“Nuestra labor como antropólogos es decirle al mundo: esto no se trata de tolerarlo ni de respetarlo, ¡la diferencia hay que celebrarla”. Esta frase dio paso al clarinete y la percusión de la chirimía, con la que finalizó premiación del concurso de Antropología Visible 2013 el pasado jueves 11 de septiembre en la Asociación de Egresados de la Universidad de los Andes.
Esta es además la última frase que pronuncia Ana María Arango, la ganadora, en el documental de siete minutos que ilustra su trabajo y que fue el premio del concurso. Esta antropóloga creó la Corp-Oraloteca en 2010, un proyecto en la Universidad Tecnológica del Chocó en donde además de haber una colección de casi 4 mil LP´s, 600 Cds, hay encuentros para las danzas, los ritmos, las melodías, la memoria, las historias, las inusticias, las luchas y la vida cotidiana del pacífico.
Esa noche fueron homenajeados otros doce antropólogos y antropólogas. Este año, el concurso era para los uninadinos, pero Antropología Visible espera en el futuro incluir los trabajos de egresados de todo el país. Rocío Rubio, Drisha Fernades y Talía Osorio se soñaron el proyecto y se lo echaron al hombro: convocaron a los participantes y a un jurado de lujo para la difícil tarea de seleccionar los mejores e idearon una novedosa forma de mostrar las experiencias: un libro electrónico interactivo, donde están las fotos, los textos, los videos y los documentales para consulta de todo el mundo.
ver libro: http://ebook.antropologiavisible.com
El concurso buscaba mostrar cómo los antropólogos trabajan con la gente y las causas más diversas y lo logró. Por ejemplo, el premio de joven talento lo obtuvo Laura Martínez de la joven organización Pares en Acción Reacción Contra la Exclusión Social (Parces). Allí, no hay filantropía ni asistencialismo, sino trabajo mano a mano con las poblaciones de la calle, los consumidores de sustancias psicoactivas, los vendedores ambulantes y las trabajadoras sexuales de Bogotá. En Parces hay reacción contra la exclusión y la discriminación, y acción para mejorar las políticas públicas y la visión de una ciudad incluyente.
Parces documenta y denuncia los abusos policiales cometidos contra las trabajadoras sexuales de La Mariposa, en la plaza central de San Victorino (Bogotá).
Menciones especiales fueron para Myriam Jimeno y su acompañamiento persistente a los indígenas Nasa y las comunidades campesinas víctimas de la masacre del Alto Naya en el proceso de recuperación de la atrocidad. También para Tatiana Ome Barón, quien apoyó diálogos en donde las comunidades de barrios informales de San Cristóbal le enseñaran al Distrito cómo enfrentar los riesgos de deslizamiento y hacer un uso ecológico del territorio.
Fue destacada la labor de Andrés Patiño, de humanizar la búsqueda e identificación de víctimas fatales del conflicto o desastres naturales, y el duelo de sus familias, en países diversos como Irán, Kenia o Filipinas. La antropóloga y filósofa Carolina Suárez también recibió esta distinción: en el proyecto Orígenes de Artesanías de Colombia apoya a comunidades indígenas y afrodescendiente a encontrar una alternativa económica por sus objetos y artesanías, al tiempo que se protegen sus conocimientos y su cultura.
El libro electrónico o ebook contiene otras siete experiencias destacadas. El propósito ahora es engrosarlo con los variadísimos trabajos de los antropólogos y antropólogas del país y seguir celebrando la diversidad.
