La bomba de tiempo está en garras de una élite malévola. Tienen un fósforo prendido con intenciones pirómanas. La mecha está próxima a ser encendida. Se le echa más leña al fuego azuzando la subida de precios de los alimentos. Es el problemón que a diario debe solventar la mitad de la población.
Imagínate un barato desayuno de huevos, arepa y jugo. Hecho en casa o apartacho. Unos $2.000. Solo los dos huevos son 1.2M. M por miles.
El almuerzo ponlo en $4M y la comida ídem. Más o menos.
Si el padre o madre trabajadora está fuera de casa, que se prepare. Un corrientacito con granos, sopa clara y pila de arroz en un carrito de comidas del centro cuesta mínimo $4.000. Si es que lo encuentra. Véase El corrientazo más barato de Bogotá: $3.500 por el almuerzo. O puedes optar por un sancocho de tienda, como dicen en Caribia (Región Caribe Colombiana).
¿Qué dan los valores anotados para cuatro personas al mes? Cuatro es el número promedio de habitantes por vivienda en nuestra patria.
Fácil. Sumemos desayuno, almuerzo y comida: 2 + 4 + 4 = $10M por persona, al día. Si son cuatro, entonces el gasto diario en alimentación por familia promedio nos da $40M.
Por 30 días, $40M x 30 = $1.200M. Un millón doscientos mil pesos es lo que necesita una familia, al menos, para alimentarse de manera balanceada según el cálculo visto. Se puede realizar a menor costo, a costa de bajar la calidad de la alimentación.
Te comento. Este cálculo, en lo esencial, lo hizo una vez Alberto Galeano, un economista bogotano en una clase de teoría monetaria hace ratón, o sea bastante rato, en 1982, en la Universidad Simón Bolívar. También en aquel entonces un salario mínimo mensual no alcanzaba para nada.
Y por el alza de alimentos, le irá mal a los estratos uno y dos. Las clases sociales de 3 a 6, por regla general, no presentan desabastecimiento en sus neveras y alacenas.
La masa estrato social 12, uno y dos, está pagando los platos rotos de más de 200 años de feudalismo, corrupción, violencia, ignominia, saqueos, destierros, mercantilismo carbonizante-neoliberal-salvaje, desfachatez, cultura de la pobreza y segregación económico. La clase media recibe golpes a sus modos de vida. Las familias 56, plusmedias, estratos cinco y seis, en zonas de confort, no reciben mayor efecto.
Bueno, el asunto es que, a valores reales o constantes, los precios de los artículos de la canasta familiar siguen subiendo por la escalera mientras el salario popular continúa bajando al sótano. Lo mismo pasa con los ingresos de los trabajadores independientes y en general también de los empleados medios. La plata se esfuma en nuestros bolsillos.
Habrá que hacer algo.
Uno ha empezado planes de austeridad. Lo he dicho antes: hacer economía en todo lo que se pueda. Redacta un presupuesto y trata de cumplirlo. Véase Error garrafal y presupuesto familiar.
- Menos parrandas, fiestecitas, tomatas, etc.
- Dejar de coger cosas fiadas.
- Entregar la(s) tarjeta(s) de crédito.
- Limpiar todos los días nuestros entornos.
- Diferir idas a sitios turísticos lejanos.
- Gastar menos agua, apagar focos que no se utilicen.
- Arreglar electros y no desecharlos al primer daño.
- Un ayuno dominical una vez al mes es saludable.
- Comida tipo merienda en la noche.
- Los hijos a colegios, el SENA o universidades públicas.
- Si pagas diezmo, redúcelo.
- Tomar todas las precauciones que se pueda. Muchos accidentes se pueden evitar en la cocina, las escaleras, los pisos mojados, etc. Digo esto porque si hay algo costoso y doloroso son los accidentes.
Fuera de lo anterior, cabe recomendar que deberíamos entrar en la onda de meternos a entretenimientos sanos, inmediatos y baratos.
Leer. Puedes ir a una biblioteca cercana y prestar libros. Realiza cambios de libros con vecinos o familiares. Compra libros asequibles, que los hay a montones.
Realizar juegos de mesa en familia o vecindad. Sin mayores apuestas. Mientras sea en devaluadas monedas y no se te vuelva birria. Birria es un colombianismo por obsesión en juegos. ¡Ah!, te recomiendo el ajedrez.
Participar en charlas progresistas. Sobre reformas que podrían venir: educación, salud, pensiones, trabajo, electorales, organizaciones vecinales, etc.
Hacer ejercicios en casa, meditación, yoga. Acostúmbrate.
Ir a marchas prorreformas. En cierto modo es entretenimiento. Caminar es un buen ejercicio. Si hay sol o llovizna, ve qué llevas para protegerte.
