El viernes 17 de mayo, a las 10 de la mañana, fue asesinado el oficial de policía Jaider Gregorio Amador Quessed de 32 años, en la ciudad de Barranquilla. El uniformado llegaba a visitar a su familia y unos sicarios que se movilizaban en una motocicleta lo mataron con varios disparos.
Con su muerte, se activó un plan candado que incluía una recompensa de 50 millones de pesos; pero ahora las autoridades sospechan que Amador Quessep podría haber estado vinculado con una organización delincuencial que opera en la ciudad.
Luego de investigaciones se descubrió que prestó servicio en la Unidad Antinarcóticos de la Policía Nacional, pero que habría sido apartado de su cargo porque sus superiores sospechaban de que podría andar en malos pasos.
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¿Qué lujos despertaron sospechas con el policía asesinado en Barranquilla?
Además, el hombre se permitía lujos que no podían tener otros oficiales de policía. Por ejemplo, daba grandes fiestas con parlantes de 150 millones de pesos y recientemente había comprado un vehículo y una vivienda.
Su sistema de bocinas para fiesta, que él llamó ‘El Kike’, tenían una potencia parecida a la que tienen los equipos que se exhiben en los reconocidos ‘picós’ que son tan populares en la ciudad. Los equipos que manejan ascienden a varios cientos de millones de pesos.
El medio El Heraldo de Barranquilla, conoció conversaciones de WhatsApp donde se vincula al policía asesinado con estructuras delincuenciales de la costa caribe colombiana.
