A pesar de contar con un nutrido grupo de colaboradores (entre ellos políticos, profesores y estudiantes de universidad, sindicalistas y abogados), el Comité Unidos Revoquemos a Peñalosa hizo caso omiso de un error cometido antes de su inscripción y que puede echar al traste toda su iniciativa.
El pasado 2 de mayo, el comité madrugó a radicar las 700.000 firmas que había recolectado hasta ese momento con el objetivo de bloquear lo que han llamado una “leguleyada” contra su iniciativa. Posteriormente, varios de sus miembros han declarado que se le está violando el derecho a la participación ciudadana al cambiar las reglas de juego.
Más allá de la polémica sobre la reglamentación de la revocatoria y sin ser una leguleyada, existe una razón elemental por la cual la Comisión Nacional Electoral CNE podría invalidar el trabajo de este comité a pesar de haber radicado esa enorme cantidad de firmas.
Al respaldo de los formularios: la exposición de motivos
Al respaldo de cada formulario de recolección de firmas debe estar impresa la llamada exposición de motivos: en ella un comité promotor presentan las razones que a su criterio sean válidas para terminar de manera anticipada el mandato de un alcalde o gobernador.
Cuando un ciudadano firma en un formulario no está firmando para sacar directamente al mandatario en cuestión, esta “contratando” a un comité para que lleve a cabo todo el trabajo que supone esta iniciativa y esta avalando las razones que le presentan en el formulario de recolección de firmas.
La exposición de motivos es una parte fundamenta del formulario porque viene siendo el texto del contrato entre comité promotor y los ciudadanos que apoyan esa iniciativa en particular. El comité tiene plena libertad al elegir las razones y la forma como presentará su exposición, no existen limitaciones con respecto a ello.
Los legisladores y la Corte Constitucional evitaron poner límites para redactar la exposición de motivos dado que un lineamiento mal escogido podría coartar los derechos de los promotores. Esa aparente libertad total de la que gozan los comités en su exposición de motivos realmente no es total dado que todo proceso democrático debe estar enmarcado en los principios consagrados en la Constitución y la formulación de los motivos no es la excepción.
Quienes están entre los promotores de este comité
Aunque se supone que todos los que firman una revocatoria deberían leer el respaldo del formulario no lo hacen: sería imposible recoger firmas si todos exigiesen leer la exposición de motivos. En la práctica los firmantes confían ciegamente en los promotores del comité realicen la tarea de tramitar una iniciativa de revocatoria con la debida seriedad.
El Comité Unidos revocamos a Peñalosa es bastante numeroso y entre sus miembros hay muchos personajes reconocidos en quienes confiar: están juristas de larga trayectoria como Germán Navas Talero o académicos como el profesor Carlos Carrillo que se han dedicado 24/7 a buscarle los peros a la administración Peñalosa. Los acompañan políticos como Jorge Robledo, Gustavo Petro, Hollman Morris, Inti Asprilla o Manuel Sarmiento entre otros. La academia también está presente con egresados como Sergio Fernández y varios de los representantes estudiantiles de la Universidad Nacional. La lista de promotores de ese comité es bastante extensa, parece el dream team con el que se puede lograr la primer revocatoria exitosa en la Capital.
Con toda esa constelación de estrellas es difícil desconfiar que algo pueda salir mal… pero así fue.
El problema
En algún momento a finales de 2016 algunos integrantes del comité debieron reunirse para diligenciar la documentación de inscripción ante la Registraduría. En ese momento tuvo que escribirse el texto para la exposición de motivos.
No se sabe quiénes participaron en esa tarea pero el resultado no fue el mejor: se nota la intención de querer “cantarle la tabla” al alcalde Peñalosa. El texto presentado ante la Registraduría se parece en algunos apartes al regaño que le dio Navas Talero a Peñalosa en su debate de control político por la Reserva TVDH: hay todo tipo de afirmaciones entre ellas algunas exageraciones y mentiras producto de la emotividad del orador o en este caso de la emotividad de los escritores de la exposición de motivos.
La exposición debe contener muchas afirmaciones que no corresponden fielmente a la realidad pero dos que son las más fáciles de evidenciar:
La primera frase dice que: “En ese contexto, el alcalde mayor de la ciudad no sólo ha incurrido en presunta falsedad en documentos que acreditan sus títulos académicos al momento de posesionarse sino que ha adoptado medidas…”
La segunda frase es “Entre estas medidas están” […otras medidas] “; la reducción de los terrenos de las universidades públicas en Bogotá…”
Ambas frases a pesar de parecer plausibles y se antojan ciertas resultan ser falsas.
En la primera si bien es cierto que hay una polémica pública sobre los títulos del Alcalde, tanto que fue denunciado ante la Fiscalía y la Procuraduría (por el profesor Carlos Carrillo y otros), no ha habido hasta el momento pronunciamiento de esas entidades donde se diga que el Alcalde incurrió en algún delito. En la frase y en el resto del texto no se aclara esa situación.
En la segunda frase si bien el Alcalde Peñalosa se comprometió en destrabar el proyecto de renovación urbana del CAN (que es vecino a los terrenos de la Universidad Nacional) esto no significa automáticamente una expropiación de terrenos de la Universidad Nacional. Además ese proyecto está a cargo de la Nación, el distrito tiene un papel secundario, entonces la responsabilidad de lo que se haga o deje de hacer recae más en el Presidente que en el Alcalde de Bogotá.
Al parecer el comité confundió la libertad para formular su exposición de motivos con un cheque en blanco con el cual podían convertir ese texto en una cantada de tabla que incluyera todo tipo de afirmaciones que sonaran persuasivas para los ciudadanos.
Las consecuencias
Ese par de frases que en un principio pudieron sonar convincentes y persuasivas no podía ser incluidas en la exposición de motivos porque la primera viola la presunción de inocencia del Alcalde y en la segunda se presentó ante el público una teoría de conspiración disfrazada como una realidad probada.
Hubiera sido fácil en su momento cambiar algunas palabras para referirse a los mismos temas sin incurrir en esas faltas elementales. Así lo hicieron otros comités en los cuales evitaron faltar a la verdad de una manera tan descuidada.
Aunque los miembros del comité Unidos Revoquemos a Peñalosa como el profesor Carlos Carrillo insistan en afirmar que se está intentando tumbar la revocatoria a cualquier precio la realidad es que en el caso de su iniciativa el precio será bastante bajo porque como dicen coloquialmente “dieron papaya” con la exposición de motivos.
El descuido por parte del dream team opositor al no revisar la concienzudamente su exposición de motivos amenaza seriamente la validez de lo logrado por el resto del comité: el CNE aclaró que revisarían entre otros “si la sustentación de la exposición de motivos que presenta el Comité de Apoyo se ajustan a la Constitución y a la ley”.
De esta revisión es altamente probable que el comité Unidos Revoquemos a Peñalosa no logre salir indemne por más que insistan en recolectar más firmas o convoquen a nuevas marchas de antorchas con las que han pretendido arreglar su error.
