A ninguno de los 64 integrantes del último vuelo humanitario que llegó desde los Estados Unidos le realizaron pruebas de COVID 19. Por eso, casi un mes después, se descubrió que 23 colombianos que arribaron en ese avión llegaron contaminados con el virus. Cuando llegaron a Colombia les ofrecieron dos opciones, o se iban a sus casas y ponían en riesgo a sus familiares o irse al Hotel Tequendama en donde se han adecuado camas para atender a enfermos. La gran mayoría optaron por ir a casa ya que lo que cobraban por estar en el hotel era impagable.
Otros de los que fueron infectados no tuvieron mayor ocpión que irse al Hospital Militar a donde fueron de altas aún con los síntomas. Estos repatriados no tienen ningún control.