Esteban Chaves le debe ser el ciclista que es hoy en día a su actual equipo, el Bike Exchange. El equipo australiano confió en él cuando el Chavito sufrió un grave accidente donde estuvo cerca de no volver a montarse a una bicicleta.
Casi un año pasó él en recuperación, y sin emabrgo cuando volvió no se pensaba que fuera a ser la estrella que pintaba ser antes del accidente. Sin embargo con muchas terapias, acompañamiento psicológico de su familia y el equipo y paciencia, logró posicionarse en la élite del ciclismo.
Todo el mundo conoció a Esteban Chaves en 2015 cuando ganó dos etapas de la Vuelta a España y vistió varios días la camiseta de líder. Terminó 5°, pero era el surgimiento de un nuevo escarabajo para pelear grandes vueltas. Para él, era la consagración de su resurgimiento.
2016 fue su mejor año. Se quedó a nada de ganar el Giro de Italia, fue tercero en la Vuelta a España y ganó Lombardía, siendo el único latinoamericano en ganar un monumento. 2017 apuntaba a ser otro gran año pero lo atacaron las lesiones y una mononucleosis que lo privó de más títulos. Por segunda vez, el Bike Exchange lo cuidó y lo recuperó, pero después de casi 10 años es momento de decir adiós.
9 temporadas después de debutar con ellos, Chaves cambiará de equipo y será parte del Education First de Rigoberto Urán. El de Urrao se mantendrá como la máxima figura de un equipo que salió a buscar colombianos ante la salida de Higuita al Bora. En esas encontró a un Chaves que finaliza contrato con su equipo de toda la vida y lo ficharon.
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Chaves ya no tendrá las condiciones para pelear las carreras más importantes del mundo, pero sí puede ser un gregario imporantísimo para Urán en sus aspiraciones de seguir peleando clasificaciones generales.
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