independientes, que no beneficien los intereses norteamericanos está destinado a sufrir una presión constante y una persecución criminal, veamos el caso de Cuba, Venezuela, Líbano, Libia, Siria, Yemen, el Congo de Patrice Lumumba, Rusia y como olvidar a Colombia cuando nos obligaron a despegarnos de Panamá colocándonos buques de guerra en el mar caribe.

Con Irán obviamente no iba a ser diferente, pero claro, esta nación pasó la raya el 04 de noviembre de 1979, que además de ser abiertamente hostil a las pretensiones gringas, Jomeini alabó que 400 estudiantes islamistas se tomaran la embajada norteamericana en Teherán y secuestraran a más de 60 funcionarios diplomáticos gringos, lo que humilló públicamente a Estados Unidos, y lanzó la pregunta de si la superpotencia ya no tenía capacidad de respuesta a naciones que podrían de una u otra manera responder con fuerza a un ataque militar, pues desde la segunda guerra mundial EE. UU. no se ha enfrentado directamente en el campo a militar a alguna nación con capacidad de respuesta, sino contra naciones pequeñas, empobrecidas y sin capacidad de confrontación convencional duradera. Lo que se denominó como la crisis de los rehenes congeló las relaciones bilaterales durante 34 años aproximadamente, hasta la llegada del primer ministro Rohaní.

No había pasado un año de la toma del poder por la revolución islámica de Irán, cuando en 1980 este país era atacado por el Iraq de Saddam Hussein, quien contó con el beneplácito de EE. UU., en aquel momento aunque Irán resistió sin perder la guerra hasta 1988, fue duramente golpeado, pues el país persa no contaba con un programa de misiles que le protegiera como medida disuasoria de los vecinos hostiles del medio oriente, como lo eran los países suníes de Iraq y Arabia Saudita.

Desde que la revolución empezó en 1979 Irán ha sido sometido a múltiples sanciones económicas y políticas por parte de EE. UU. y la comunidad internacional; desde 1979 hasta 1988 se aplicó el congelamiento de bienes y activos iraníes en bancos y entidades financieras de EE. UU, como también la prohibición a empresas norteamericanas de comerciar con los persas; en el 95 los Estados Unidos incluyeron a Irán en la lista de países que apoyaban al terrorismo, haciéndolos ver oficialmente ante el mundo como los malos de la película.

En 2005, gana las elecciones Mahmud Admanidejad, quien gobernó con posición radical hacia occidente, impulsó un programa nuclear y dinamizó el programa de misiles balísticos.

En 2006, las Naciones Unidas y la Unión Europea también aplican sanciones contra Irán, no solo al estado persa como tal sino también a funcionarios del gobierno, buscando paralizar la economía nacional y en últimas doblegar las pretensiones armamentísticas iraníes, que más que estar inclinadas al ataque su principal fin era defenderse de posibles agresiones.

Para aquellos que nos apasiona el tema geopolítico, es una verdad que la nación que posea grandes recursos naturales y desee ser autónoma no puede lograrlo a menos que tenga nivel de disuasión y una moneda de cambio para la negociación y esto lo ha entendido Irán, pues son conscientes de que por su posición geográfica de estar rodeados de enemigos como lo son las monarquías del golfo pérsico e Israel, necesitan armarse hasta los dientes, ya que no están dispuestos a sufrir la destrucción que padeció Siria, que de no ser por Rusia y los mismos persas, hoy serían un enclave más de los Estados Unidos y sus aliados, algo así como la republiqueta que crearon en Libia y que hoy está colapsando.

Desde 1979, Irán ha sido sometido a sanciones que colocarían a cualquier país contra la pared hasta llevarlo a su desintegración, sin embargo los persas han aguantado, y sumado a ello han sido capaces de desarrollar un programa nuclear y de misiles balísticos, que como lo vimos en párrafos anteriores ha sido el caballo de batalla de EE.UU para imponer las sanciones comentadas.

En el año 2015, el G5+1, esto es EE. UU., Rusia, China, Francia, Inglaterra y Alemania lograron firmar con el presidente Rohaní un acuerdo que conducía al desmantelamiento del programa nuclear iraní y como contraprestación al levantamiento de la mayoría de las sanciones. Citando a la BBC sintetizo los puntos más importantes: 1) Llevar a su mínima expresión el enriquecimiento de uranio, 2) reducción de la producción de plutonio, 3) monitoreo constante para impedir que Irán impulsara un programa nuclear clandestino, 4) impedir la posibilidad de que Irán pueda realizar los pasos para crear una bomba atómica 5)levantamiento de las sanciones, excepto el embargo de armas que tardaría cinco años y la restricción de importación de tecnología para producir misiles balísticos que tardaría ocho años. El mundo celebró la firma del acuerdo, el mercado de valores cerró al alza y se concretaba la esperanza del pueblo iraní de quitarse la soga que injustamente unos fuereños les habían puesto.

La demora era que ganara Donald Trump las elecciones en EE. UU., sin embargo en la campaña electoral el asunto de Irán no fue uno de los principales impulsos de sus pretensiones presidenciales y aunque de vez en cuando se quejaba por la firma de acuerdo, los temas como el empleo y la inmigración fueron los que lograron movilizar a las bases más populares del país del norte para darle la victoria. La BBC manifestó en uno de sus editoriales que el ensañamiento de Trump contra el pacto nuclear radicaba en apartarse del legado de Obama, acercarse a Israel y congraciarse con las monarquías del golfo, y yo sumo a ello que la línea fundamentalista religiosa del presidente gringo también hace su parte.

En últimas, Donald Trump retiró a los Estados Unidos del acuerdo en el año 2018 y desde la fecha hasta ahora ha impulsado nuevamente las sanciones económicas, llegando inclusive a prohibirle al mundo comerciar con Irán, pues aquellos que lo hagan se someterán a sanciones también, Donald Trump quiere negociar un nuevo acuerdo, en el que Irán renuncie a toda posibilidad de construir un arma nuclear (eso ya estaba en el acuerdo) y además a poner fin a su programa de misiles balísticos, lo que representa dejarlo indefenso ante Arabia Saudita e Israel, eso sería como poner a jugar futbol a Messi contra un joven ciego y sin piernas.

Respecto al programa de misiles balísticos (no nucleares) Irán no renunciará pues en varias declaraciones del portavoz del gobierno persa, Irán no está dispuesto a volver a sufrir lo padecido en la guerra contra Iraq, que por no tener ni un solo misil de mediano y largo alcance soportaron bombardeos despiadados mientras ellos solo se defendían con fusiles, y menos teniendo unos vecinos tan hostiles como lo es Israel y Arabia Saudita.

Estados unidos ha enviado al golfo pérsico el portaviones USS Abraham Lincoln, esperando disuadir a los persas y lograr sus pretensiones, sin embargo las respuestas que oficiales de las fuerzas armadas iraníes suelen dar son estas:

“Un portaaviones que tiene al menos 40 a 50 aviones y transporta 6.000 tropas era una seria amenaza para nosotros en el pasado, pero ahora es un objetivo y las amenazas han cambiado a oportunidades”, dijo Amirali Hajizadeh, jefe de la división aeroespacial de las Guardias Revolucionarias de Irán.

En los últimos días han existido hechos de dudosa procedencia, que podrían, de ser esclarecidos, estallar una guerra de connotaciones catastróficas, como lo es el ataque a dos buques petroleros en aguas del golfo pérsico y el estallido de un misil cerca a la embajada americana en Bagdad, y aunque estos parecen ser ataques de falsa bandera aún es muy apresurado afirmarlo.

En Colombia estos asuntos a la gente parece no mortificarles, o por lo menos ocupar un ratico de su tiempo, ignorando que la explosión del ajedrez geopolítico en medio oriente, con los jugadores de alto nivel que ahora se enfrentan, podría reventar el tablero de juego de Asia en el mar de la china y de América latina en Venezuela, estando nosotros del lado de Snow (el viejito malvado de “Juegos del hambre”).

Este corto y espero sencillo recuento histórico nos debe arrojar a la reflexión, a experimentar el sentimiento de engaño, pues ese EE. UU. que nos vendía la industria cinematográfica y Disney nunca existió, pues no se buscaba perseguir a los malos y proteger a los buenos, a los demócratas y liberales amantes de la libertad, sino simplemente proteger los intereses de las oligarquías norteamericanas, ejemplo de intervenciones con estos móviles hay cientos.

Irán está sufriendo las consecuencias de no estar alineada con EE. UU., pues en palabras de Baby Bush o estaban con ellos o eran sus enemigos, y hoy día es palpable como se le tapan las salidas a los persas, pues EE. UU. implícitamente a dado a entender que cualquier barco que salga con petróleo de los puertos de Irán podría ser hundido, y nosotros como espectadores estaríamos presenciando la destrucción de una civilización de 5000 años de antigüedad a manos de los bárbaros del siglo XXI.

 

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