El empresario Julio Mario Santo Domingo murió siendo el hombre más rico de Colombia. Falleció en Nueva York el 7 de octubre del 2011 en el apartamento donde vivió más de treinta años en el emblemático edificio 740 Park en Park Avenue construido en 1927, en los años de gloria de esa gran avenida. Fue enterrado en el famoso Woodlaw Cementery en el Distrito del Bronx en un funeral privado después de haber sido velado en Frank E. Campbell en Madison Avenue de Brooklin. Antes de morir ya había empezado a internacionalizar su fortuna con un primer acuerdo de función con la cervecera sudafricana Sabmiller pero en estos casi doce años su hijo Alejandro ha profundizado el proceso, así como focalizado en solo algunas líneas de negocio, introduciendo en del comercio minorista con D1, que resultó ser un gran negocio. El valor del holding familiar se ha conservado y puede haberse incluso incrementado de manera tal que de juntarse el patrimonio familiar actual-el de Beatriz Dávila, viuda de Santo Domingo y sus dos hijos Alejandro y Andrés-, éste sería, según Forbes, el más grande de Colombia, por encima del de Luis Carlos Sarmiento Angulo.
Beatriz Dávila, la viuda de Julio Mario Santo Domingo, es propietaria de la tercera parte de esa fortuna, ocupando el tercer puesto entre los millonarios colombianos con USD 3.600 millones de dólares. Comparte posición con el banquero Jaime Gilinski. Los superan los banqueros Luis Carlos Sarmiento Angulo, con noventa años y 70 años de trabajo y David Vélez el creador y CEO de Nubank, un banco 100% digital que nació en Brasil en 2013 y que diez años revolucionó los servicios bancarios.
El poder de Beatriz Dávila de Santo Domingo
En 1965 fue el matrimonio civil de Julio Mario, entonces divorciado de la brasilera Edyala Braga madre del primogénito Julio Mario Jr, con Beatriz Dávila Rocha. Desde joven se interesó por la cultura y el arte y estudió Arte y Decoración de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y esto marcaría su vocación.
Se casaron por lo civil en una ceremonia sencilla que tuvo lugar en Bogotá con Alfonso López Michelsen y Cecilia Caballero como padrinos.
Beatrice siempre encontró respaldo en su esposo Julio Mario, para sus apuestas en la cultura. De la mano de su amiga y compañera de estudios en la Tadeo Poly Mallarino, armaron su primer proyecto la Galería Deimos, organizaron la Escuela de Artes y Oficios que tuvo su primera sede en el vecindario de Las Aguas y luego se instalaron en una casa restaurada en La Candelaria donde además había espacio para los talleres de los artesanos.
Varios de los maestros ganarían premios en la Feria de artesanía y sus productos tomaron vuelo internacional. A este propósito de impulsar los oficios y las artesanías llevándolas a niveles de excelencia para su comercialización y exportación Beatriz Dávila le ha invertido mucho tiempo y recursos desde la remodelación de la casa donde se encuentra ubicada.
En calle 10 con carrera 9 en el centro de Bogotá esta la puerta de madera tallada que alberga dos mil metros cuadrados donde en su interior maestros que trabajan los distintos materiales y ella desde atrás apoya y estimula con recursos y orientación para preservar la tradición artesanal para evitar que mueran oficios ancestrales, un arte popular que ha sobrevivido por siglos. La escuela tiene también un centro de formación en el pueblo de Baru, en cuyas playas los Santo Domingo tienen desde hace décadas una casa de descanso, igual que en la ciudad amurallada de Cartagena.
Vea también: Así dormía el legendario Julio Mario Santo Domingo
Beatriz Dávila no interviene directamente, pero influye en todas las actividades filantrópica bajo su sombrilla y que tienen el sello de la cultural. Viaja cuando se requiera a Bogotá, pero las decisiones las toma y las vuelve realidad en desde su apartamento en el famoso edificio 740 Park Avenue en Manhattan donde ha vivido más de 25 años y que montaron con su esposo desde que se instalaron en la Gran Manzana.
Fue ella el motor del mega proyecto cultural el Teatro Julio Mario Santo Domingo., el conjunto cultural alrededor del Teatro Julio Mario Santo Domingo, en la localidad de Suba donde se presenta una programación de música clásica a la altura de los grandes escenarios del mundo. Preside la junta desde donde se mantiene al tanto del teatro cuyo director es Ramiro Osorio.
El teatro fue levantado en un lote cedido para el propósito por la Alcaldía de Bogotá para promover y democratizar el acceso a la música clásica. Conciertos de primer nivel por los cuales se cobran módicas tarifas y actividades para los niños y jóvenes de una gran localidad como es la de Suba. El propósito es que la buena música no puede ser privilegio de pocos y tiene que llegarles a todos. Son millones los recursos provenientes de este patrimonio los que se invierten en el funcionamiento del Teatro bajo la dirección de Ramiro Osorio.
Las donaciones filantrópicas también se sienten en Nueva York
La viuda Santo Domingo no solo es activa en Colombia, en Nueva York está vinculada a grandes iniciativas culturales como la del Metropolitan Opera House, el Museo de Arte Moderno (MOMA), de los cuales es benefactora. Asimismo, pertenece a la junta del fideicomiso del Carnegie Hall Society y apoya la organización educativa Sesame Workshop.
Es una asistente regular del Paris Fashion Week en compañía de su nuera Lauren Santo Domingo quien fue una de las editoras de la Revista Vogue y fue directora de la compañía Modus Operandi, especializada en la venta en línea de diseños de las grandes pasarelas.
Beatriz de Santodomingo vigila los proyectos donde pone su empeño, pero además disfruta en su penthouse en Manhattan de una rica colección de arte con obras de Picasso, Magritte, Dali y otros grandes nombres.
